Plata Quemada, de Leonardo Piglia

Hay varios motivos que hacen de esta novela de Piglia interesante. Primero, se trata de un caso real, acaecido en Buenos Aires y Montevideo en 1965. Después, el hecho de que Piglia, documentándose con esmero, tuviera acceso a los materiales secretos sobre el suceso, tanto judiciales como policiales. También que el autor utilice como narrador (más bien comentarista) fijo/discontinuo a Renzi, uno de sus personajes recurrentes del resto de sus ficciones. Pero sobre todo lo que la hace interesante es el estilo.
El suceso en cuestión relatado es el asalto en Buenos Aires de un furgón blindado por parte de una banda de delincuentes, con el amparo de algunos contactos en la policía y en las esferas políticas. ¿El botín? Siete millones doscientos tres mil novecientos sesenta pesos. ¿El reparto? No lo hay. Los asaltantes, una vez consumada la cción, deciden no dar su parte ni a los policías ni a los contactos políticos, y emprenden la huida, primero hacia el norte de Argentina, luego hasta Montevideo, para desde allí intentar llegar a Nueva York. Lo que Piglia relata es la historia de estos hombres, las vicisitudes de su localización por la policía uruguaya y el cerco y confrontación entre las fuerzas del orden y los protagonistas.
Hasta aquí, y según este somero resumen, podrían ustedes suponer que en nada se aparta de una de las típicas películas de, pongamos, gángsters de los años veinte. Sin embargo, es el estilo de Piglia lo que hace distinta esta novela. A primera vista, podría parecer aséptico, frío, cortante. Sin embargo, como podríamos describirlo mejor es como "despojado". Despojado voluntariamente de cualquier intromisión por parte del narrador, en primer lugar, y en segundo de cualquier intromisión de sentimientos más allá de los hechos y las propias palabras. Y ahí se obra el milagro. Todos esos sentimientos los tenemos, más que intuir, deducir de los hechos, de las actitudes. Pero poco a poco, las vidas y emociones de Malito, el Nene Brignone, el Gaucho Dorda y el Cuervo Meneses se hacen reales y toman cuerpo en la mente del lector.
Es una hazaña que requiere de una gran labor de narrador, y una en absoluto desdeñable, sólo al alcance de muy pocos escritores. De un suceso criminal, Piglia logra hacer una novela de una fuerza impactante en sus personajes y en sus destinos.

Ed. Anagrama, col. Narrativas Hispánicas
Barcelona, 20002 [1997]

Portada y sinopsis

btemplates

2 comentarios:

mario skan dijo...

Con esta novela Piglia ganó el premio Planeta en medio de un escándalo de arreglo con el jurado o palgio, no lo recuerdo. El asunto es que la novela es genial. Piglia dice que hizo mucho hincapié en la manera de hablar de los 60. Creo que lo logra.
La película está bien lograda y el tango Vida mia, con la que cierra el film es una joya.

saludos

Lluís Salvador dijo...

Hola, mario:
Bueno. No sé si por plagio, pero los premios Planeta de aquí, en cuanto a arreglos, es vox populi que están concedidos dos meses antes. Un día te podría explicar algunas cosillas en privado...
El aporte que haces sobre el léxico de los años 60, no siendo argentino, se me escapa, pero gracias a ti queda destacado. Ciertamente, el manejo del lenguaje es notable, entre otras cosas porque contribuye a ese despojo voluntario del que hablo, y que para mí es uno de los secretos de la novela.
La película no la he visto (aunque la tengo en cartera) pero espero que pueda comentarla también.
Un saludo!