El Hombre que Atravesaba las Paredes, de Marcel Aymé

Marcel Aymé no es muy conocido en España, pero sus relatos son auténticas joyas, tanto más como que son variados, en intención y ataque, tanto que casi diría que no existe una unidad de pensamiento entre ellos. Nada más lejos de la realidad. Simplemente, la imaginación de Aymé era desbordante, y por tanto la empleaba con efectos humorísticos, fabuladores, grotescos, alegóricos, sentimentales, sociales o como le apeteciera en el momento, a veces, por descontado, combinándolos. También, y pese a no estar adscrito a ningún movimiento artístico o político, sus relatos tienen un regusto por el absurdo o lo levemente surrealista (a veces enclavado en el realismo más feroz), lo cual ha hecho que hayan sido ilustrados por Roland Topor. Y es que han sido los otros quienes han encontrado afinidades en Aymé, y no éste quien buscó refugio en otros postulados.
El Hombre que Atravesaba las Paredes nos presenta a Dutilleul, un escribiente gris y anodino que un día descubre que tiene la facultad de atravesar las paredes. Una facultad a la que no le hace ningún caso e incluso le preocupa, yendo al médico para buscar remedio, algo que será fatal en el relato, como se podrá leer.
Pero sucede que a su vida, que sigue con plena normalidad, llega un déspota en su oficina, y humillado por última vez, Dutilleul usa su poder para ejercer su venganza.
El burgués insignificante ha probado el fruto del árbol del conocimiento, y a partir de ahí empezará a saborear las mieles del poder, iniciando una asombrosa carrera criminal, que no cesa cuando se deja atrapar; al fin y al cabo, ¿ué prisión puede retener a un hombre semejante?
El final se loo dejo para ustedes; podrán leer el relato en los enlaces al pie de esta entrada.
El relato es profundamente humorístico, aunque no carece del toque trágico que Aymé parecía imprimir a toda su ficción, como recordando que nada es absoluto y no existe la felicidad eterna. La moral es clara: el poder emborracha, y las consecuencias de semejante ebriedad son imprevisibles, pero eso importa menos que el tono y cómo Aymé refleja tanto el lenguaje de la época y su sociedad, componiendo una historia que sorprenderá a los muchos que no hayan leído a un autor que merece mejor suerte en nuestra lengua.

(Le Passe-Muraille)
En El Hombre que Atravesaba las Paredes. Relatos Escogidos
Argos Vergara, col. Libros DB
Barcelona, 1983 [1943]

Texto en francés de Le Passe-Muraille

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes, Luis !
Quería comentarte que el hipervínculo que apunta a la versión en castellano del cuento, lamentablemente no se encuentra disponible.

Te agradecería si pudieras republicarlo en algún otro lado o enviármelo por correo electrónico. Con todo gusto me encargaré de redistribuirlo en castellano, porque ya lo leí en francés e inglés.

Muchas gracias

http://www.fefu.com.ar

Lluís Salvador dijo...

Hola, fefu:
Bienvenido a este blog, y muchas gracias por la información. La vigencia de los enlaces es algo que no puedo comprobar de continuo, y esa tarea debería ser la de los lectores interesados, y por tanto mi agradecimiento es doble.
Por desgracia, el blog al que remitía el enlace no era mío, y parece que ya no está en funcionamiento. Y por desgracia también, no he hallado otra publicación en la red del magnífico cuento de Aymé en castellano. Yo lo tengo en papel, pero haré lo posible (dame tiempo, eso sí) para hacértelo llegar. Espero que puedas publicarlo en tu web, y así mis lectores también se beneficien de un enlace al texto.
De nuevo, gracias, y hasta pronto!

Unknown dijo...

Simplemente para declarar que he leído el libro y me entretuvo de principio a fin, lo comento porque no soy lector asiduo. Suerte...