Relato con un Fondo de Agua, de Julio Cortázar

Tratándose de Cortázar, no se puede hablar de relatos "poco conocidos". Cada una de sus muestras literarias ha sabido pulsar una cuerda especial en algún lector en alguna época. De modo que Relato con un Fondo de Agua puede no ser de los más antologados suyos, pero, como verán, tiene mucho que aportar respecto al universo cortazariano.
El relato en sí pueden leerlo en el enlace que figura al pie de esta entrada.
En un monólogo en apariencia inocente que casi es costumbrista, y en poco menos de seis páginas, Cortázar consigue pasar con una celeridad pasmosa al relato criminal, trascender al realismo fantástico mediante el onirismo y rematar el cuento con un final de terror. Todo ello con una suavidad en la transición (que no temática y expresiva, que son tensas) que primero intriga al lector, después lo sumerge en el temor numinoso y lo traslada para finalizar al puro terror psicológico, en una acumulación de sensaciones que se destina a reforzar el efecto final.
La técnica de Cortázar es depurada, perfecta. El monólogo o soliloquio fue un recurso ampliamente utilizado en la novela gótica y romántica y había caído en desuso, con toda justicia, por su artificiosidad. Julio Cortázar lo sabe, y desactiva con una frase esa objeción de inverosimilitud: «Nos mirabas un poco desde fuera, y ya entonces aprendí a admirar en vos las cualidades de los gatos. Uno habla con vos y es como si al mismo tiempo estuviera solo, y a lo mejor es por eso que uno habla con vos como yo ahora.»
En esas mismas novelas y las que siguieron después, el ansia de lo inmediato inhibe ese mysterium tremendum que Julio Cortázar convoca mediante la implicación, con esa inversión mutua que relaciona sueño y realidad, y que mediante el sueño se convierte en revelación propia del lector. Y, lejos el relato de buscar la fácil retribución legal o penal de un asesinato, de repente lo convierte en la condenación, bien por la locura, bien por la maldición sobrenatural.
hay que insistir en la economía de medios y en la densidad temática. Es fácil seguir el curso de los pensamientos del autor en la elaboración de este relato, pero en extremo difícil encontrar las soluciones que él halló; el convertir esas soluciones en manifestaciones del subconsciente. Es también fácil relacionar este relato con la potente influencia que para Cortázar y la literatura universal representó Edgar Allan Poe, en concreto El Corazón Delator. Pero difícil hacer un relato que rivalice con el del maestro y lo supere en la modernidad, haciéndolo contemporáneo. Pero Julio Cortázar era capaz de eso y de mucho más.

En Los Relatos, 1. Ritos
Alianza Ed., col. El libro de bolsillo
Madrid, 19763 [1956]
Originalmente en el libro Final del Juego

Texto de Relato con un Fondo de Agua

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