Contra la Censura. Ensayos sobre la Pasión por Silenciar, de J. M. Coetzee
(Giving Offense: Essays on Censorship)
Random House Mondadori/Debate
Barcelona, 2007 [1996]
En primer lugar, precisemos que el título original es levemente diferente de la traducción castellana. Vendría a decir: "Ofendiendo: Ensayos sobre la Censura". NI contra nada, ni pasiones desatadas por silenciar. Comprendo que la traducción castellana es más rotunda, más comercial, pero ¿es necesario corregir a un premio Nobel y a su editor estadounidense [la Universidad de Chicago]? ¿Y por dos veces?
Sin duda, en este país, se tiene la impresión generalizada de que la censura es cosa del pasado y asociada a regímenes autoritarios. A poco más de un año del secuestro de una revista en España (satírica, además; ni todas las democracias han podido salvaguardar el animus jocandi cuando se refiere a ciertas personas, al parecer siendo el mensaje, "con respecto a ciertas cosas, ni en broma"); después del debate europeo (de los ¡oh tan civilizados! europeos) sobre las caricaturas de Mahoma, sólo se puede llegar a la conclusión de que aquí se puede hablar de todo... menos de lo que no se puede hablar. La principal conclusión de políticos y analistas fue que una cierta "autocontención" por parte de los autores era deseable. "Autocontención" si lo miran bien, verán que lo que quiere decir a las claras es "autocensura", un concepto que, como demuestra Coetzee, es el fin último de la censura, siendo la máxima aspiración de esta el quedar como una estructura residual y casi autodestruída, habiendo conseguido que el papel de censor lo interpreten los propios autores.
Así pues, la censura, institucional o no, sigue existiendo, en España, en Europa, en las sociedades "civilizadas" y, por supuesto, en las autoritarias, semiautoritarias y en transición.
Hay muy poco escrito sobre la censura, ensayos sobre su naturaleza, claro está. Y sólo recuerdo uno sobre la censura en el franquismo, donde se reseñaba (entre otras cosas) la mutilación y censura de un discurso del propio Franco. Mirando la bibliografía que acompaña el texto de Coetzee, esta escasez parece ser internacional.
Por desgracia, sólo un tercio del libro, aproximadamente, está dedicado a estudiar la censura en abstracto. Los otros dos terccios se dedican a casos concretos: la censura a la pornografía en El Amante de Lady Chatterley; la censura soviética (Osip Mandelstam, Solzhenitsin, Zbigniew Herbert); la censura del apartheid sudafricáno. Son ejemplos ilustrativos y muy interesantes (y sobre el apartheid es casi seguro que es lo primero que se publica en español), donde se dicen cosas valiosas, pero el excesivo detalle siempre tiene el riesgo de fijarse en el roble y perder de vista el robledal.
Pero, y remarcando de nuevo que esos ejemplos son impresionantes en su análisis y pueden constituir la base de estudios futuros, Coetzee hace, en un análisis abstracto y caracteriológico de la censura, una labor fundamental, que descubre las contradicciones y esencias de una actividad que no sólo es enfermiza, redentorista y autodestructiva, sino que lleva en sí misma las semillas de su propio ridículo.
Por escasez de libros semejantes y lucidez de pensamiento, es este un libro imprescindible para comprender esa manía por imponer preceptos y (de)formar mentalidades.
2 comentarios:
El tema de la censura es amplio y permite mucho análisis... Y sigue siento actual, aún en estos tiempos donde parece que todo puede decirse y hacerse. La palabra clave es: parece. La censura funciona no sólo por lo que omite sino también por lo que permite, y ahí entrar a jugar muchos factores. No había notado, pero es cierto, que la bibliografía sobre el tema suele referirse a un contexto geográfico o histórico específico.
Es buena la recomendación, porque sin ella nunca hubiera considerado la lectura de este libro (todavía no le perdono cierta decepción a Coetzee)
¡Saludos Lluís!
Hola, Verónika
Coetzee, narrativamente, me ha gustado y aburrido en la misma medida (en diferentes obras, por suerte), pero en la cuestión de este libro, el análisis es meditado y a fondo. No es sencillo, porque entra en honduras filosóficas, pero tampoco el tema es que sea de pizarrín.
Sobre casos de censura hay muchas cosas publicadas, "Lo que la censura no dejó leer/oír/ver...", pero siempre me ha faltado la búsqueda de la otra parte. Sí, no lo dejaron leer, ver, oír, pero ¿por qué? Porque hay cosas censuradas kafkianas... Lo que me falta todavía (no se lo reprocho a Coetzee, ha hecho lo que ha podido, y dignamente) es alguien que teorice con ejemplos de todo el mundo, pero buscando el patrón censor y sólo en un segundo término las peculiaridades de cada caso. En este aspecto, el modelo a seguir tendría que ser "Psicología de la Incompetencia Militar", de Norman F. Dixon, que también se adentraba en un tema nunca tratado y marcó época. (¿Cómo? ¿Que no he hablado del Psicología...? Tiempo al tiempo).
Un saludo, y gracias por tu aporte.
Publicar un comentario