Jazz Porque Sí: Thelonious Monk en el Minton's

Vamos a ir hoy a un lugar muy especial. El Minton's Playhouse, un club neoyorquino; tal vez como tantos otros si no fuera porque allí empezó a oírse el be-bop por vez primera. Y vamos a llegar allí siguiendo los inicios de la carrera de Thelonious Monk, un tipo que me sigue fascinando en su música, desconcertante a veces pero sin embargo armónica hasta lo increíble.
Sólo dos temas tocados en el Minton's, pero enormenente interesantes. Con Monk al piano (un piano "ortodoxo", comparado con la técnica que asumió con posterioridad), Joe Guy a la trompeta, Nick Fenton al contrabajo, Kenny Clarke a la batería y Charlie Christian a la guitarra, estos temas (Topsy y Stompin' at the Savoy) son estándares de la época del swing, pero Christian hace ya algunas cosas que se apartan de la rigidez imperante en la época. No son be-bop, pero lo anticipan.
Y el problema es que hay poquísimo, por no decir nada, del surgimiento de esta nueva tendencia en el jazz, de modo que estas piezas en el Minton's son en extremo valiosas, aunque con sonido algo deficiente.
Después de esto, escucharemos a Monk integrado en el cuarteto de Coleman Hawkins (con Denzil Best a la batería y Edward Robisnos al contrabajo) en dos temas (dedicados a Coleman Hawkins, o que por lo menos llevan sus dos apodos en el título), Flyin' Hawk y On the Bean. Aquí Monk empieza ya apuntar acordes, detalles, que permiten anticipar lo que vendrá después, surgido de su cabeza y de sus dedos.
Y finalmente la primera grabación de Monk como líder, fenomenalmente acompañado por el gran trompetista Idrees Sulieman, Danny Quebec West al saxo alto, Gene Ramey al contrabajo, Bill Smith al saxo tenor y el estupendo Art Blakey a la batería. El Cifu se lo dirá, y estoy muy de acuerdo con él, que cuando Blakey y Monk se encontraban había una química especial entre ellos. De las mejores cosas que le he escuchado a Monk han sido acompañadas por Blakey, y el juego de apoyo mutuo siempre fue impresionante. Todavía no interpretará piezas originales suyas, pero sí que empezará a desarrollar totalmente su estilo pianístico, y a transformar la música que toca en "su" música. HumphEvonce y Suburban Eyes así lo muestran.
La música de Monk es inagotable, entre otras cosas porque no es posible escucharla de forma unívoca. Su profundidad es tal y sus matices tantos que es un eterno descubrimiento. Que espero podamos seguir compartiendo aquí. Presten atención a las explicaciones del Cifu, y disfruten de uno de los más grandes genios de la música de jazz.



Nota para la audición: Si el reproductor de RNE fallara, cosa que sucede con demasiada frecuencia, y no se mostrara bien en su pantalla, debajo de la caja del reproductor hay una serie de enlaces. Clicando sobre el último de ellos aparecerá la pantalla de los podcasts de Jazz Porque Sí, con un reproductor que, esta vez sí, reproducirá a la perfección el programa.

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2 comentarios:

Germán Hernández dijo...

Por variar, un nuevo tesoro!!!!!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Germán:
Tesoro a los que seguirán más, porque el Cifu ha iniciado con este programa el repaso a TODA la carrera discográfica de Monk, un músico al que no me canso jamás de escuchar y del que siempre descubro nuevos matices. De modo que, en directo o en estudio, esos programas irán compareciendo por aquí...
Un saludo cordial!