La Leyenda del Santo Bebedor, de Joseph Roth

He aquí la historia de un milagro. Pero uno tan inusitado, callejero y contemporáneo que es un milagro laico. Y no sólo argumental, sino también literario, porque Joseph Roth consiguió, con una extrema brevedad, escribir una obra maestra.
En quince jornadas (es decir, capítulos), veremos el peregrinar por la vida de Andreas Kartak, clochard parisino, que en un encuentro fortuito recibe doscientos francos de un desconocido. Sabedor que no los podrá devolver jamás, Andreas se resiste a aceptarlos, pero el desconocido le pide que si tiene que devolverlos a alguien lo haga a santa Teresita de Lisieux, en la iglesia de Santa María de Batignolles.
En ese deambular, una y otra vez Andreas se acercará a la iglesia con los doscientos francos adeudados, y una y otra vez será desviado de su propósito: por antiguas amantes, por antiguos amigos. Pero sucesivos milagros se suceden: en cuanto su bolsillo se vacía, de una u otra manera vuelve a tener dinero.
Y entre copas de vino y sucesos maravillosos, Andreas también va recuperando la conciencia de su vida anterior y encontrándose con su vida pasada, mientras Roth nos lleva a descubrirnos no tanto la vida como la integridad y bondad de ese santo laico, un santo bebedor e imposible, que obtendrá una muerte dulcísima y emocionante para el lector.
Pocas veces se ha escrito un libro así, con tanta maestría, en el que la naturalidad se combina con lo maravilloso y las situaciones que parecen insolubles desarrollan caminos inesperados que fascinan al lector.
Se ha exagerado, creo, en encontrar paralelismos entre esta obra y la vida de Roth, que era alcohólico y que también tuvo una muerte parecida a la de Andreas. Es evidente que en la literatura de la experiencia Roth sacó buenas lecciones de sus momentos de embriaguez para trasladarlas al papel, pero habiendo leído muchas más obras del autor austríaco me apresuro a afirmar que su talento no tenía porqué basarse en supuestas experiencias o en los hechos vividos en primera persona. La imaginación y estilo que derrocha en esta obra no tiene nada que ver con la biografía y mucho con el talento.
Hay muy pocos libros que causen que el lector desee prolongar en el tiempo su lectura, que no acaben jamás. Joseph Roth induce a esa sensación, y si bien la novela termina, su efecto perdura en el lector dejándole en la memoria una historia imborrable.

(Die Legende vom Heiligen Trinker)
Ed. Anagrama, col. Panorama de Narrativas
Barcelona, 2006 [1939]

Portada y sinopsis


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2 comentarios:

Carm9n dijo...

Acabo de reseñar en el blog, esta semana mismo, mi primera lectura de Joseph Roth, El Leviatán. La leyenda del santo bebedor es mi siguiente proyecto para seguir conociendo a este autor. Esupenda reseña.
Saludos,

Lluís Salvador dijo...

Hola, Carmen:
¡Qué bueno que es Joseph Roth! Y cuanto más lo leo, más me gusta. No es que sea un autor olvidado, pero sí uno que merecería más atención. De modo que gracias por dársela. Ahora paso por tu blog.
Un saludo!