O Ugly Bird!, de Manly Wade Wellman

En The Mammoth Book of Fantasy All-Time Greats
Robinson Publishing
Londres, 1988 [1951]

Cuando hablamos en una ocasión anterior de Manly Wade Wellman ya comenté que tarde o temprano tendría que comparecer en este blog su personaje John the Balladeer o Silver John, John el Baladista, ese cantor que vaga por las montañas de un inconcreto Medio Oeste o Sur americano provisto de su guitarra con cuerdas de plata y que se encuentra con las manifestaciones de lo sobrenatural más inusitadas y maléficas.
¡Oh, Feo Pájaro! es una de estas historias. En ella Silver John, descendiendo de las montañas en busca de alguien que comparta su comida con él o se la dé a cambio de alguna canción, se encuentra en un valle totalmente traumatizado por el dominio de Onselm, un brujo (de hecho, un "hoodoo man") que acogota a todos sus habitantes con sus exacciones, amenazándolos con sus hechizos, y que va acompañado de un pajarraco enorme y feo, cómplice de sus fechorías y familiar de este humano diabólico.
Es, una vez más, cuestión de atmósfera y estilo más que de argumento. Los relatos de Silver John tienen una fuerte raíz naturalista, siendo su autor un especialista y enamorado de las montañas del profundo sur y oeste americano; en estas narraciones el carácter aislado y propio de estas zonas surge desde la primera frase, y a ello contribuye la escritura de Wellman, que emplea un cerrado dialecto montañés para escribirlas. Su estilo no es tremendo; narradas en primera persona, tienen más el aspecto de historias contadas a la vera del fuego que de relatos de acción o de puro terror. Y John el Baladista, además, las salpica de canciones, tradicionales unas y de nueva escritura otras, referidas siempre al tema de la narración.
Todo ello hace que su traslado a otras lenguas resulte en una merma en su carácter, tanto por las dificultades de traducir las canciones como por la pérdida de ese lenguaje propio montañés. Pero aun así, son relatos provistos de una extraña ambientación, y uno de los pocos casos en que se puede hablar de ficción sobrenatural naturalista, más allá de las leyendas folclóricas locales. Estos méritos hicieron de Wellman el gran autor de lo sobrenatural americano que fue, y uno al que hay que considerar mucho en la historia del género.

Texto en inglés de O Ugly Bird!

btemplates

4 comentarios:

Peke dijo...

No conozco a este autor, quizás porque el género de terror no me entusiasma para leer. Pero eso de la ambientación me gusta; me recuerda a los ingleses -sobre todo inglesas- que crean atmósfera en sus libros, por ejemplo P.D. James, maestra en ese arte (para mí, claro).

Lluís Salvador dijo...

Hola, Peke:
Bueno, el género de terror es uno muy peculiar; es muy amplio, y va desde el thriller hasta lo gore, pasando por historias delicadas y hasta poéticas, y por supuesto por todos los matices intermedios que puedan existir.
Respecto a la ambientación de Wellman es una rural, pero rural profunda de los USA; es decir, una de buena gente del campo, en un país en que las extensiones son enormes y la población escasa... campo abonado para lo telúrico y lo tenebroso puesto en una soledad y aislamiento fundamentales. Y Wellman capta esta atmósfera y la transmite muy bien y con muy pocas palabras.
ado que el cuento de fantasmas es un invento inglés (bueno, en realidad es un invento alemán, pero los ingleses lo destilaron), es lógico que sean quienens mejor tradición tienen en esto: Jane Austen escribió una novela gótica, Henry James la mejor historia de fantasmas, etc.
Y con respecto a P. D. James, no está tan alejada del género de terror como parece; algunas de sus situaciones podrían muy bien encajar en un thriller de terror... :)
Un saludo!

peke dijo...

Sí, P.D. James a veces hace estremecer con sus ambientes o atmósferas ominosas. Creo que tengo casi todos sus libros por eso; una amiga los despreciaba porque, según ella, ya sabía desde el principio quién era el asesino; a mí eso me parece lo menos importante; lo más, que te vaya envolviendo en esa atmósfera desasosegante porque forma parte de su proceso de creación de un mundo aparte: el mundo que rodea y explica lo que ocurrió.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Peke:
Lo de saber quién es el asesino o aquello de que te lo oculten es una cuestión muy sobrevalorada, pero por fortuna el género policiaco lo ha superado con creces desde los tiempos del bendito Raymond Chandler, en cuyas novelas lo de menos es quién mató a quién, sino la atmósfera, Marlowe y sus monólogos interiores. Como género actual, la novela negra requiere el trasfondo social, y eso quiere decir atmósfera. Y lo policiaco está tan cerca de lo macabro (o lo escatológico, en el buen sentido de la palabra) que las ambientaciones tienen por fuerza que producir esa inquietud.
Un saludo!