Mercaderes del Espacio, de Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth

(The Space Merchants)
Eds. Minotauro/Booket, col. Kronos
Barcelona, 20022 [1954]

Aclaremos algo desde un principio: toda obra, sea o no de género, requiere un ajuste mental para ser comprendida según sus parámetros. A veces es el sistema de signos (como en el cómic), otras el lenguaje (el cinematográfico, por ejemplo) y otras los modelos de género. Así, uno puede ver a la reina Isabel I de Inglaterra en un episodio de Black Adder o interpretada por Cate Blanchett, pero es evidente que no se está viendo lo mismo, ni que se deban esperar las mismas cosas.
Por tanto, cuando hablamos de un clásico de la ciencia ficción, conste que me refiero a una obra clásica dentro de los parámetros del género. Cuando obras de género trasciendan de forma literaria y estilística al mismo, así lo haré notar. Mercaderes del Espacio es un clásico de la ciencia ficción. Hubo un tiempo en que la ciencia ficción era literatura de ideas, y esta novela no es una excepción.
La idea, curiosamente, es la de la publicidad y el consumo. En un futuro (impreciso) la sociedad humana se ha visto finalmente ordenada y clasificada según los parámetros más universales que existen: los del consumo. Ordenada en productores, ejecutivos y consumidores, el planeta ha agotado sus recursos, que recicla una y otra vez, y ahora se prepara para la explotación de un planeta virgen, Venus, que es objeto de guerra (sucia) comercial entre dos trusts de producción y mercadotecnia. Un planeta que los consistas, guerrilleros conservacionistas, también desean para que represente un nuevo comienzo y paradigma de actuación para la humanidad.
Todo ello pasado por la intriga y la aventura, por descontado. Y como aventura funciona en su nivel, pero lo que ha conllevado su estatus de clásico es su aproximación distópica al modelo capitalista extremo. Una tradición, la utópica/distópica, que se remonta incluso a los precursores del género.
Las ficciones distópicas tienen algo de fábula moral que no depende de la verosimilitud de su escenario para ser creíble, sino de la denuncia de actitudes al ser llevadas a su límite. En este caso, y pese ha ahber sido escrita en 1954, estas actitudes están presentes (tal vez demasiado presentes) en nuestra sociedad actual. Pregúntenselo si no al becario que, a cambio de unos supuestos beneficios de experiencia y preparación (que pueden o no ser reales) cobra un salario de miseria y, si tiene que desplazarse o, simplemente, sobrevivir con él, ha de pagar dinero por trabajar. O a la guerra comercial VHS/Betamax, en la que ganó el peor sistema y se quedó con todo el mercado. O a la nueva carrera que se prepara con la televisión 3-D. Todo ello nos lleva a pensar que Mercaderes del Espacio tiene asegurado su estatus de clásico de la ciencia ficción durante largo tiempo.

Portada y sinopsis

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

gran obra. Y me uno a la reivindicación de la ciencia ficcion basada en las ideas.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Jordim:
En primer lugar, bienvenido, y gracias por el comentario.
Las dos vertientes de la ciencia ficción siempre han sido motivo de un falso enfrentamiento; el estilo literario frente a la literatura de ideas. Creo que es factible admitir ambas (cuando no es que van juntas, que en muchos casos es así), y creo que en la ciencia ficción clásica todavía hay muchas obras que no han sido superadas, como esta y algunas otras de Pohl & Kornbluth.
Un saludo!