Jazz Porque Sí: Kenny Barron en el Bradley's de Nueva York

Un concierto de piano a trío por lo general promete un ambiente relajado, propicio a escuchar pausadamente y con atención, y eso es lo que el gran, pero realmente grande, Kenny barron nos ofrece y podrán ustedes percibir nada más empezar esta actuación. Pero no se confíen; hay también un swing indescriptible, y unas piezas tocadas a tiempo rápido que son verdaderamente excitantes. Barron se halla muy bien acompañado aquí, con un contrabajista que merece la pena escucharse, Ray Drummond (llamado "Bulldog" no sólo, como dice el Cifu, por su cara, sino porque el cine americano ha dado un personaje en los años 20 que fue enormemente popular, el aventurero / detective Bulldog Drummond; con el apellido de Ray, el juego de palabras entre el personaje y el músico estaba servido); y el bueno de Ben Riley a la batería. Lo de bueno no es calificativo de su manera de tocar, puesto que es algo más que eso. Lo digo porque fue acompañante habitual de Thelonious Monk, y en los vídeos que he podido verle muestra una paciencia y comprensión de la música de Monk (y de sus excentricidades) fuera de lo común.
El caso es que Barron toca. Y toca un montón. Y muchísimo más que bien. Lo de escuchar con atención y calma un concierto de piano a trío es cierto, pero esa atención se verá recompensada con bastantes sorpresas. Porque barron no sólo es un gran intérprete. también es un músico enorme, y hay veces en que ustedes percibirán auténticas diabluras sobre el teclado, pasajes en los que se preguntarán cómo podrá salir de ellos Kenny Barron. Pues sale con bien, por la puerta correcta y a lo grande. Todo ello sin florituras innecesarias.
El programa se compone de You Don't Know What Love Is; The Only One, un homenaje a Thelonious Monk y muy en su aire; Shuffle Boil, a piano solo; Un impresionante Well You Needn't, con intervenciones magistrales por parte de todos, Barron, Drummond y Riley; Solar; Alter Ego; Everybody Loves My Baby; y Canadian Sunset, que quedará incompleto por el final del programa, pero del que se escucha el solo de Barron entero.
Una actuación magistral, un concierto antológico, uno de los mejores recitales de piano que se puedan escuchar en jazz; una delicia, en suma. Atentos a las explicaciones del Cifu, que les situarán en su contexto los intérpretes y la música. Que ustedes lo disfruten.

Nota para la audición: Si el reproductor de RNE fallara, cosa que sucede con demasiada frecuencia, y no se mostrara bien en su pantalla, debajo de la caja del reproductor hay una serie de enlaces. Clicando sobre el último de ellos aparecerá la pantalla de los podcasts de Jazz Porque Sí, con un reproductor que, esta vez sí, reproducirá a la perfección el programa.

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