El Mortal Inmortal, de Mary W. Shelley

A Mary W. Shelley siempre se la recordará por ser la autora de Frankenstein (aunque muy poca gente la ha leído), que se concibió en "el más loco de los tea-parties ingleses", en palabras de Stephen King, a orillas del lago Geneva.
Se sabe menos que escribió novelones góticos, y algunos relatos en el mismo estilo.
Este El Mortal Inmortal (que pueden ustedes leer en los enlaces que figuran al pie de esta reseña) pertenece a esta tradición gótica, y es perfectamente reconocible la atmósfera y los topos que dominaron esta corriente literaria, de moda desde fines del siglo XVIII hasta mediados del XIX.
Sin embargo, y como sucede con Frankenstein, Mary Shelley domina mejor el terreno filosófico que el de la parafernalia de la inquisición, las criptas tenebrosas y el aparataje diabólico.
Así que, y pese a que la historia del aprendiz del alquimista Cornelius Agripa (personaje histórico real que, ya puestos en ficción, fue maestro del doctor Victor Frankenstein) tiene su interés, el relato alcanza su mejor momento cuando este aprendiz bebe, buscando el antifiltro amoroso, y casi por accidente, el elixir de la vida eterna, y empieza a darse cuenta de que ha sido agraciado, o más bien condenado, a una vida prolongada más allá de cualquier expectativa, y cuando empieza a ansiar que esta vida no sea eterna, enfrentado a la perspectiva de quedar irremediablemente solo, viendo cómo desaparece todo aquello que ama mientras él sigue viviendo, huyendo (se nos insinúa) de todo lugar en el que su invariable juventud acabe despertando sospechas, abrumado por una vida sin final.
Hay una gran cantidad de emociones en muy pocas páginas, respecto a esta presunta bendición que representa el vivir para siempre y que en realidad no es más que una separación definitiva del género humano para convertirse en lago maldito (la referencia al Judío Errante al principio del relato no es banal), un remedo de hombre al que el cansancio y la soledad se hacen eternos.

(The Mortal Immortal)
En La Eva Fantástica
Ed. Siruela, col. El Ojo Sin Párpado
Madrid, 1989 [1834]
Sel. y prólogo de Juan Antonio Molina Foix

Texto en castellano de El Mortal Inmortal
Texto en inglés de The Mortal Immortal

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4 comentarios:

Magda Revetllat dijo...

Sobre "Frankenstein", más que "ha leído" yo diría "ha terminado".

Un saludo.

Al rico libro dijo...

De Mary Shelley, aparte de Frankenstein, solo conocíamos The Last Man, así que a este le echaremos un vistazo.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Magda:
Acepto la precisión, sobre todo teniendo en cuenta que ha sido libro de lectura obligatoria en los institutos. No es lectura fácil, por mucho que aparezca un monstruo y un doctor loco...
Un saludo!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Al rico libro:
Vale la pena.
Un saludo!