Los Corruptores, de Jorge Zepeda Patterson
Primera novela de Jorge Zepeda, se trata, más que de una novela negro-criminal, de un thriller político mexicano (a veces demasiado mexicano, para nosotros los foráneos, pero vaya, nos las vamos apañando a poco que se conozca la historia general reciente de México).
Tomás, un periodista que ha ido desencantándose de su profesión y de sí mismo, se despierta un día encontrando que en su crónica del día anterior ha publicado una bomba informativa, apenas sin darse cuenta. En su información sobre el secuestro y posterior asesinato de la actriz Pamela Dosantos ha incluido una referencia a una pista policial que le fue dicha, un poco al desgaire, una pista que conduce directamente al secretario de Gobernación, Salazar, de quien Pamela era amante.
El tema es serio; el secretario puede tomárselo a mal y Tomás puede acabar muerto en una zanja, de modo que recurre a sus amigos de la infancia, Los Azules, que han seguido carreras diferentes, en la política y en la enseñanza, y que se conjuran para minimizar los riesgos que la información publicada pueda acarrearle a Tomás.
Es evidente que la información era una trampa, una pista plantada para desprestigiar a Salazar y que Tomás, con esa desgana que le ha quedado con los años de desencanto, no comprobó antes de publicarla.
El caso es peliagudo, puesto que Pamela Dosantos fue amante de una buena serie de políticos, y hay mucha gente que se podría sentir amenazada por sus confidencias, si es que dejó alguna registrada.
Sin contar conque la misma Pamela tiene familiares en el cártel de Sinaloa...
Como pueden, ver, no es una novela de resolución simple y lineal (los thrillers rara vez lo son), pero Zepeda se las agencia para llevar la trama paso a paso y con claridad hasta su conclusión.
La virtud de esta novela, sin embargo, no reside tanto en el argumento criminal como en poner sobre el tapete la atmósfera moral de la clase política mexicana, inmersa en juegos de poder y corrupción que llevan décadas perpetuándose. Zepeda es periodista, y en la nota final afirma que la trama se queda corta con respecto a lo que realmente sucede en México. Dice que ha cambiado los nombres y los lugares, pero los escándalos de corrupción reflejados en esta novela prácticamente están sacados de la realidad. Y uno se queda con la sospecha de que podría haber incluido más si hubiese querido, pero cuatrocientas páginas dan para lo que dan.
Los personajes de Los Azules están bien elegidos: Tomás, un periodista político desengañado, Amelia, la líder de un partido de la oposición, Jaime, un cerebro en cuestiones de inteligencia y seguridad política, y alguien que aspira a convertirse en la eminencia gris de México, y Mario, el profesor universitario voluntarioso y humano, componen un grupo al que les une la amistad, pero en el que las dependencias políticas y personales de sus vidas no les hacen actuar linealmente, y por tanto proporcionan un valor añadido a la tensión de la novela.
En suma, una narración bien estructurada y que, pese a algunos fallos de primera novela, es una buena incursión en un género poco visto en latinoamérica, como es el de la componenda dentro de los círculos reales de poder político y económico.
Eds. Destino, col. Áncora y Delfín
Barcelona, 2013 [2013]
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