La Bicicleta Estàtica, de Sergi Pàmies
Quaderns Crema, col. Mínima Minor
Barcelona, 20102 [2010]
La última colección de diecinueve relatos de Sergi Pàmies tiene como nexo de unión ese punto de la madurez (o el inicio de la vejez) en el cual una persona descubre que se halla en su vida como sobre una bicicleta estática, es decir, pedaleando sin moverse del sitio.
También es un libro en el que, casi por vez primera, detalles biográficos del autor se inmiscuyen en la ficción. Si bien para los lectores catalanes esto es evidente (al fin y al cabo Pàmies es una figura merecidamente conocida), lectores de otras latitudes puede que reconozcan estos detalles como ficciones, como en el caso (en El Mapa de la Curiositat [El Mapa de la Curiosidad]) en el que cuando llamaban a la puerta de su casa sin hacer la señal convenida, el padre del narrador iba a esconderse en un armario; los que conocen las circunstancias vitales de Pàmies, hijo del difunto (y recordado con sentimiento y homenaje en Cent per Cent Seda Natural [Cien por Cien Seda Natural]) dirigente comunista Gregorio López Raimundo y la escritora Teresa Pàmies, los reconocerán como guiños personales bien aprovechados dentro del marco de la historia que, como se ha dicho siempre, consiste en narrar sobre lo que se conoce; los que no tengan constancia de ellas serán capaces de admitirlos como detalles que enriquecen la narración. No importa demasiado, pero es un detalle interesante y una variación no tanto morbosa como liberadora.
En cualquier caso, son los relatos los que importan y, mínimos y sobrios como son, costumbre pamiesca que se agradece, componen una sinfonía de detalles insignificantes pero significativos que marcan o demuestran el paso, más que del tiempo, de la edad, y el reconocimiento de las derrotas y las situaciones que se dejaron pasar o que, sencillamente, no sucedieron. Emblema de esto es Hauries Hagut d'Insistir [Deberías Haber Insistido], en el que dos ex se encuentran y ella, rememorando el día en que le dijo que ya no lo amaba, añade, para desconciero de él: "deberías haber insistido". Una frase que ya no es ni una oferta de presente, mucho menos de futuro, sino un reconocimiento de lo que podríamos denominar la ficción del pasado, eso que nos imaginamos en cierto punto de la vida que hubiera podido pasar si nuestra vida hubiera seguido un camino que entonces llevábamos y al que renunciamos o nos hicieron renunciar. Nostalgia desesperada, en suma.
Buena parte de estos relatos, en efecto, miran hacia atrás. En detalles cotidianos, en pequeñas obsesiones o pequeñas fobias (por ejemplo, el magistral Papiroflèxia [Papiroflexia], sobre la incapacidad de disfrutar de la lectura de El Principito que ha tenido alguien durante toda la vida, y que decide superar), Pàmies nos habla de las frustraciones y los desencantos de la vida.
Son pequeñas frustraciones, nada de grandes temas existenciales aquí, pero no los desdeñemos. En parte porque no somos (ni querríamos ser) unos personajes de Camus o de Sartre, pero en mayor parte porque estos pequeños desencantos son los que en realidad nos afectan y hacen de nosotros seres cuya felicidad no es completa. Seres que se preguntan por qué pedalean tanto si no parecen moverse del sitio. En esta perspicacia de Pàmies por ver los detalles incómodos e incongruentes de nuestras vidas radica el mérito de sus narraciones, que nos interesan porque hablan, por persona interpuesta, de nosotros mismos.
Portada i sinopsi de l'edició catalana
Portada y sinopsis de la edición castellana
2 comentarios:
M'ha agradat molt l'entrada. De fet és un llibre que voldria llegir. Fa anys vaig gaudir molt amb "La primera pedra" i "L'instint", imagine que amb aquesta nova obra de Pàmies serà igual.
Una salutació des del sud.
Hola, Helena:
Dispensa el retard. Et vaig contestar ahir, però aquella resposta deu estar volant per un núvol electrònic desconegut.
Bñe, et deia que aquest és un llibre més reflexiu, més de mirar cap al passat (el record dels pares, dels domicilis abandonats, de les exparelles...), però segueix sent Pàmies en el seu estat més pur, de mode que sí, penso que t'agradarà. La seva ironia hi és. La seva tendresa (i en pot tenir molta, i no d'aquella fàcil), també. I segueix sent una de les puntes de llança de la renovació de la literatura en català, una renovació que està costant déu i ajuda... Però això és un altre tema.
Una salutació ben cordial i un record sempre afectuós pel sud!
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