Autobiografía, de G. K. Chesterton

A su muerte, el autor más genial de su generación, Gilbert Keith Chesterton, dejó esta autobiografía notabilísima, y que es un lujo leer.
Más que pasar por sus peripecias vitales (aunque las hay, y tratadas con un fino humor), o por su obra, que está muy ausente de este texto, siento el parecer del autor que esa obra (El Hombre que Fue Jueves, El Napoleón de Notting Hill...) era menor y prescindible, Chesterton se centra en los acontecimientos y personajes políticos, intelectuales, periodísticos y religiosos (la religión fue un componente muy importante en la vida de GKC, sobre todo en sus últimos estadios) que le tocó conocer.
Lo cual no animaría precisamente a la lectura de este libro si consideramos que no sólo nos caen muy lejos en el tiempo, sino que no somos ingleses y apenas conocemos a los protagonistas de la época.
Pero ahí es donde el genio de Chesterton se muestra superior a la mera brillantez de cualquier biógrafo o historiador. Porque, en efecto, si Chesterton se limitara a opinar sobre una situación concreta, este libro tendría un interés y valor limitados. Sin embargo, lo que Chesterton hace es un alarde de abstracción filosófica y cuando, por ejemplo, analiza un hecho periodístico, ese pensamiento genial sabe dirigirse a lo absoluto del hecho, con lo que resulta una reflexión clara y nítida sobre el periodismo en general; y el lector queda sorprendido. Porque lo que decía Chesterton a principios del siglo XX sobre hechos de principios del siglo XX es perfectamente aplicable a los problemas del periodismo hoy en día. Y me atrevería a decir que a aquellos que surjan en el futuro.
Es una rara cualidad, y el lector avanza de tema en tema obteniendo lecciones vitales imperecederas que no son producto de la casualidad, sino de una reflexión crítica, lúcida y universal por parte de una mente que sólo puede definirse como privilegiada. Y el lector se sorprende, a la vez, de lo poco que hemos cambiado mientras en apariencia hemos avanzado un largo trecho.
En esta biografía tan poco usual, nos encontramos con el nacionalismo, el imperialismo, la política y la ciudadanía, el papel del periodismo, la ética empresarial, la guerra y la paz y una miríada de temas m´s. Las reflexiones de Chesterton no son ecos pasados de una época ya desvanecida, sino una exposición de una ética universal e intemporal que rinde homenaje al ser humano, falible pero decente, y a su progresión hacia la justicia y el humanismo. 


(The Autobiography)
Quaderns Crema / Acantilado, col. El Acantilado
Barcelona, 2003 [1936]
Trad. y notas de Olivia de Miguel

Portada y sinopsis

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