El Reino de Este Mundo, de Alejo Carpentier

Ed. Seix Barral, col. Obras Maestras de la Literatura Contemporánea
Barcelona, 1983 [1969]

El cubano Alejo carpentier hizo evolucionar la novela histórica de una forma peculiar, añadiendo al hecho y los personajes de la gran historia la visión popular, pero llevándola al terreno de lo telúrico, conformando con ello una visión de lo que con posterioridad se llamaría realismo mágico.
Este realismo mágico no nació con Carpentier, sino que fue una evolución del realismo indigenista, que en sí mismo era un callejón sin salida apto par el cuadro de costumbres pero limitado en su medio de comprensión de la sociedad hispanoamericana. Carpentier y otros tomaron la dimensión mítica del indigenismo y le dieron continuidad en el relato idiosincrático de los pueblos americanos, criollos o no, remarcando su arraigo en sociedades "europeas" que, sin embargo, y como no podía ser de otra manera, no podían desligarse del sincretismo que es rasgo identitario de la realidad americana y americanista.
En el caso de El Reino de Este Mundo, Carpentier nos ofrece una visión extensa de la historia de Haití/Santo Domingo, desde la dominación francesa, la revolución independentista de Toussaint Louverture, la evolución de la monarquía de opereta independiente del rey Henri Christophe hasta su decadencia y el nuevo fracaso de la revuelta que la depuso, con la caída de la isla de nuevo en manos oligárquicas extranjeras. Pero una historia pasada por el Vodun, una fuerza popular y motriz que crea mitos y que se constituye en quintaesencia de resistencia y aspiraciones, en reducto de leyendas que albergan deseos de independencia y esperanzas de liberación.
A Carpentier le importan un bledo las fechas y los acontecimientos. En esta novela su tema es el esclavo, siempre defraudado en sus aspiraciones, siempre negado de libertad, perpetuamente atado por cadenas físicas o económicas y sociales, refugiado en la tierra y sus creencias, en la magia que es liberadora y nacional, mucho más nacional que la política.
En esa combinación (insisto, telúrica) es donde Carpentier nos proporciona el retrato, no de un personaje, sino de un pueblo y su tierra. Que la realidad traicione a lo mítico no es culpa más que de la realidad. En el camino que pasa por estas páginas, el lector andará por múltiples niveles de significado, fascinantes todos en su individualidad y en conjunto, y transitará más por el alma viva de una nación que por las maderas muertas de la historia. Y ahí su gran, su enorme mérito.

Portada y sinopsis

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4 comentarios:

Germán Hernández dijo...

Que hermoso comentario a uno de mis autores favoritos... gracias!!!!

Por cierto, a veces considero injusto considerar las novelas de Carpentier de Históricas, por que eso podría confundir a los lectores y hacerles que creer que su obra es de esas novelas ahora sí, "Históricas" que se venden al lado de las cajas en los supermercados...

Por otro lado, en lo que siento siempre brillante a Carpentier, es en darnos ese "reverso de la historia" el no oficial, el de los que no la escribieron, pero fueron igualmente parte constitutiva de ella...

Saludos!!!!!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Germán:
Tienes razón, pero el caso no es tanto la etiqueta de novela histórica como la degradación que ha sufrido a manos de autores y editores. En el caso de Carpentier creo que está a salvo: Alejo Carpentier es un nombre que se sobrepone a toda etiqueta... por lo menos por ahora. Otra cosa es que esté detectando que Carpentier deja de leerse, al menos por estos pagos; lo cual es una lástima, y en parte de ahí la entrada y algunas que seguirán.
Y ese componente telúrico, popular y basal que tienen los relatos de Carpentier es algo que los hace únicos. Aparte de lo bien escritos que están. No sé si en mi comentario habré dejado claro que Carpentier es un narrador descomunal, con un estilo inmenso. En todo caso, sirva este comentario para remediar esas carencias de la reseña.
Un saludo!

RebecaTz dijo...

Este es uno de los libros que me gustaría leer pronto porque después de haber incursionado en la narrativa de Alejo Carpentier con Viaje a la semilla (un relato extraordinario) y El siglo de las luces, me considero su admiradora incondicional.
Gracias por esta reseña, Lluís, estupenda como todas.
¡Un saludo!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Andrómeda:
Harás bien. Un autor extraordinario, tanto que menudeará por aquí en cuanto pueda, entre otras cosas porque, como decía, parece que se está olvidando en España. Y algo hay que hacer al respecto, aunque sea desde la modestia de un blog.
Un saludo!