El Banquer Anarquista, de Fernando Pessoa
(O Banqueiro Anarquista)
Eds. de La Magrana, col. Venècies
Barcelona, 1988 [1922]
Siempre que releo El Banquero Anarquista me viene a la mente El Hombre que Fue Jueves, de Chesterton. Tal vez sea un sentimiento inconsciente, pero la relación formada en mi memoria es tan fuerte que jamás dejo de relacionar a este banquero anarquista con el misterioso y subversivo personaje del converso de Londres. Quizá sea porque el tema del anarquismo está presente en ambas obras, pero no lo creo. Más probable es que sea el tono polemista que preside ambos escritos. En todo caso, sería un ejercicio tal vez fútil o quizá provechoso investigar si Pessoa pudo haber leído la novela de Chesterton y haber recibido influencias de ésta.
El Banquero Anarquista no es más que la exposición filosófica de un banquero, que demuestra, en una charla de sobremesa, que él es un anarquista no sólo teórico, sino además práctico y el único anarquista auténtico que hay en el mundo.
Como demostración es impecable, y si nos identificamos con el interlocutor del banquero, igualmente quedaremos convencidos. Por supuesto, para llegar a semejante imposibilidad existencial tiene que recorrerse el camino de la ironía, pero como siempre digo, el humor lleva a menudo más carga que la mera de su propia lógica y, si bien podemos acompañar al interlocutor hasta la conslusión sofista de que el auténtico anarquista es un banquero que ya ha hecho su propia revolución y que la culpa de que ésta no sea universal es del resto del mundo, en el camino el texto no dejará de hacernos evidentes verdades tales como que cualquier revolución, del tipo que sea, no es sino la imposición de una tiranía nueva sobre otra existente, o el hecho de que hay personas que asumen el mando y otras ser mandadas de forma natural; entre otras muchas cosas, claro.
Este texto de cámara es un ejercicio intelectual único, de una ironía profunda, con una crítica social del ser humano (progresista o no) implacable. Y si el personaje central nos parece cínico, no es sino porque la sociedad (incluso la anarquista) lo ha hecho así.
Portada y sinopsis
0 comentarios:
Publicar un comentario