El Vuelo del Ángel, de Michael Connelly

Como hemos señalado, Michael Connelly es uno de los pocos autores estadounidenses de novela negra interesantes hoy en día. En todas sus series aborda temas que han tenido su reflejo en la sociedad contemporánea, y sirven como termómetro moral y social, característica que se remonta a los grandes maestros del género de los años 30 y 40. La serie del detective de la policía de Los Ángels harry Bosch no es una excepción y, como veremos, esta El Vuelo del Ángel tiene algo que decir sobre varios temas.
Por descontado, tratándose de una serie centrada en un personaje, la vida personal de éste no falta, un recurso narrativo útil y lícito para siuar a un espectador de los hechos y los estados de ánimo con los que contempla las cosas, y otra característica ya casi imprescindible (hasta Philip Marlowe, en la inconclusa última novela de Chandler, empezaba a tener vida privada). Sin embargo, y a diferencia de otras series de otros autores, no es necesario que el lector siga el orden de publicación. s recomendable, sí, pero no imprescindible. Connelly sitúa rápidamente al lector en la novela, y la vida de Harry Bosch, aunque presente, no suplanta la historia que se narra en ese momento.
En El Vuelo del Ángel nos encontramos con un Harry Bosch cuyo matrimonio está cayéndose a pedazos, una preocupación más aparte de la que le ha caído encima: un abogado famoso por sus demandas por abusos contra el departamento de policía, ha sido asesinado. A Bosch se le encomienda la investigación, sobre las premisas de que debe intentar resolverlo lo antes posible, encontrar rápidamente un culpable, no intentar llegar al fondo del asunto y demostrar que no ha sido un policía resentido o, en caso de que eso no sea posible, hallar uno que sea un chivo expiatorio.
A Bosch la política no le hace gracia, y menos que se prime el apaciguar a la opinión pública antes que descubrir la verdad, de modo que estar en el caso le va a creando enemigos...
La trama ya es atractiva de por sí, pero como les he dicho antes, Connelly usa su ficción como reflejo social. No importan las evaluaciones posteriores que se hayan hecho, los disturbios y saqueos en Los Ángeles el año 1992 fueron un trauma para la sociedad americana y angelina, y Connelly transmite al lector la sensación de que durante mucho, mucho tiempo después, los ciudadanos de Los Ángeles vivieron con la sensación de estar sobre un volcán a punto de estallar en nuevos conflictos raciales.
No es de extrañar en un autor que ama a su ciudad y la convierte en auténtica protagonista de su ficción. Aquí, además de señalarnos el edificio Bradbury y el funicular de Angel's Flight, retrata la herida abierta por el maltrato policial a Rodney King, la gota que desbordó un vaso ya demasiado lleno de tales hechos, y las consecuencias del juicio a O. J. Simpson, y la división de una ciudad. Una herida que duele, y que Connelly refleja a la perfección.

(Angel's Flight)
Eds. B, col. Punto de Lectura
Barcelona, 2001 [1998]

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2 comentarios:

Peke dijo...

Hace poco que la leí (debieron de hacer una reedición, pues la compré hace poco) y me gustó; me pareció una historia muy sólida y bien llevada. Claro que muy objetiva no soy.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Peke:
Francamente, yo tampoco soy objetivo tratándose de Connelly; pero sí estoy de acuerdo contigo en que es una de sus novelas más redondas, muy bien cuadrada, con los ingredientes justos y la tensión adecuada; y con un dejar en suspenso unos hechos que el lector supone que sucederán pero que no influyen en la trama de la novela. Cosa que es de agradecer...
Un saludo!