Es Cosa de Reírse, de William Saroyan

El no lo bastante valorado William Saroyan procede en Es Cosa de Reírse con un método que consigue helar la sangre del lector. Del naturalismo pasa de repente al melodrama para entonces, y de una manera que no puede definirse más que de angustiosa, al drama sin paliativos, a una tragedia total y absoluta.
Procede ya, por tanto, y desde el mismo título, desde la contradicción que se esconde detrás de las pequeñas vidas de la gente corriente, la aparente felicidad y lo frágil que es ésta, y como esas pequeñas vidas esconden grandes tragedias. Tragedias en toda su enorme magnitud.
Asistimos en primera instancia a la vida de la familia Nazarenus, que ha ido a pasar una temporada a la casa de campo, ahora desocupada, del hermano de Evan, el cabeza de Familia. Toda la familia, padre, madre, hijo e hija, parecen pasr la vida en relativa paz y armonía, disfrutando los niños de la novedad del campo, pero en conjunto, se trata de contemplar escenas de una vida normal, sin más, si acaso con la intuición de que hay un cierto abuso del alcohol en la pareja.
Esa inquietud incipiente estalla cuando Evan descubre que Swan está embarazada de otro hombre. En esos momentos Saroyan nos lleva al terreno del melodrama: la furia de Evan, la culpa de Swan, la ignorancia de Eva y Red, los hijos; la borrachera que busca la evasión y el olvido, las conversaciones de Evan Con Dade, su hermano, y los consejos de éste.
Pero la semilla de la inquietud se desarrolla, tanto en la familia Nazarenus como en el lector que los acompaña. Evan intenta en vano perdonar; Swan se siente cada vez más culpable de la ruptura de la familia. Y el drama emerge.
¿Puedo adelantarles lo que sucede al final? Al fin y al cabo ésta no es una novela de intriga, su objeto es contemplar a unos personajes, entender sus motivos y sus actitudes y ahondar en sus caracteres. Pues bien, tras una combinación de aborto clandestino y sobredosis de calmantes Swan Muere; Evan hiere mortalmente de un diaparo a Dade, hecho disimulado por un médico comprensivo como un accidente de arma de fuego. El hombre que dejó embarazada a Swan se suicida, dejando a Evan una carta reveladora. Y cuando Evan se dirige a comparecer ante el juez, muere en un accidente de automóvil. Y el lector queda abrumado, preguntándose por el destino de Eva y Red, los niños.
Si bien el título tiene su justificación en un pasaje de la novela, conforme uno va leyendo se pregunta de qué hay que reírse, salvo que esa risa sea una mueca. Y es que Saroyan, narrador inmenso, va perfilando línea a línea a sus personajes y sus vidas, y nos demuestra lo frágiles que son, que somos, y como un pequeño hecho, un cambio que puede parecer enorme porque está magnificado, puede destrozar vidas completas, malograr el pasado y aniquilar el futuro.
Lo que nos relata Saroyan en Es Cosa de Reírse es un hecho cotidiano, usual, que se convierte en una tragedia devastadora, descarnada, terrible. Es evidente que pocede por exageración, pero es que si no fuese así no le prestaríamos atención. Un embarazo adúltero, insisto, es algo cotidiano. Pero sus consecuencias para todos los implicados las desconocemos. Tomen las juertes de los Nazarenus como un símbolo. De la destrucción de esa familia como tal.

(The Laughing Matter)
Círculo de Lectores
Barcelona, 1969 [1953]

Reeditada por Ediciones El Acantilado con el título de Cosa de Risa

Portada y sinopsis

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