¡Oliver!, de Carol Reed

SESIÓN MATINAL

(Oliver!); 1968

Director: Carol Reed; Guión: Vernon Harris, sobre la obra teatral de Lionel Bart, basada en la novela Oliver Twist de Charles Dickens; Intérpretes: Ron Moody (Fagin), Oliver Reed (Bill Sikes), Harry Secombe (Mr. Bumble), Mark Lester (Oliver Twist), Shani Wallis (Nancy), Jack Wild (The Artful Dodger), Hugh Griffith (El Magistrado), Joseph O'Connor (Mr. Brownlow), Leonard Rossiter (Sowerberry), Hylda Baker (Mrs. Sowerberry), Peggy Mount (Mrs. Bumble), Megs Jenkins (Mrs. Bedwin); Dir. de fotografía: Oswald Morris; Dirección musical: John Green; Música: Lionel Bart; Diseño de producción: John Box; Coreografía: Onna White; Montaje: Ralph Kemplen.

O el atractivo de lo canalla.
Versión musical de Oliver Twist, es tal vez el último gran musical de alta producción realizado según los viejos cánones.
Sin embargo, este musical (que tiene coreografías magníficas, como la del Consider Yourself, que fue satirizada con posterioridad en El Sentido de la Vida de los Monty Python) es una versión altamente subversiva de la obra de Dickens (que, de todas maneras ya fue mirada desde su aparición con desconfianza por los poderes establecidos). La razón es que frente al aspecto inocente y angelical de Mark Lester como Oliver, están contrapuestas dos grandiosas interpretaciones: la de Ron Moody, que compone un Fagin inmenso, genial, con toda probabilidad el mejor que se ha puesto en pantalla, y la de Jack Wild como el Artful Dodger (que se podría traducir como "astuto tunante"; pero prefiero el original, entre otras cosas porque ha pasado a ser un giro de la lengua inglesa, con entidad propia), el pilluelo. Ambos se comen al resto de personajes, transmiten una sensación canalla y resultan para el espectador mucho más atractivos que el mundo edulcorado y decente de la sociedad victoriana bienestante. Y no estoy convencido de que esto fuera algo inconsciente por parte de Carol Reed.
Algún crítico contemporáneo ya percibió este ambiente de subversión; Jan Dawson escribía: «elementos narrativos como la explotación del trabajo infantil, el proxenetismo, el secuestro, la prostitución y el asesinato se combinan para hacer de Oliver! el tema menos para todos los públicos que jamás haya recibido una certificación "para todos los públicos".»
Un musical como la copa de un pino: gran dirección, con mucho estilo; coreografías espléndidas, música impresionante y gran fotografía, es un gozo para la vista y un ejercicio de narración musical y, a la vez, de ironía.

Tráiler:


Y para que comprueben las bondades de las interpretaciones de Moody y Wild, aquí tienen un enlace a la escena final de la película, que es como para pasar a las antologías.
Reviewing The Situation, con Ron Moody y Jack Wild

btemplates

2 comentarios:

capriyunliuz.blogspot.com dijo...

super adaptacion, yo lei el libro y vi la pelicula reciente pero me parecio que no era muy fiel al libro, este parece ser muy interesante aportacion, nice post!...hasta la proxima

Lluís Salvador dijo...

Hola, Capriyunluz:
Para ver una buena adaptación del Oliver Twist hay que remontarse a la película de David Lean, con Alec Guinness como Fagin. La de Polanski, que creo es la más reciente, no está mal, pero aún así le falta cierto humor, que Dickens, Lean y Reed sí poseen.
Un saludo!