Malson per Entregues, de Joan Manuel Serrat

Este tercer capítulo y último (por el momento) de canciones narrativas se nutre de la canción Pesadilla por Entregas, incluída en el álbum en catalán Material Sensible (Ariola, 1989). Con arreglos musicales del finado Josep Mª Bardagí, es una delicia escucharla. La letra original la pueden encontrar aquí. El libreto que acompaña el CD la incluye, así como su traducción al castellano. Para evitar posibles problemas de copyright, sin embargo, esta traducción es mía (sería casualidad extrema que coincidiera palabra por palabra). Disfruten de una canción que recorre el tópico policíaco pasado por la narrativa fantástica:

Aquel lunes se levantó inquieto
y desayunando comentó a su esposa
haber soñado que lo perseguía un hombre
de aspecto facineroso
armado con un .38
cazándolo a tiros por toda la ciudad,
por las azoteas y las alcantarillas,
corre que corre y aquel hombre detrás,
implacable y decidido
como un ángel de la muerte.

Asustado y ciego, tropezó,
pero antes de que el verdugo rematase la faena
él sacó un arma y con media docena
de tiros lo dejó tendido
sobre un charco de sangre.
Y de detrás de un árbol salió Pau,
un compañero de penurias de oficina,
para hundirle un cuchillo de cocina
al herido en la nuca
como quien descabella un toro.

Y el día siguiente sentado a los pies de la cama,
él le dijo lloroso, con mala cara,
que la maldita pesadilla continuaba
con él en medio de la calle
con una pistola en la mano
que todavía humeaba por el cañón;
la gente gritaba, lloraba y corría.
Él quería mover los pies y no podía.
¿Qué es lo que estaba pasando?
¿Quién cojones era aquel muerto?

Pau tampoco pudo huir. Cercados
por policías, coches y sirenas,
las manos esposadas a la espalda,
a puñetazos y empujones
se los llevaron en un furgón.
Después un rincón oscuro y una luz en los ojos
y unos hombres haciendo preguntas y amenazas
en relación a un mafioso muerto en la plaza
por dos fanáticos fieles
a diabólicos rituales.

Se despertó empapado y temblando
la noche siguiente hacia las tres y media
"Mañana sin falta iremos al psiquiatra..."
ella se dijo mientras él
le contaba sollozando
que el juez, sin haberlos escuchado,
los condenaba a dieciocho años y un día.
Pensaba que nunca más volvería
a mirarse en sus ojos
ni a mojar pan en su plato.

Por suerte Pau, camino de la prisión,
utilizando la conocida argucia
del tengo pipí y tengo la vejiga floja,
saltó en marcha del tren
y huyó en la oscuridad.
Y él se pudría en un calabozo frío
con un camello colgado que sólo reía
y un travestí con barbas que le decía:
"Cuando te acostumbres verás
que no se está tan mal".

Cuando volvieron del médico se durmió
profundamente como un bebé en el sofá
y habría podido seguir roncando hasta el día siguiente
si no lo hubiese despertado
su pobre esposa
gritando que Pau había telefoneado
"Que los de la pasma te siguen los pasos,
que no es un buen escondite la casa,
que fondeado en el puerto
nos espera un barco griego".

Cayó redondo y al recobrarse tuvo
la sensación de que el suelo se movía,
abrió los ojos y se topó con una cara
muy parecida a Charles Boyer
sonriéndole a un palmo de la nariz,
ofreciéndole una taza de café
y con voz de viejo lobo de mar le decía:
"Avez-vous bien dormi, madame, monsieur?
Dans une demi-heure nous
arriverons à Marseille.

C'est jolie la liberté,
n'est-ce pas, monsieur?
C'est jolie la liberté".

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2 comentarios:

Gustavo Giacometto dijo...

Muchas Gracias por la traducción!!! me emociona mucho la canción "capgross" y quería conocer de dónde nacia... Obviamente no se catalán...

Lluís Salvador dijo...

Hola, Gustavo:
Bienvenido, y encantado de haberte sido de utilidad. Capgros era el apodo que tenía Josep Mª Bardagí.
Serrat y él, muy amigos, trabajaron en este Malson per entregues, y después Serrat le hizo ese homenaje.
Un saludo!