Fragments of Papyrus from the Temple of the Older Gods, de William Kotzwinkle
William Kotzwinkle es un autor que se mueve con la misma facilidad (y originalidad) no sólo en los géneros, sino en la ficción denominada "principal". Es autor de esa novela de culto que es El Hombre del Ventilador, y de algunas otras que se publican como lo que son, literatura, aunque Kotzwinkle gusta de incluir siempre un gramo de fantasía en sus libros.
Fragmentos de Papiro Procedentes del Templo de los Dioses Antiguos es declaradamente una pequeña fantasía en el antiguo Egipto, una época y lugar que siempre ha sugerido un contacto íntimo entre el mundo real y el más allá de las divinidades.
Faraón es visitado por la Muerte durante una fiesta. Cuando despierta en su tumba, se dirige a la orilla del Nilo Negro, donde espera la llegada de su Barco Solar que le llevará al juicio y a la inmortalidad. Cuando éste aparece, embarca en él, pero se ve sorprendido al encontrar a bordo al Ensalzador Real y a su esposa, que han sido enterrados con el faraón. Y descubre que este no es su barco solar, al que ha esperado largamente y en vano, sino el que corresponde y cuenta la vida de sus dos sirvientes. El barco se dirige hacia la orilla donde el dios cocodrilo espera para pesar los corazones de los pasajeros, un pequeño frasco en el caso de ella, una moneda en el caso del Ensalzador, nada en el caso de Faraón.
Por supuesto, y tras este resumen argumental, el lector puede comprender que la fuerza del relato radica en su atmósfera, una que gradualmente se va haciendo más solitaria conforme se adentra en una eternidad que, en el caso de Faraón, sólo conlleva el olvido de su nombre y sus hechos.
Es virtud de Kotzwinkle que sea así, y mérito de su prosa el sumergirnos en el mundo egipcio y su noción de la inmortalidad. ¿Cuántas momias de sirvientes, escribas y bufones hemos podido recuperar e identificar, y cuántos faraones hay de los que sólo conocemos el nombre (y a veces, ni eso) y que han sido devorados por esa eternidad que pretendían alcanzar? Kotzwinkle es un autor muy perspicaz, y no escribe nada que no haya sido pensado y que no sirva al propósito del relato. Por eso la sencillez argumental no debe engañarnos. Hay más en este cuento de lo que el relato cuenta, y así debe ser. Por algo procede de la pluma "de uno de los más originales escritores que han agraciado el campo de la fantasía", como dice Terri Windling en la introducción.
En Demons and Dreams. The Best Fantasy and Horror 2
Legend / Random Century
Londres, 1990 [1988]
Ed. de Ellen Datlow y Terri Windling
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