Cordero Asado, de Roald Dahl
Este es otro de los relatos "de choque" que Roald Dahl escribió y que, al ser llevados a la pantalla pequeña por el propio Alfred Hitchcock, se convirtieron en inolvidables. Para los que no recuerden el asunto, diremos que se trata de un asesinato y una pierna de cordero. ¿Lo recuerdan, ahora?
Hay algo que decir sobre el argumento, pero como el efecto depende estrictamente de la secuencia de acontecimientos hasta llegar a su final, lo trataremos más tarde, para no destriparlo a los que no lo hayan leído o visto.
Pero también hay cosas que decir sobre el estilo empleado por Dahl, que en este caso es muy poco truculento, casi cotidiano, como conviene a la historia. De hecho, esta cotidianeidad es lo que le da verosimilitud y fuerza al relato, el saber desde el primer momento que Mary es un ama de casa normal y corriente, rutinaria incluso, y que justamente eso será su escudo y su defensa.
Pero también es el tono pausado que Dahl emplea, y cómo lo utiliza para crear una tensión amenazante, que cuando se resuelve sorprende por lo poco aparatosa, pero que nos hace sentir alivio.
El golpe final, la actitud de Mary durante el registro policial, es uno lleno de un humor negro, marca de la casa del autor, que se hace inolvidable y casi imprescindible.
Para los que ya conocen el relato, recordaré el argumento, y les advierto que aquellos que no lo hayan leído pueden encontrar a partir de ahora datos que pueden estropear una primera lectura, de manera que están avisados.
Mary, como ya hemos dicho, es una abnegada esposa de un policía. Es jueves, y por tanto, y después de un par de whiskies en compañía de su marido, saldrán a cenar fuera. Sin embargo, cuando éste regresa a casa, parece estar bajo un estado de tensión y cansancio. Por fin, se decide a hablar y Mary entra en estado de shock (aquí hay que reseñar una virtud de Dahl como cuentista: nos ahorra esta parrafada del marido. Suponemos que se trata de un abandono o un divorcio, pero, prescindible como son los detalles para la historia, Dahl lo despacha con un mero "Y se lo dijo"). Como una autómata, va a la cocina para preparar la cena, puesto que su marido no quería cenar fuera y ahora sería incongruente una salida de ese tipo. En la nevera encuentra una pierna de cordero. Y cuando vuelve a la salita, golpea en la cabeza al marido con ella, matándolo. "Como esposa de un detective sabía cuál sería el castigo; era estupendo [...] ¿Qué decía la ley acerca de las asesinas que iban a tener un hijo? ¿Los mataban a los dos?, ¿madre e hijo? ¿Esperaban hasta el noveno mes? ¿Qué hacían? Mary Maloney lo ignoraba y no estaba dispuesta a arriesgarse."
Pone la pierna de cordero en el horno, y baja a la tienda de la esquina a por unos comestibles para acompañarla. Allí charla un poco con el empleado y entonces vuelve a casa y llama a la policía, diciendo que ha descubierto a su marido muerto.
Los policías registran y comprueban la coartada de Mary, y encuentran imposible que ella haya realizado el crimen. El intríngulis está en hallar el arma homicida, que debe haber sido muy pesada. Y entonces viene el auténtico toque del genio de Roald Dahl, cuando uno de los policías advierte a Mary que el horno está encendido. Mary, como un gesto de deferencia hacia los compañeros de su marido, que están allí habiendo pasado ya la hora de cenar, les ofrece el asado de cordero. Y ellos se lo comen, sin saber que es el arma que buscan; repitiendo, incluso.
Insisto, una historia inolvidable.
(Lamb to the Slaughter)
En Relatos de los Inesperado
Ed. Argos Vergara
Barcelona, 1981 [1953]
Reeditado por Editorial Anagrama
4 comentarios:
No conocía este relato, pero debe de estar muy bien teniendo en cuenta el estilo del autor.
Hola, Peke:
Es de los memorables de Roald Dahl. Alfred Hitchcock eligió muchos cuentos de Dahl para incluirlos en sus programas de televisión, porque se adaptaban a la perfección a su idea del suspense: conocimiento de lo que sucede por parte del espectador (es decir, no hacer trampa), una situación tensa en la que los protagonistas están en peligro, y una sorpresa final que muchas veces está teñida de cierto humor negro. En el caso de Cordero Asado, le debió gustar tanto que fue uno de los 17 episodios que él personalmente dirigió. No conozco recomendación mejor...
Un saludo!
super guay es la pol*****
Busquense una vida we jajjaja
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