Una Mujer en Berlín, anónima

(Eine Frau in Berlin)
Ed. Anagrama, col. Panorama de Narrativas
Barcelona, 20054 [1954]
Introducción de Hans Magnus Enzensberger
Epílogo de Kurt W. Marek (C. W. Ceram)

Este libro son las "Anotaciones de diario escritas antre el 20 de abril y el 22 de junio de 1945" por una mujer en Berlín, es decir, desde poco antes de la caída de la ciudad en poder de los rusos hasta el establecimiento de las zonas de ocupación aliadas. Respecto a la autoría, como dice Ceram en su epílogo, "que la autora desee permanecer en el anonimato es algo que cualquier lector del libro entenderá sin necesidad de explicación".
Si el frente de guerra, e incluso la victoria, es un mundo masculino, el frente de la derrota es, en cambio, un mundo casi totalmente femenino. Son ellas las combatientes por la supervivencia y las luchadoras frente al ocupante, una lucha que, frente a las violaciones y los abusos, salvo en contadísimos casos, perdieron irremisiblemente.
Su autora era periodista, y eso hace de su relato uno tremendamente objetivo. Apenas hay lugar para los sentimientos aquí. Y es, en efecto, una narración realizada con una gran frialdad, lo que para nada resta valor a lo narrado, antes bien, lo realza en su brutalidad y realismo. No es tampoco un relato solipsista; no nos hallamos ante una mujer encerrada en sí misma, sus necesidades y sus temores, sino frente a una mujer de mundo que sigue conservando su curiosidad por lo que le rodea y sus dotes de relación con los demás, por mucho que esta relación, tanto con sus vecinos berlineses como con los ocupantes rusos acabe más en el homo homini lupus que en la solidaridad o la piedad.
Y hay otra cosa que llama poderosamente la atención: este es un diario de apenas dos meses, un diario de trescientas páginas impresas. No es que sea mucho texto: es que fueron demasiados acontecimientos, demasiadas luchas por unas astillas de madera, por el racionamiento, por obtener un simulacro de normalidad, por evitar la violación, por la supervivencia física y emocional, todos concentrados, demasiado concentrados en muy poco tiempo, en algo que asemeja una pesadilla densa, excesiva para cualquiera que la haya tenido que sufrir.
Los libros de historia se detienen cuando acaban las batallas o las guerras; casi nunca caen en la cuenta y en el relato de que se sigue librando un combate, ilegal, criminal y casi siempre impune, contra la población civil. Por ello este testimonio de Una Mujer en Berlín es doblemente valioso.

Portada y sinopsis

btemplates

2 comentarios:

RebecaTz dijo...

Estupenda reseña, Lluís, ya había visto el libro pero no sabía de lo que me estaba perdiendo.
¡Saludos!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Andrómeda:
Es lectura dura, muy dura. Y puede dar la impresión de frialdad, pero es que sin distanciamiento a ver quién explica según qué... Casualmente, y a las pocas semanas de escribir leer este libro y leer la reseña por Televisión de Catalunya pasaron un documental sobre el tema, los últimos días del Reich, la ocupación del Berlín y la población ocupada y su relación con los ocupantes, con entrevistas a protagonistas directos. Fue como revivir, en otras bocas, las experiencias que relata la autora de Una Mujer en Berlín.
Un saludo!