Parker Adderson, Filósofo, de Ambrose Bierce

Dentro de los cuentos de soldados escritos por el "amargo" Bierce, este es uno de los más enigmáticos y a la vez más profundos de toda la serie.
El relato lo pueden ustedes leer en los enlaces que figuran al pie de esta entrada. Pero, resumiendo someramente el argumento, el cuento se abre, sin ningún preámbulo, en medio del asunto: el interrogatorio de un espía nordista que ha sido capturado por los confederados. El desenlace es sabido por ambos interlocutores, tanto el general interrogador como el espía prisionero, y es que éste acabará en la horca.
Y sin embargo, algo hay en este Parker Adderson que divierte al general. Ante cualquier pregunta, responde con cierto humor y un mucho de resignación filosófica. Hasta el punto en que la conversación entre ambos se hace filosófica. Para exasperación del general confederado, Adderson se toma su cercana muerte con tanta filosofía que acaba irritando a su interlocutor, el cual le espeta que la muerte es una cosa muy seria y que en absoluto debe ser tomada de forma tan natural.
Puede que el general se sienta burlado por este espía, puede que quiera demostrar que ya que se toma la muerte con tanta filosofía, mejor que sea pronto, el caso es que decreta que, en vez de ser ahorcado al amanecer, Adderson sea fusilado de inmediato.
En este punto, Adderson se desespera. Su sorpresa no puede ser más patente, y ruega, argumenta, que un espía debe ser ahorcado, y que la construcción del patíbulo lleva un tiempo, y por tanto debe ser al amanecer del día siguiente. Sin que sus argumentos sean escuchados, Adderson se vuelve violento, y ataca al general y al capitán que lo acompaña. El capitán resulta muerto y el general malherido. Y mientras Adderson es fusilado cuando todavía suplica por su vida, el general, agonizante, espera la muerte con una resignación y una paz inusitadas.
Las interpretaciones del cuento varían. Es evidente que se produce una inversión de pareceres entre los dos personajes, el general al que la muerte le parece un hecho dramático y el Parker Adderson que cree que es sólo un paso de un estado a otro. Tal vez Parker sea un farsante, o alguien que se tranquiliza a sí mismo. Tal vez la inmediatez de la muerte le haga pensar de otra manera. Y, a su vez, el general, ya inmerso en la muerte, puede que haya alcanzado un nuevo nivel de conocimiento.
Hay quien dice que el cuento no es sino un enfrentamiento entre dos mentes, un juego de ingenios en el que el general entra para salir victorioso, perdiendo la vida en él, no obstante. E incluso los hay muy novelescos, que dicen que Adderson consigue cambiarse de ropa con el general y expirar en cama tranquilamente mientras el general es fusilado. Una interpretación que a mí me parece inverosímil, pero ustedes juzgarán.
En cualquier caso, es uno de esos relatos en los que Bierce reflexiona sobre lo inútil de cualquier planteamiento. Uno puede ser todo lo filósofo que se quiera, pero cuando es a los hechos a lo que uno se enfrenta, entonces esos dircursos y teorías sirven de muy poco, y es el hombre, en el fondo el instinto, quien reacciona. Lo cual, y si recuerdan el supuesto final de Ambrose Bierce, yéndose a buscar la muerte a la Revolución Mexicana, es de una ironía extrema, e incluso proporciona un nuevo punto de vista al relato.

(Parker Adderson, Philosopher)
En Cuentos de Soldados y Civiles
Eds. Orión, col. Letras de Galera
Buenos Aires, 1975 [1891]
Trad. y prólogo de José Bianco

Texto en inglés de Parker Adderson, Philosopher
Texto en castellano de Parker Adderson, Filósofo

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