Mi Dulce Pueblecito, de Jiří Menzel

SESIÓN MATINAL 

(Vesničko má středisková); 1985

Director: Jiří Menzel; Guión: Zděnek Sverak; Intérpretes: János Bán (Otík), Marián Labuda (Pávek), Rudolf Hrušinský (Skruzný), Milena Dvorska (Pávková), Ladislav Zupanic (Rumlena), Petr Čepek (Turek); Dir. de fotografía: Jaromír Šofr; Música: Jiří Šust; Diseño de producción: Zbyner Hoch; Montaje: Jiří Brozeck.

Una película cómica, tierna, coral, como acostumbra Menzel, el cineasta que ya nos regaló la versión fñilmica de Trenes Rigurosamente Vigilados.
La mención a Hrabal no es casual. Menzel ha adaptado varias de sus obras, pero uno sospecha que la sintonía entre la poética del autor literario y la visión del cineasta fue total, y eso quiere decir que esta película, que no viene firmada previamente por Hrabal, tiene muchos puntos en común con la visión de éste, basada en un personaje desplazado o inadaptado que muestra unas ganas de vivir irreductibles y una alegría por las pequeñas cosas felices que nos suceden.
Un pequeño pueblo de Checoslovaquia, en donde todos se conocen y todo se sabe. Otík, un muchacho retrasado (interpretado de forma magistral por János Bán) trabaja como ayudante de Pávek, el cual, después de cinco años, está harto. Sin embargo, el muchacho es responsabilidad de todo el pueblo, y en realidad todos saben que en las mejores manos en las que puede estar Otík es en las de Pávek; sin embargo, éste se mantiene en sus trece de no dejarle trabajar con él después de la cosecha, y esto provocará una pequeña crisis en el pueblo.
Este podría definirse como el tema central de la película, pero en realidad lo es la vida en ese pueblecito, donde las cosas no son fáciles, pero donde la vida es estable con todas las excentricidades de cada uno y donde existe un sentido de ayuda mutuo.
La pareja Otík-Pávek es un claro homenaje a veces a la pareja Laurel y Hardy, pero es un homenaje que va no tanto a buscar la misma comicidad como lo fundamental de ese humor, como es la ternura y, en el fondo, la amistad que la pareja se profesa.
Y esta película tiene muchos momentos emocionantes que surgen de la situación, como cuando el médico del pueblo conduce haciendo eses mientras recita poemas, o la casa de Pávek, situada junto a un cementerio.
Mi Dulce Pueblecito es una de esas películas corales pero intimistas, en las que mediante el paso de escenas uno llega a entender a unas gentes e, inevitablemente, a cogerles cariño mientras ríe y se emociona con ellos. Es un elogio extremo a la humanidad de las personas, al fondo de bondad que la mayoría de los seres humanos atesoramos y que nos parece insignificante hasta que se hace significativo en nuestras vidas o las de los demás. Eso es algo que Menzel ha conseguido repetidas veces. Y algo que no me canso de admirar.

Tráiler:

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2 comentarios:

Unknown dijo...

Muchas gracias por darnos esta información sobre Mi dulce pueblecito.¿sabes como se puede conseguir la película?

Lluís Salvador dijo...

Hola, Unknown:
Bienvenido a este blog. La película está editada en DVD por Intermedio. Supongo que no será difícil que en una buena tienda te lo consigan.
Un saludo!