Don Juan en Sicilia, de Vitaliano Brancati

(Don Giovanni in Sicilia)
Ed. Sirmio/Quaderns Crema
Barcelona, 1994 [1941]

Conocí la obra de Vitaliano Brancati en mi juventud, en una de esas ofertas de saldo de 3 x 1, en las cuales incluí en mi selección un ejemplar de El Guapo Antonio. Ya entonces me sorprendió agradablemente, y muchos años después pude ver la versión fílmica, interpretada (¡cómo no!) por Marcello Mastroianni.
Esta es una obra casi gemela a El Guapo Antonio, sólo que si en aquélla la historia era la de un hombre tan bello que las mujeres lo tomaban como objetivo unánime, en Don Juan en Sicilia lo que Brancati nos explica es la obsesión del protagonista por La Mujer; no una en concreto, sino la mujer en general, en sus diferentes facetas. Brancati puede haber creído que hablaba sobre esta parte del carácter siciliano, pero una vez leído el libro, uno llega a la conclusión de que esta obra tiene un carácter más universal de lo que parece.
Provista de una fina ironía y buenas dosis de humor, la historia de Giovanni Percolla empieza cuando él y sus amigos se obsesionan por las mujeres. Pero es una obsesión extraña, al menos contemplada en frío; en realidad, es más común de lo que parece. Porque esta obsesión se desarrolla de tal manera que las mujeres más disfrutadas, las más deseadas, las más comentadas, son las vistas, no aquellas a las que hablar y, por supuesto, no aquellas a las que poseer: "Giovanni cada vez era más entusiasta del placer que dan las mujeres [...], pero de las mujeres de carne y hueso empezaba a tener una opinión muy baja". Es el ideal (o el deseo inalcanzable, precisamente por serlo) lo que les motiva, les emociona, les excita.
De pronto, Giovanni cambia su vida ordenada y entra en una espiral de extravagancias, al menos para sus allegados. Y es que una mujer (y podía haber sido cualquier otra) le ha mirado largamente. Y, claro, Giovanni se ha enamorado.
Esta fase del cortejo de las miradas, de las presencias, finalizará cuando, por fin, pueda prometerse con esa mujer. Del sufrimiento pasará a la sujección voluntaria, que culminará en el matrimonio y la vida en común. La monotonía y luego, por descontado, la infidelidad, los celos, la perspectiva de la paternidad y, finalmente, la vuelta a Sicilia, que representa para Giovanni un respiro temporal de soltería que, en el fondo, es su estado de felicidad natural.
La ironía con la que Brancati nos lleva por todos estos estadios es notable. Al leerlo, uno cree que el autor no puede ir más allá en esa situación y, sin embargo, lo consigue, y por muy exagerada que pueda parecer, no deja el lector de encontrar paralelismos o casos en la vida real.
Es una novela tremendamente meditada, enormemente sagaz, inconmensurablemente divertida que, al mismo tiempo, retrata con inteligencia la visión que de la mujer tiene ese bicho raro, el hombre.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena reseña de un libro memorable
te felicito
saluditos