Jazz, de Wynton Marsalis y Geoffrey C. Ward
Subtitulado "Cómo la Música Puede Cambiar Tu Vida", el gran jazzman Wynton Marsalis ejerce en este libro un magisterio para entender y apreciar la música de jazz. Para ello, Marsalis escoge la aproximación intuitiva y emocional. No es una mala opción. No hay cosa peor que, para enseñar la pintura, por ejemplo, empezar hablando de pigmentos y su composición.
Así, en diversos capítulos Marsalis nos va acercando al concepto del swing y su alegría, el lenguaje musical del jazz, el blues y prácticamente todo lo que un oyente de jazz (y alguien que empiece a tocarlo) debe saber.
Es capaz de explicar con sencillez conceptos que en otros libros son áridos, embrollados y difíciles de comprender a menos que hayas pasado por el conservatorio. A mí, que me he peleado con muchos de esos libros y conceptos, ya me hubiera gustado tener entonces el texto de Marsalis y resolver dudas de un plumazo.
Sobre todo transmite el sentimiento de creación nueva y personal, de colaboración intemporal que se tiene escuchando jazz: «Jamás he entendido por qué muchas personas creen que la creatividad es una cualidad misteriosa que posee un reducido grupo de personas muy especializado. Siempre que enseño improvisación a niños que son demasiado tímidos para tocar lo que les apetece, les digo: "Es muy sencillo. Sencillamente inventa algo. Toca lo primero que te venga a la mente, a los dedos y a los labios. Y tócalo con fuerza. Entonces estarás improvisando". Después, cuando veo que empiezan a emitir una sinfonía de notas quejosas pero libres de espíritu, añado: "¿Lo veis? Os dije que era muy sencillo. Sólo resulta difícil si queréis que suene bien"».
Y resulta que ese impulso creador que todos tenemos, cuando se comparte, se convierte en algo que nos hermana, intérpretes y espectador, en un estímulo mutuo.
De ahí que Marsalis afirme que la música en general y el jazz en particular pueden hacernos mejores. Aunque sólo sea, digo yo, porque no conozco a una sola persona a la que le guste el jazz y sea racista.
Marsalis es una gran figura que, sin embargo, ha perdido (pero no malgastado) mucho de su tiempo en enseñar a niños y mayores. A dar conferencias y charlas sobre el jazz y sobre la honestidad que deben tener los músicos, que a veces sacrifican el genio por la comercialidad. Y lo ha hecho siendo un trompetista excelente, uno de los pocos verdaderamente grandes nombres que quedan en el jazz.
En un libro que emociona por su pasión, que es crítico cuando debe serlo y que representa la mejor clase que uno pueda recibir sobre teoría y práctica musical jazzística, Marsalis nos enseña que lo que suena es importante, pero lo que trasluce el sonido lo es aún más. Cita a Elvin Jones: «para llegar a tocar con alguien a un nivel profundo, habría que estar dispuesto a morir por él». Es algo similar a lo que se siente cuando el oyente se compenetra con el intérprete, la sensación de recibir un regalo al que intentas corresponder con tu atención y tu estímulo. Muy pocas otras músicas establecen este vínculo de forma tan directa y personal. Marsalis nos dice porqué se produce esta comunión, y lo importante que es preservarla.
(Moving to Higher Ground. How Jazz Can Change Your Life)
Paidós / Espasa Libros, col. Contextos
Barcelona, 20092 [2008]
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