Ragionevoli Dubbi, de Gianrico Carofiglio

Sellerio Editore, col. La Memoria
Palermo, 200613 [2006]
Serie Abogado Guido Guerrieri nº3

Hay escritores cuyas carreras son peculiares contempladas en conjunto. Los hay que empiezan prometedoramente y luego van ascendiendo en recursos y logros, la más lógica de las evoluciones. Los hay que empiezan a toda máquina y después se produce un declive doblemente frustrante para el lector y el propio autor (aunque a veces éste es el último en darse cuenta; pero para él). Pocos son los casos en que se produce una rectificación de trayectoria.
Gianrico carofiglio empezó como un tren lanzado con su Testimone Inconsapevole/Testigo Involuntario y luego (a mi juicio) sufrió un parón brusco con su segunda novela Ad Occhi Chiusi, bien planteada pero muy mal resuelta, lo que significaba que su valor quedaba reducido al de aporte de datos sobre su personaje, el abogado Guido Guerrieri. El raro mérito de un escritor en estos casos es el de autoanalizarse, dar un paso atrás si es necesario, suprimir la tentación de la prisa y la explotación del mercado y volver, si se considera necesario, a los orígenes para evolucionar desde allí.
Dudas Razonables representa uno de esos replanteamientos que salvan a un escritor del desastre. Guido Guerrieri es reclamado para defender a fabio Paolicelli (ex Fabio Raybàn, matón neofascista que fue), que está en prisión al habérsele descubierto en su coche, tras un viaje de turismo a Montenegro, un cargamento de cuarenta kilos de cocaína que transportaba involuntariamente. La defensa es insostenible, a menos que pueda llamarse a declarar al primer abogado defensor de Paolicelli, un personaje surgido de la nada cuando alguien se acerca a la esposa de fabio y le entrega una nota con el teléfono de ese abogado diciéndole que puede "resolver" el tema. Y aunque pueda declarar, habrá que provocar dudas razonables en el tribunal para que exculpe a Paolicelli.
Seguimos contemplando las peripecias vitales del abogado Guerrieri, cada vez más complicadas (como pueden serlo las del común de las gentes, por otra parte); el sistema legal italiano sigue siendo tratado con sencillez, claridad y, sobre todo, agilidad; se dejan interrogantes y subtramas pendientes que pueden dar continuidad y perspectiva a las aventuras posteriores; pero, sobre todo, se recupera el control narrativo y resolutivo de la novela, restableciendo el buen gusto y las ideas claras a la hora de narrar.
Si esto tiene continuidad en el futuro o no, será cosa de verlo. Pero ya es algo encontrarse a un narrador que se reexamine y rectifique sus errores. Es el lector el que sale ganando.

Portada y sinopsis de la edición italiana
Portada y sinopsis de la edición castellana

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2 comentarios:

Mannelig dijo...

Nos estás dejando un estupendo repaso de literatura italiana; ya estoy apuntándome unos cuantos ejemplos para la feria del libro, gracias.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Mannelig:
Más vendrán, en esta misma semana, y no sólo en el ámbito policial. Este año, el club de lectura en italiano en el que estoy ha sido muy fructífero...
Y hay otro aspecto: la literatura británica más o menos se controla sola. De alemán, no tengo más que rudimentos para pasar la noche en una habitación de hotel y no en las caballerizas, y las traducciones no menudean, de modo que, terra incognita. La literatura francesa sigue mirándose el ombligo y en una crisis que dura ya veinte años (no son opiniones mías, sino de los críticos literarios franceses); y en cambio, la literatura italiana está mostrándose como muy viva y, a la vez, muy vivaz. De modo que espero seguir en ello y encontrando obras reseñables.
Un saludo!