Una Questione Privata, de Beppe Fenoglio
En su concisión extraordinaria y a la vez en su magnífica precisión, déjenme decirles lo que Italo Calvino tiene que decir de este libro:
«Un Asunto Privado está construido con la geométrica tensión de una novela de locura amorosa y de las búsquedas caballerescas como puede ser el Orlando Furioso, y al mismo tiempo es la Resistencia tal como era, desde dentro y desde fuera, verdadera como jamás había estado escrita, conservada de forma límpida durante tantos años en la memoria fiel, ycon todos los valores morales, tanto más fuertes cuanto más implícitos, y la conmoción, y la furia. Y es un libro de paisajes, y es un libro de figuras rápidas y todas vivas, y es un libro de palabras precisas y ciertas. Y es un libro absurdo, misterioso, en el que aquello que se persigue se persigue para perseguir otra cosa, y esta otra cosa para perseguir todavía otra y no se llega al verdadero porqué.»
Después de esta obra maestra de la reseña (y que me deja un poco abochornado, la verdad), poco hay que añadir.
Durante la guerra partisana en la Italia de la Segunda Guerra Mundial, el partisano Milton llega a la casa donde vivía la mujer que ama. Allí se demora un tiempo para revivir los recuerdos, y se entera por la sirvienta de la casa que Fulvia se ha enamorado de su amigo y compañero en la Resistencia Giorgio. Atormentado por la incertidumbre y los celos, Milton pide permiso para desplazarse al campamento vecino donde está acuartelado Giorgio y así hablar con él y aclarar las cosas. Pero al poco de llegar allí surge la noticia de que Giorgio ha sido capturado por las tropas fascistas mussolinianas. Y entonces Milton emprenderá la búsqueda de un prisionero, uno que pueda cambiarse por Giorgio.
De ahí el título, Un Asunto Privado, porque el empeño que muestra Milton en buscar el objeto de intercambio que salve la vida a Giorgio puede explicarse, sí, por la camaradería, por la antigua relación de amistad, por haberse criado juntos; pero la intensidad de esta búsqueda no. Milton la emprende ya no por la cuestión ideológica o el lazo de unión en la milicia, sino justamente por el deseo de aclarar las cosas y de saber de una vez por todas si puede o no esperar el amor de Fulvia.
En esa percepción que tienen los genios, Calvino se ha referido al Orlando Furioso, una obra de caballerías que amaba particularmente, hasta el punto de realizar una versión de ella, pero el acierto de la referencia no se limita sólo a la obra de Ariosto. Es notable las similitudes estructurales que tiene esta novela de Fenoglio (salvando, como no podía ser de otra manera, el estilo, tema y tratamiento moderno) con las novelas de caballerías. No sólo la furia del Orlando que acomete a Milton, sino también las búsquedas que realiza, los encuentros episódicos que se producen, la misión sagrada y su éxito y a la vez fracaso, el amor caballeresco, la errabundia, el disfraz que adoptaban los caballeros en sus misiones (y que aquí es el traje de paisano), todo en suma, incluyendo la forma de proceder de la narración y su final sorprendente.
Pero, no lo olvidemos, en un contexto moderno, uno en el que la guerra (una guerra civil, no lo olvidemos) domina las acciones y los pensamientos.
Fenoglio consigue que la memoria de la Resistencia sea sublimada en la historia de ficción. Ya no es tanto el motivo, la justificación, la Historia, la descripción, como el trasfondo de aquellos que la protagonizaron. En la anécdota personal de Milton, tan importante para él, asoma la tragedia de la vida truncada por la guerra. Y se asoman al relato los personajes que estuvieron en ella. Es un logro notable, hacer de una novela un moderno relato de caballerías; sucio y poco resplandeciente, como corresponde a la época. Pero épico en su intimidad y en la locura de Milton en un mundo loco.
Einaudi, col. Super ETascabili
Turín, 20068 [1963]
Itroducción de Gabriele Pedullà
Existe edición castellana en Ediciones Barataria
Portada y sinopsis de la edición italiana
Portada y sinopsis de la edición castellana
2 comentarios:
Interesante el paralelismo con Orlando furioso, dan ganas de leer el libro sólo por ir buscando esos puntos en común.
Hace tiempo tengo en mente leer algo de Fenoglio pero no lo he llevado a cabo. A ver si más adelante le hago un hueco.
Un saludo,
Hola, Lola:
Con el Orlando y con las novelas de caballerías en general, sobre todo con las artúricas. Hay que comprender que Fenoglio era un estudioso de la narrativa anglosajona, y el ejercicio de detectar topos y motivos artúricos en esta novela es fascinante (siempre, insisto, en estructura narrativa, lingüística, y temática y temporal moderna).
Esta novela de Fenoglio fue publicada póstumamente. Fenoglio no la autorizó porque no creía que estuviera lo bastante acabada.
Y en tonces, Italo Calvino la declaró LA novela de la Resistencia (y eso que Calvino había sido resistente y había escrito una novela de Resistencia excelente, El Sendero de los Nidos de Araña). Y los elogios son merecidos. Fenoglio no hace una novela de mensaje, sino que se limita a pasear (o a hacer que Milton, que ya es un nombre significativo, y alter ego del propio Fenoglio, que también había sido resistente) pase por esa Italia en guerra civil mientras realiza su errabundia privada, como es la de buscar un prisionero para intercambiarlo por Giorgio y así resolver su asunto privado. Si tienes que empezar con una novela de Fenoglio, te recomiendo esta. Es bella, está escrita bellamente, hasta lo indecible; hay escritores que matarían por haber sido los autores de la última frase de la novela.
Un saludo!
Publicar un comentario