Antología Poética, de Ángel González

Alianza Ed., col. El Libro de Bolsillo
Madrid, 19823 [1956-1977]
Selección del autor
Introducción de Luis Izquierdo

Ángel González fue uno de esos poetas fundamentales que pasaron por la vida siendo un nombre reconocido pero al que apenas los cuatro locos que leen poesía (quiero decir que verdaderamente leen poesía) apreciaban en su justo valor, que era inmenso. Hombre, más que tímido, discreto, incluso su rostro era poco conocido, tal vez porque a él no le gustaban las alharacas de la promoción, la popularidad y los medios. Que aún así descollara en el panorama poético español dice mucho de su poesía.

De Áspero Mundo [1956]

Cumpleaños
Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.

Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

Es muy difícil escoger entre sus poemas. Habrán que gusten más que otros, como siempre, pero, o bien por calidad natural o bien por autocrítica, Ángel González no publicó nunca un mal verso, o incluso mediocre. En los tres que selecciono aquí puede darse la impresión de que era un poeta personal, que se miraba a sí mismo. De entre sus temas, éste era uno, pero en absoluto único. Desde lo social a lo universal, todo en el mundo fue su tema.

De Sin Esperanza, con Conocimiento [1961]

Crisis
Lo ideal en estos casos
sería morirse de muerte natural,
hacer un gesto agrio,
estirarse
definitivamente,
y marchar con cuidado
para que nadie pueda
darse por ofendido.
Pero ello no es posible
sin contar con Dios Padre
─y los restantes.
Por eso
─frío en la calle, tedio
en los que pasan─
permanezco en mi sitio, y vivo
─corazón asediado por el llanto─
mi hora la terrible:
la que aún no ha sonado.

Pero les ruego presten atención a que en sus poemas personales, Ángel González se reexaminó a sí mismo constante, críticamente. No fue poeta que hubiera hallado una fórmula magistral y se ciñera a ella, aferrado a lo fácil, apegado al funcionalismo. Siempre innovando, siempre evolucionando, fue uno de esos poetas del que se lamenta su desaparición no por lo creado, que ya era inmenso, insisto, sino por lo que le quedaba por escribir.
Me considero honrado por haber podido expresarle mi aprecio en vida, y privilegiado por el hecho de que me frecuentara de tanto en tanto. Hoy, los homenajes le sobran, pero el recuerdo jamás.

De Grado Elemental [1962]

Nada Es lo Mismo
La lágrima fue dicha

Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su realidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído
fruto
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:

nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.

Portada y sinopsis

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3 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

Fascinante Ángel González, gracias por la reseña y los poemas.

Un abrazo de 2010

Ophir

Mannelig dijo...

Le descubrí en Otoños y otras luces, en 2001. Algunos años más tarde vinieron sus versos completos, en la edición aumentada de Palabra sobre palabra.

He leído en la vida poemas que dejan sin aliento, que hacen surgir emociones de una manera difícil de explicar. Sin duda, unos cuantos son de Ángel González.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Ophir:
¿Verdad? Pues lo que sufrí para escoger los poemas... Sólo tres, y tantos que se tuvieron que quedar fuera tan buenos como estos (o tal vez más, porque la poesía es algo personal).
Gracias por la visita y el comentario, y un saludo!

Hola, Mannelig:
Lo dices con menos palabras de las que empleo yo, pero tal vez por eso con más tino: en efecto, la poesía de Ángel González te sobrecoge, por lo cercana, por lo perfecta, por lo medida, por lo pensada, pero sobre todo, porque es una voz que puedes interpretar como tuya.
Gracias por el comentario, recibe un cordial saludo!