Tatuaje, de Roald Dahl

He aquí un relato que, por lo menos en sus tres cuartas partes, tiene una ternura inusual en los cuentos de Roald Dahl. Pueden leer el relato en los enlaces que figuran al pie de esta entrada, y para animarles a hacelo les diré que se incia con un hombre casi un mendigo que, caminando por las calles de París, se detiene ante el escaparate de una galería de arte. Ahí puede ver un cuadro que le resulta familiar por su estilo; y, en efecto, ve que es obra de Soutine, al que define como "mi pequeño calmuco", un joven artista con el que vivía mientras se ganaba la vida como tatuador.
Un día, tras una jornada de trabajo afortunada, el hombre regresa a casa dispuesto a celebrarlo con varias botellas de vino, y, tras algunas copas en buena compañía de su esposa y el artista, el tatuador propone enseñarle en dos minutos su arte a Soutine y que éste tatúe una pintura suya en la espalda del hombre.
Cuando entra el extatuador en la galería, el disgusto es notable, pero se transforma en asombro cuando, ante los intentos de echarle, el hombre afirma que él también posee un auténtico Soutine, y se quita la camisa para demostrarlo. Y ràpidamente recibe una oferta por él.
Insisto en que todo lo que ha sucedido hasta ahora tiene una ternura inusual en Dahl: la inocencia y amistad entre el tatuador y Soutine, la compañonía entre ambos dos y la esposa del hombre (que sirve de modelo para el tatuaje), la emoción al reencontrar la pintura de su amigo que, aunque muerto, ha alcanzado el reconocimiento, etc. Sin embargo, no sería Roald dahl si no tuviera este relato un final inquietante, que se deja a la imaginación del lector, pero que suscita en la mente de éste las más macabras resonancias.
Un relato, como siempre en su autor, inimitable (aunque han existido imitaciones del mismo, por supuesto no tan logradas), y que sigue siendo una delicia intemporal para el lector.

(Skin)
En Relatos de los Inesperado
Argos Vergara
Barcelona, 1980 [1979]

Texto en castellano de Tatuaje
Texto en inglés de Skin

btemplates

1 comentarios:

Anónimo dijo...

holo, me gusta su blog