Getting to Know the General, de Graham Greene

Pocket Books/Simon & Schuster, col. Pocket Non-Fiction
Nueva York, 19855 [1984]

Cuando este libro (que podríamos traducir como Conociendo al General) cayó un poco por casualidad en mis manos, quedé sorprendido, no tanto porque fuera una obra de no-ficción (tenía ya noticias de la autobiografía de Greene, pero mi desconfianza en las biografías, y sobre todo en las autobiografías, es extrema) como por su protagonista. En efecto, este libro es la historia de la amistad entre un escritor tan complejo como Greene y el presidente de Panamá, el general Omar Torrijos Herrera.
Omar Torrijos es una figura singular dentro de la política americana. Coronel golpista que derrocó a un régimen corrupto, quedó en segundo plano; después sustituyó a uno de sus compañeros militares al frente de la presidencia de Panamá, instaurando una política socialdemócrata y prohibiendo los partídos políticos pero no que cualquiera pudiera presentarse a las elecciones aunque fuera a tulo personal. Resuelto a solventar de una vez por todas la cuestión del Canal, firmó los así llamados acuerdos Torrijos-Carter que, si bien dejaron insatisfecho al general, han acabado por devolver a Panamá la soberanía sobre la zona y el propio Canal de Panamá. Todo ello en una época en la que Centroamérica se convulsionaba con la Revolución Sandinista, la guerrilla Salvadoreña, las tensiones Guatemala-Belize y las intervenciones estadounidenses/contra en la zona. Torrijos acabó muriendo en un accidente de aviación que nunca ha terminado de esclarecerse si fue sabotaje, error del piloto o alguna otra causa.
Este libro surge precisamente con ocasión de la noticia de la muerte de Torrijos, como una especie de homenaje póstumo al amigo presidente y a aquellos que Greene conoció en Panamá. Queda envuelto en el misterio el porqué Torrijos se tomó la molestia de localizar a Greene en Antibes y ponerle un pasaje a su disposición para llevarlo a Panamá por vez primera. Tal vez tuviera que ver el hecho de que Greene hubiera pasado por la revolución cubana y otros países americanos, a los que trató con simpatía y espíritu crítico, en unas posiciones que, en aquella época, se acercaban más a la teología de la liberación que a otra cosa. El caso es que es indudable que la amistad surgió, hasta el punto de seguir reclamando su presencia en años sucesivos. Y hasta hacer que Greene formara parte del séquito panameño que estuvo en Washington durante la firma de los acuerdos sobre el canal. Pero también muestra el interés que tenía Torrijos en que Greene conociera la realidad americana, enviándolo a diversos países o facilitando el contacto con personalidades de la política caribeña y centroamericana.
Un libro es un objeto maravilloso. Uno lo deja en la mesa, lo contempla y sabe que hay una historia en su interior. Pero entonces lo levanta y, alrededor del hueco que deja, uno puede percibir que hay algo más que lo rodea, una realidad que ese libro ha conformado en su entorno y que no se contiene en él. Lo mismo sucede con este. Cuando uno lee Getting to Know the General no sólo se adentra en un fragmento de historia apasionante y vivido en primera persona, sino que contempla también las historias de Greene de otra forma, y se interroga de cuánto de vivencia tienen, cuánta fabulación existe en realidad en sus novelas. A falta de leer Ways of Escape, donde Greene relata sus aventuras por el mundo, este libro no sólo es una aproximación íntima a un personaje enigmático y a una época histórica; también es un punto de vista nuevo desde donde contemplar toda la obra de Greene y su creación.

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