El Diablo de la Botella, de Robert Louis Stevenson

El Diablo de la Botella compite, y con gran ventaja, en ser uno de los mejores cuentos escritos jamás. Si no lo han leído, les recomiendo que vayan a los enlaces al pie de esta entrada y lo hagan. Les envidiaré el placer y las emociones que sentirán al leer por primera vez este relato prodigioso.
La historia es sencillamente maravillosa, precisa, detallada. Desde su mismo inicio: el hombre que tiene una casa rica y todo para ser feliz pero no sonríe. Y es que el secreto de esa felicidad terrenal consiste en una botella creada por el diablo, que concede todo lo que se le pide, pero condena a su propietario. A no ser que la venda antes de morir, claro. Pero debe venderla por menos de lo que le costó. Y así, esa botella va acercándose más a la condenación del alma de un humano, cuando llegue a una moneda (porque debe ser moneda acuñada) tan ínfima que no pueda ser más fraccionada.
Hasta aquí tenemos un relato de engaño diabólico como tanto otros que se han escrito (y se escribirán; es un tema que da para mucho en cuestiones de ingenio, humor y moralidad). Pero Stevenson no era el artista de la narración reconocido que era para hacer un simple chascarrillo. El protagonista consigue la casa de sus sueños y vende la botella, y un día se enamora y consigue a la mujer que ama (sin, y es importante, el concurso de la botella). Su felicidad es completa, hasta que un día descubre sobre su piel una mancha que anticipa su trágico final: una mancha de lepra.
Su única esperanza es recuperar la botella. Y así empieza un nuevo relato, uno en el que las emociones y el amor se muestran a una altura como pocas veces ha conseguido la literatura con tanta economía de medios.
Robert Louis Stevenson, ese Tusitala que contaba historias a los niños en los Mares del Sur, consiguió hacer una y otra vez obras maestras de una sencillez impecable y que sin embargo conseguían emocionar y transmitir algo más que lo simplemente narrado. Se recuerda al autor inmortal de La Isla del Tesoro o El Extraño Caso del Dr Jekyll y Mr Hyde, pero tal vez debería también ser recordado por este relato, El Diablo de la Botella, tan fresco como el día en que fue escrito, tan enorme como las emociones que provoca.

(The Bottle Imp)
En El Diablo de la Botella y Otros Cuentos
Alianza Ed., col. El Libro de Bolsillo
Madrid, 19792 [1891]

Texto en castellano de El Diablo de la Botella
Texto en inglés de The Botle Imp en Project Gutenberg

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