Rita Hayworth and Shawshank Redemption, de Stephen King

en Different Seasons
Futura Books
Londres, 1982

Los que me conocen debían estar preguntándose cuándo iba a dejarme llevar de una vez por mis impulsos naturales y comentar un libro de terror. Bueno, pues esta es una obra de Stephen King, pero no de terror, ni de ciencia-ficción, ni de fantasía. Y es que las etiquetas tienen el defecto de ser pegajosas.
King publicó la serie de cuatro novelas cortas de ficción pura, casi naturalista, Different Seasons, cuando su fama como escritor de terror era tal que se le hubiese publicado la lista de la compra. Y hubiese sido una lástima que, caso de no haber vendido lo suficiente "en lo suyo", hubieran caído estas historias en el vacío.
Porque KIng tiene un dominio (cuando está en forma) casi absoluto del argumento y el ritmo narrativo. Pero no es de esto de lo que quiero hablar hoy.
Les supongo al caso del argumento de esta historia. Si son de los pocos que no la han leído o que no han visto la película Cadena Perpetua, como se llamó aquí (en los países civilizados conservó su título original, The Shawshank Redemption, la redención de Shawshank), entonces enhorabuena. Van a disfrutar de una experiencia MUY gratificante. Corran a su librería o biblioteca y busquen el relato. Léanlo. Y entonces corran a su videoclub y alquilen o compren la película. O esperen. Suelen pasarla por TV unas 3 ó 4 veces al año, y por mí como si la quisieran emitir una vez al mes. La vería igual.
Todo esto me lleva a hablar de las adaptaciones literarias a la gran o pequeña pantalla (y con la proliferación de teléfonos móviles, ordenadores, multisalas y homecinemas, la diferencia se diluye rápidamente. Me pregunto cómo se debe de ver Ben-Hur en un móvil). Son muy pocas las que respetan la obra literaria original. Dejemos que hable el mismo Stephen King: "A veces, cuando uno trata con Hollywood, tiene la impresión de que juega para empatar [...] y mi propia reacción, hasta el momento [1981], a las adaptaciones de mi obra es un suspiro de alivio, no por lo buenas que hayan sido, sino porque no son lo malas que hubieran podido ser". Esto con su propia obra. Hablando en términos más generales, añade: "Creo que los productores se gastan enormes sumas de dinero en comprar novelas para después enmendar la plana a los escritores en lo que no les gusta de ellas [...] ¿Es esta la manera de llevar una empresa? ¿de dirigir una compañía ferroviaria?"
Shawshank Redemption es una adaptación perfecta. No igual al original, porque hay cosas intrasladables a la pantalla en un una narración literaria, siempre. Pero superior al original en otras cosas. Y el secreto de una adaptación tan buena reside en el respeto (¿la admiración?) al original y, desde esa base un trabajo de amor.
Shawshank es una narración carcelaria. Un condenado a cadena perpetua, Andrew Dufresne, ¿justa? ¿injustamente? Es indiferente. El protagonista auténtico es el penal de Shawshank. Dufresne y su relación con Shawshank. Desde la primera palabra y el primer fotograma esa relación se establece, con sobresaltos, sí, pero dentro de ese paso suave y natural del tiempo que es una condena de por vida. Y sin embargo, no dejan de pasar cosas. No muy dramáticas, o contadas muy dramáticamente, pero que intrigan y mantienen el interés. Hasta que desemboca en un gran final. No se trata de que sea una gran historia, un gran argumento, una gran dirección, unos excelentes actores (¡todos están bien!). Es que es una obra de amor. Lean y vean.

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