Perder Es Cuestión de Método, de Santiago Gamboa
Ed. Grijalbo Mondadori, col. Literatura
Barcelona, 1997 [1997]
Cundo un país se ve inmerso de manera prolongada en el tiempo en una situación distorsionadora, esta tiende a invadir todos los medios, salvo los puramente evasivos. Es por tanto un fenómeno infrecuente, por ejemplo, que en esta novela el colombiano Santiago Gamboa evite (aunque lo mencione) el tema de las FARC, la guerrilla y el narcotráfico y se centre, en cambio, en la corrupción inmobiliaria.
El protagonista en este caso no es un detective, sino un periodista, Víctor Silanpa (en un ¿homenaje? al premio Nobel de literatura finlandés; por cierto, algún día alguien debería hacer algún estudio que relacionara estos investigadores no policiales con sus respectivas sociedades). Claro que investiga no estrictamente por prurito profesional. De hecho, Silanpa recibe los avisos de crímenes directamente de la policía, que entonces se sienta a esperar a que el periodista les haga el trabajo de investigación. Un convenio beneficioso para ambas partes, pero uno que dice mucho del clima moral existente.
Culta, innovadora, bien escrita, con dosis de ironía y humor excelentes, la novela trasciende al género, muy a la Vázquez Montalbán, incluyendo las incursiones culinarias, para sumergirse en política, en la componenda y el espectro de la clase dominante y triunfadora de un país, que vive, en la práctica, en otro mundo, uno diría que en otra nación. Todo alrededor de unas escrituras sobre unos terrenos que pueden proporcionar unos beneficios millonarios. Tantos, que permiten gastos extra, como el asesinato.
Sin esta ironía que persiste en el relato, nos hallaríamos frente a un policíaco más, muy bien escrito, eso sí. Pero el humor, como no me cansaré de repetir, suele ser un buen instrumento para poner a la vista cualquier miseria, moral, política o social. Gamboa lo ha comprendido a la perfección y así, riendo, riendo, nos llevará de la mano hacia una conclusión y una comprensión que se otra manera sería deprimente (pero real) y que así planteada es cómicamente desoladora.
Portada y sinopsis
2 comentarios:
Hola, Lluis.
He leído dos libros de Gamboa: "El síndrome de Ulises" y "Necrópolis", con resultados desiguales en mi ánimo, pues la primera me pareció extraordinaria, mientras que la segunda, por ambiciosa termina siendo fallida. Por otro lado, "Perder es cuestión de método" tiene una versión cinematográfica, que protagoniza el actor mexicano Daniel Giménez Cacho. No la he visto, sin embargo son varias las personas que me la han recomendado.
Recibe un cordial saludo.
Arturo López.
Guadalajara, México.
Hola, Arturo:
Yo tropecé con Gamboa por casualidad, de modo que esta es la primera y única novela que le he leído. Y me ha sorprendido por su sentido del humor. Hay unos soliloquios del jefe de policía en una reunión de "adelgazar por la fe" o algo parecido que son auténticamente cómicos y surrealistas, y que parecen incluso desconectados de la trama, como puestos como contrapeso, pero que, según avanza la novela, se ve que tienen función narrativa, y bastante importante. Pero el hecho de emplear ese tono ya me sorprendió. Es extraño en el género (salvo, tal vez y de forma recurrente, en el caso de Donald Westlake), y mucho más raro hacerlo bien.
No he visto la película, pero si hay recomendaciones por medio, será cosa de estar ojo avizor. Si el cine español ya dura poco en nuestras salas, imagínate el que llega de Hispanoamérica... Pero puede que corra en algún sitio en DVD.
Y tomo nota de "El Síndrome de Ulises". Intentaré buscarla. Y me apartaré de Necrópolis, je, je...
Un saludo muy cordial!
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