LTI. La Lengua del Tercer Reich. Apuntes de un Filólogo, de Victor Klemperer

(LTI. Notizbuch eines Philologen)
Ed. Minúscula, col. Alexanderplatz
Barcelona, 20014 [1947]
Trad. de Adan Kovacsics

Hemos visto ya en Lo Seco y lo Húmedo, de Jonathan Littell, un estudio sobre el discurso nazi-fascista. En el caso que nos ocupa hoy, Victor Klemperer realizó este estudio no a posteriori sino en base a las continuas anotaciones en sus cuadernos realizadas desde 1933 sobre los modos, manierismos, imposiciones, neologismos y términos preferidos empleados por los nazis y que lograron instaurar (como la ideología, como una forma de vida y de muerte, como unos hábitos comunes) en la sociedad alemana, hasta conformar una lengua propia y única del Tercer Reich.
Si el análisis de Littell era psicológico, Klemperer se centra en el aspecto filológico, pero sin evitar las cuestiones sociopolíticas. Como insiste Klemperer, «el lenguaje no sólo crea y piensa por mí, sino que guía a la vez mis emociones, dirige mi personalidad psíquica, tanto más cuanto mayores son la naturalidad y la inconsciencia con que me entrego a él».
LTI significa Lingua Tertii Imperii, lengua del Tercer Reich. En las 410 páginas de este ensayo veremos ejemplos palmarios de esta lengua propia destinada a conformar una realidad, una cosmovisión o Weltanschauung (un término empleado intensivamente por los hombres del Reich). Su recolección y estudio no estuvieron exentos de dificultades; Klemperer era judío, aunque casado con una mujer "aria" (lo que le evitó la "emigración", por emplear la palabra nazi, al campo de exterminio de Theresienstadt), por lo que las restricciones intelectuales fueron casi totales: desposeído de su cátedra, con la entrada prohibida a las bibliotecas, la posesión vetada de libros que no fueran judíos, el veto a la lectura de periódicos y revistas "alemanes", Klemperer tuvo que basarse en los discursos radiofónicos que podía oír (la posesión de una radio le estaba vedada; el escuchar a Hitler y a los otros jerarcas, también; esas palabras no estaban destinadas a los judíos y, por tanto, las tenían prohibidas), el lenguaje oral de la calle y las lecturas clandestinas que pudiera hacer, jugándose una paliza o algo peor.
El primer mérito de este libro es el ser una fuente de primera mano y su inmediatez. Publicado en 1947, es probablemente el primer estudio sobre el lenguaje nazi. Pero no sólo en esto radica su validez;L el ser inmediato implica que no sólo se analiza el discurso filológico nazi escrito o radiado, sino también su calado social y su transmisión en el habla cotidiana, incluyendo algunos fracasos de implantación, que los hubieron.
Cuando se habla de filología suele asociársela a algo pesado, enrevesado y tedioso. No es el caso, porque el enraizamiento en la realidad es tan constante que el texto adquiere un enorme interés. Porque, en efecto, los propios nazis estaban convencidos de que el lenguaje creaba una realidad, y buena prueba de ello es la "mentira repetida mil veces" que se convierte en verdad de Goebbels.
Y los casos son continuos en estas páginas: «Humanität huele de manera penetrante a liberalismo judío, pero la Menschlichkeit alemana es otra cosa». El uso del superlativo: la Gran Alemania, la Gran Ofensiva, la Gran Manifestación, utilización tan idiosincrática del lenguaje del Reich que el partido nacionalsocialista se reservó por decreto el derecho de su uso, prohibiendo su utilización no autorizada: una tienda con los "expertos mejor formados" debía pasar a ser una tienda con "expertos formados" o "bien formados". Las tres primeras palabras nazis de las que tuvo conciencia Klemperer: "Expedición de castigo", "ceremonia de estado" e "histórico", aplicada esta última a cualquier cosa que tocara el nazismo. Etc.
O, probablemente, la más clara de las intenciones ideológico-lingüísticas nazis: el uso de "fanático".
«Si alguien dice una y otra vez "fanático" en vez de "heroico" y "virtuoso", creerá finalmente que, en efecto, un fanático es un héroe virtuoso y que sin fanatismo no se puede ser héroe. la palabras "fanático" y "fanatismo" no fueron inventadas por el Tercer Reich; este sólo modificó su valor y las utilizaba más en un solo día que otras épocas en varios años. Son escasísimas las palabras acuñadas por el Tercer Reich que fueron creadas por él; quizá, incluso probablemente, ninguna. En muchos aspectos, el lenguaje nazi remite al extranjero, pero gran parte del resto proviene del alemán prehitleriano. No obstante, altera el valor y la frecuencia de las palabras, convierte en bien general lo que antes pertenecía a algún individuo o a un grupo minúsculo, y a todo esto impregna palabras, grupos de palabras y formas sintácticas con su veneno, pone el lenguaje al servicio de su terrorífico sistema y jhace del lenguaje su medio de propaganda más potente, más público y secreto a la vez.»

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4 comentarios:

Mònica Pagès dijo...

Gràcies un altre cop, Lluís, per aquesta fantàstica i interessant ressenya. Sí, veritablement, el llenguatge determina el comportament i, per tant, la cognició. Aquesta anàlisi sobre el llenguatge nazi promet!
Salutacions

Lluís Salvador dijo...

Hola, Mònica:
Molt interessant, aquest llibre. I una de les coses que m'ha estranyat és la senzillesa en l'anàlisi i la narrativitat que mostra, que el fa molt assimilable pel gran públic. Una joia.
Una salutació!

Castellanoparlante despistada dijo...

Por favor, ¿serían tan amables de traducir sus comentarios al español? No entiendo nada (sin acritud). Gracias.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Castellanoparlante:
Por supuesto que sí, si es que así se pide. Ahora me pongo a ello.
Sin embargo, un detalle: El blog es de expresión castellana, pero los comentarios son libres de hacerse en la lengua natal de uno (o la que considere más oportuno). Y yo, si puedo, los contestaré en esa misma lengua, y si no emplearé una lengua puente.
Y ahora, respecto a los comentarios, Mònica decía:
Gracias otra vez, Lluís, por esta fantástica e interesante reseña. Sí, verdaderamente, el lenguaje determina el comportamiento y, por lo tanto, la cognición. ¡Este análisis sobre el lenguaje nazi promete!
Saludos


Y yo respondía:
Muy interesante, este libro. Y una de las cosas que me ha extrañado es la sencillez en el análisis y la narratividad que muestra, que lo hace muy asimilable para el gran público. Una joya.
¡Un saludo!

Y un saludo también para ti, Castellanoparlante!