El Caserón de las Sombras, de James Whale

SESIÓN MATINAL 

(The Old Dark House); 1932

Director: James Whale; Guión: Benn W. Levy y R. C. Sherriff, basado en la novela Benighted, de J. B. Priestley; Intérpretes: Melvyn Douglas (Penderel), Charles Laughton (Sir William Porterhouse), Raymond Massey (Philip Waverton), Boris Karloff (Morgan), Ernest Thesiger (Horace Femm), Eva Moore (Rebecca Femm), Gloria Stuart (Margaret Waverton), Lilian Bond (Gladys), Brember Wills (Saul Femm), Elspeth Dudgeon (como John Dudgeon) (Sir Roderick Femm); Dir. de fotografía: Arthur Edeson; Dir. artística: Charles D. Hall.

Hay equilibrios que son un milagro. En el caso de El Caserón de las Sombras, cuando alguien la contempla con espíritu analítico (no lo hagan, por favor; por lo menos la primera vez, déjense llevar) se sorprende de las muchas veces que está a punto de caer o en el ridículo o en la incoherencia, y se sorprende todavía más cuando sale airosa de estas situaciones.
Porque esta película no es una de simple terror como puede anunciar el título (e intenta presentar el tráiler que les incluyo); en realidad es una comedia macabra, algo que se ha hecho muy pocas veces con éxito en el cine.
Una noche tormentosa (y oscura, sí), unos viajeros buscan refugio en un caserón. Se trata de una partida de lo más alegre, y lo que encuentra en su interior es a la familia Femm, con Horace que es un prófugo, su religiosa e inquietante hermana, un patriarca familiar de 102 años que permanece en cama y vive en permanente terror, un vástago loco encerrado en una habitación del piso superior, y, para redondear el cuadro, a Boris Karloff como mayordomo, asunto ya inquietante cuando el bueno de Morgan (Karloff) está sobrio, pero que se vuelve en extremo peligrosa cuando está bebido y decide remediar su profuinda soledad con una de las bellezas de nuestros alegres viajeros.
Todo lo cual es muy clásico, y si me apuran, hasta estereotipado. Lo prodigioso es que funciona. Tanto en su vertiente humorística como en su vertiente macabra y terrorífica. Es algo misterioso, y se debe, si es que se pueden explicar estos milagros, a la combinación del genio de James Whale, una producción, la de la Universal, que en el campo del terror estaba en su cima, y a unas interpretaciones magníficas.
The Old dark House no es una curiosidad de tiempos pasados. Es una obra maestra que sigue teniendo su encanto original incluso hoy, y que reserva una grata sorpresa para aquel que se acerca a ella esperando ver una pieza arqueológica y se encuentra con una comedia sorprendente enmarcada en un ambiente terrorífico de los mejores que sehan puesto en pantalla.

Tráiler:

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