Jalea Real, de Roald Dahl

Este es uno de los cuentos de choque de Roald Dahl que más se recuerdan, si uno tiene la ocasión de leerlo (cosa que pueden hacer en los enlaces que figuran al pie de esta reseña). Se trata de un relato intimista, casi una miniatura, que tiene unidad de espacio, tiempo y personajes y que sin embargo acaba por mostrar una cantidad de matices e implicaciones enorme, fruto del habitual estilo del autor, en el que la implicación es casi más importante que lo mostrado.
Hay una preocupación en la familia Taylor. La única hija de la pareja Albert y Mabel, recién ncida, rehúsa tomar sus biberones, está perdiendo peso preocupantemente y los médicos no parecen encontrar una solución efectiva al caso. Albert es apicultor (y un personaje muy especial en su relación con las abejas), y en una revista especializada topa con un artículo sobre las propiedades de la jalea real, que conoce de sobra, pero una frase le llama la atención: aquella en la que describe sus efectos en el crecimiento de las abejas. Una idea le viene a la cabeza y, sabedor de que su esposa puede considerarla una locura, o un experimento loco, se prepara a ponerla en práctica disimuladamente, introducir jalea real dentro de los biberones de la niña.
El efecto es mágico. El bebé no sólo toma sus dosis, sino que exige más, y empieza a ganar peso, recuperndo lo perdido, en un tiempo récord. Su esposa lo ve como un milagro, y Albert no puede reprimirse y, mediante una explicación sobre la jalea real que recuerda un poco a las que Melville daba sobre las ballenas en Moby Dick, revela el secreto de la alimentación de la niña. Un toque de doctor frankenstein, de no-nterferirás-con-las-leyes-de-la-naturaleza, se desliza en el relato cuando su esposa no se muestra complacida, sino aterrorizada por lo que ha hecho, y llena de temores sobre la niña. Pero todavía falta una revelación final, que no les desvelaré, puesto que es tan inesperada como inquietante respecto al futuro matrimonial de los Taylor.
Es un relato maestro, construido con toda sencillez sobre un hecho y llevado más allá de sus consecuencias lógicas por el autor, quien se reserv el desenlace para que así el lector pueda construir toda una continuación en su mente, un método que, trabajado por Roald dahl, demuestra ser del todo eficaz y deslumbrante.

(Royal Jelly)
En Relatos de lo Inesperado
Ed. Argos Vergara
Barcelona, 1981 [1979]

Texto en castellano de Jalea Real
Texto en inglés de Royal Jelly


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1 comentarios:

Teresa dijo...

Muy insipirador, enhorabuena.