El Quinteto de la Muerte, de Alexander Mackendrick
SESIÓN MATINAL
(The Ladykillers)
1955
Director: Alexander Mackendrick; Guión: William Rose (basado en una de sus historias) y Jimmy O'Connor; Intérpretes: Alec Guinness (Profesor Marcus), Cecil Parker (Claude, alias 'Comandante Courtney'), Herbert Lom (Louis, alias 'Mr. Harvey'), Peter Sellers (Harry, alias 'Mr. Robinson'), Danny Green (Un-Round, alias 'Mr. Lawson'), Jack Warner (El Superintendente), Katie Johnson (La Ancianita), Philip Stainton (Sargento); Música: Tristram Cary; Dir. Fotografía: Otto Heller; Montaje: Jack Harris; Dir. Artística: Jim Morahan.
En los años 50, la Ealing nos regaló una serie de comedias totalmente británicas, en su mayoría basadas en el tema del crimen perfecto (bueno, casi), con unos guiones estructuralmente perfectos y unos intérpretes que, aprovechándose de que la industria fílmica británica no había despuntado todavía y, por consiguiente, cobraban poco, serían difíciles de reunir años después. Un buen ejemplo es Oro en Barras/The Lavender Hill Mob, pero si una película ha perdurado y merece seguir siendo exhibida una y otra vez es El Quinteto de la Muerte.
El argumento es desmesurado desde su inicio: un grupo de ladrones se reúnen en una habitación alquilada por una encantadora ancianita, en teoría para ensayar su quinteto de cuerda, en la práctica para planificar y tener una base de operaciones para el robo de un furgón blindado.
¡Ay, las ancianitas! ¡Qué inofensivas y despistadas parecen! Y, sin embargo, esa inocencia y despiste, cuántos problemas pueden provocar. Y, sobre todo, ¿quién, llegado el caso, tendrá el valor de cargársela?
Una película deliciosa, en la que la grandiosa interpretación de Alec Guinness refuerza, que no empaña, las de Peter Sellers, Herbert Lom y los demás implicados, sin desdeñar la de Danny Green como una mole brutal que tiene un corazón de oro... a veces.
Una joya que, cómo no, ha sufrido un remake infame. Háganme caso y, en cuanto puedan, échenle un visionado. Sus continuos giros de guión, sus sorpresas, su ironía fundamental, todo, merecen la pena.
Tráiler:
4 comentarios:
Lluís: para mí, todo un descubrimiento. Ni idea de que esta versión existiera.
Los hermanos Coen me gustan, pero no me parecen magníficos. Su versión cusriosamente me gustó bastante, pero ahora deberé buscar esta. Será interesante contrastar ese ambiente evangélico sureño de EE. UU. con Inglaterra.
Gracias por compartir estas "rarezas".
Saludos.
Hola, Asterión:
Fíjate cómo son cosas, que ni recordaba que fueran los Coen los que habían firmado eso.
El problema es que hay directores que, confiesan, se sienten fascinados por ciertas películas. Uno sonríe, aplaude complacido... Y entonces hacen un remake de esas películas. Y a uno se le hiela la sonrisa. Pero ─les pregunta─ ¡Pedazo de acémilas! ¿No os gustaban tanto? ¡Pues entonces para qué intentar superar a vuestros maestros en su mismo terreno!
Y no estoy en contra de los remakes. Pero por lo general, para hacerlos decentemente hay que tener un control total sobre la producción y nocaer en esas incongruencias del "eso funcionaba entonces, pero ahora vamos a hacer esto otro".
Lo bueno de esta versión inglesa es la sencillez, un trabajo actoral enorme y unos giros de guión coherentes y que, sin embargo, sorprenden.
Y seguro que corre en DVD, aunque aquí en España la suelen pasar bastante por televisión.
Un saludo!
A pesar de mi adoración por los Coen, no puede por más que estar de acuerdo contigo en esta ocasión, un remake innecesario, que en mi opinión no está a la altura de la película original, esa sí cien por cien recomendable.
Abrazos
Hola, Vivian:
No sé, he estado reflexionando un poco sobre esto de los remakes. Creo que en este caso los Coen quisieron darle una pátina de verosimilitud, cuando justamente lo que tenía de bueno la versión originalidad era el ser algo tan descabellado que te animaba a seguir viéndolo. Entre otras cosas (por desgracia errores). Lo que sí es cierto es que falta respeto por el original cuando se hacen remakes. No respeto en seguirlo fielmente (hay ejemplos de fracasos clamorosos igual) sino en entenderlo bien. Desde la comprensión respetuosa, se puede hacer de todo (Primera Página/Luna Nueva/Primera Plana, por ejemplo).
Un saludo!
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