Voces que Susurran, de John Connolly

(The Whisperers)
Tusquets Eds., col. Andanzas
Barcelona, 2011 [2010]
Serie Detective Charlie Parker nº 10

He comentado ampliamente la serie del peculiar detective Charlie "Bird" Parker, y saben ustedes que le tengo un gran aprecio, porque consigue recuperar un género, el del detective psíquico, y encajarlo, en primer lugar, en el mundo contemporáneo, y en segundo, en la novela negra moderna. Sin que chirríe jamás.
Cada sucesiva novela de la serie es un paso más en la definición del carácter y las circunstancias vitales del protagonista, así como abrir un poco más la puerta de qué es realmente Charlie Parker, si hombre o demonio arrepentido.
Sin embargo, Connolly no es sólo autor de género, y cuando he dicho que su serie se insertaba con toda perfección en el ámbito de la novela negra moderna, quiero decir que no se ausenta de lo que sucede en el mundo (justamente un defecto que adolecieron los detectives psíquicos que le precedieron, convertidos en unos Hércules Poirot de pacotilla dedicados a atrapar fantasmas las más de las veces victorianos). En este caso, lo que ha sucedido en el mundo son varias guerras, pero una en particular que ocupa a la sociedad americana, como es la de Iraq.
Esto, y el trato que reciben los veteranos de guerra a su regreso al hogar, es un tema centra de esta Voces que Susurran. Pueden comprobarlo en la sección de agradecimientos (Connolly es autor de los que agradece bastante; en su descargo, diremos que ahí también proporciona la bibliografía que ha utilizado, y es tan apasionante como la novela). El síndrome de estrés postraumático, esa dolencia que afecta a aquellos que han sufrido una experiencia traumática y que, después de haberla en teoría superado, sigue actuando en sus vidas, es omnipresente en el texto.
Con lo que tenemos de nuevo la confirmación del papel de la novela negra contemporánea como reflejo de la sociedad en la que se desarrolla.
En cuanto a la trama "criminal" en sí, es otra de esas piezas de relojería a las que Connolly nos ha acostumbrado. Los museos de Bagdad han sido saqueados, y esas piezas arqueológicas tienen un mercado inmenso. Un grupo de excombatientes, que organizó el asalto al Museo Arqueológico de Bagdad, intenta darles salida, en una operación de contrabando a caballo de la frontera de Canadá y Estados Unidos. Pero entre ese botín hay una pieza particularmente inquietante. Y Parker, que ya casi se ha resignado a ser un imán de lo extraño, se topará con esta trama. Pero también se topará de nuevo con El Coleccionista, ese inquietante personaje que conocimos varias novelas antes y que también es un justiciero... aunque de un patrón absolutamente frío y despiadado.
No tengo ni idea de cuánto va a alargar la serie John Connolly. Pero sólo les digo que, mientras novela tras novela mantenga el listón de calidad tan alto como en esta Voces que Susurran, por mí puede hacer tantas continuaciones como quiera.

Portada y sinopsis

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5 comentarios:

Peke dijo...

Tiene buena pinta, aunque en su día este autor no me enganchó.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Peke:
Es, como ya he dicho, cuestión de gustos personales. Lo cierto es que, aparte de crear un nicho propio dentro de la novela negra, cosa que me atrae particularmente, Connolly está evolucionando también con su personaje, y cadavez sus novelas son más documentadas y sociales, lo cual me provoca curiosidad por ver dónde puede llegar...
Pero, insisto de nuevo, es cuestión de gustos. Y además, las novelas de Connolly no son precisamente obras para estómagos débiles. Cuando pone violencia no se arredra...
Un saludo!

Unknown dijo...


Bueno, empecemos.
Fue hasta El angel negro cuando sentí que lo sobrenatural tenia un papel mas importante en las novelas de Connolly y ha partir de ahí empezo mi incomodidad. No es que haya sentido que la calidad decaía, sino que ya era mas patente que estaba encaminado mas a lo sobrenatural. Antes las novelas eran también sobre la maldad, pero a fin de cuentas humana. Y debo confesar que en Los amantes, en la escena donde el fantasma? de la hija de Parker amenaza al periodista/escritor, me pareció mhmm poco creíble. Aun así, como ya mencionaste y coincido contigo, le perdono todo a John Connolly. Ademas el resto del libro es impecable.
Y como siempre me sigo asombrando de la investigación que debe realizar Connolly para sus libros. Estrés postraumatico y Bird. Soy estudiante de medicina y cada vez que me topo en la literatura con alguna enfermedad o condición medica, investigo hasta morir. Me pregunto si Connolly lo planeo desde el principo, creo que mencionaste algo de tener al personaje bien cimentado desde el comienzo. Ohh John Connolly.
Y otra cosa por la cual este autor siempre sera de mis preferidos, que por cierto no había mencionado en mis anteriores comentarios. Las citas. Tal vez sea por mis elecciones en cuanto a material de lectura, pero siempre me he encontrado con autores que o no ponen citas o las que ponen son lamentables. Se que es decisión de los autores y no es requisito para publicar un libro, pero bueno, es mi humilde opinión. Volviendo a John Connolly, me asombra lo diversas que son sus citas. Creo que a posible excepción de John Donne (y no hay nada que perdonar, porque aunque no soy fan de la poesía, Donne siempre ha tenido un lugar en mi corazón) no ha repetido ningún autor. Perdónenme, pero para alguien como yo, eso es asombroso.

Y como siempre, me encantan tus reseñas.
PD: no se si has leido "El libro de las cosas perdidas" también de Connolly pero te lo recomiendo, muy buen libro con entrevista del autor y mucha investigación. Y si ya lo has leído, agradecería mucho tu opinión.

Lluís Salvador dijo...

Hola, :
Es un delicado equilibrio el que debe ejercer Connolly en esta ficción peculiar que es la del detective psíquico. Es correr un riesgo tremendo, pero tengo gran admiración por los escritores que se arriesgan. He leído demasiados escritores que juegan a empatar, o que se continene falsamente, o que se nota que no dan todo lo que pueden en una novela; Connolly toma riesgos para crear un mundo coherente, y cuando le sale biem entonces es excelso; si le sale mal, bueno, es un escritor tan honesto con su obra que puede fallar en alguna escena, pero no en el planteamiento general ni en la fuerza que imprime a los personajes y situaciones, de manera que se le disculpa. Al fin y al cabo, el humor y el horror (léase lo sobrenatural) son las cosas más difíciles que hay en literatura.
Y respecto a la documentación, es un postulado muy presente en toda la literatura anglosajona moderna. Ya nadie, salvo los escritores muy poco conscientes, emprenden una obra sobre un tema concreto y real sin documentarse antes. Connolly es de los que se documentan, como lo demuestra en los apartados de agradecimientos, pero no es inusual; Stephen King contaba que las visitas echaban miradas "peculiares" cuando veían que al lado de la mesa donde escribía tenía una pila de metro y medio de alto sobre rituales funerarios en Nueva Inglaterra... :-)
Respecto al estrés postraumático... No, no creo que Connolly lo tuviera previsto desde el principio de la serie. El personaje principal está bien cimentado, y probablemente su final, pero en el camino intermedio pueden haber varias excursiones que no están planificadas. El tema de esta enfermedad surgió con los veteranos de las guerras del Golfo, que es cuando se empezó a hablar de ello, y es hasta probable que Connolly, que vivió en Nueva Inglaterra se topara con algún caso cercano, que le llevara a reflexionar sobre el tema. En cualquier caso, una de las virtudes que adornan la novela negra moderna es saber servir de termómetro social, de manera que es otra cosa que debemos agradecer a Connolly.
Y respecto a las citas, también a mí me llaman la atención. No sólo porque indican que John Connolly es hombre de vasta cultura, sino porque además lo identifican como un lector de poesía contemporánea más que notable, lo que, si bien no es inhabitual, tampoco es corriente.
No he leído el libro que citas, pero lo apunto de inmediato. Espero que muy pronto puedas leer la reseña y dialoguemos sobre él.
Un saludo muy cordial!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Itzel:
Pues está hecho. Acabo de publicar la reseña sobre "El Libro de las Cosas Perdidas". Ni que decir tiene que me ha encantado, y es un libro que muestra a un Connolly diferente, pero que dice también mucho sobre su forma de escribir y trabajar sus novelas...
Un saludo cordial!