Liquidació, de Imre Kertész

(Felszámolás)
Eds. 62, col. Les Millors Obres de la Literatura Universal - Segle XX
Barcelona, 2004 [2003]

La estructura de Liquidación es notable: B. (o Be) es un superviviente de Auschwitz nacido en el campo de exterminio y escritor que se ha suicidado a principios de los 90, cuando tiene lugar la acción de esta novela. Su amigo Keserű ha podido rescatar, antes que lo haga la policía, sus obras, y entre ellas se encuentra una pieza teatral, "Liquidación", muy peculiar, en el sentido de que describe con todo detalle lo que sucede después de la muerte de B., no en un sentido general y profético, sino en el individual y concreto (la primera escena que leemos es la reacción ante el suicidio de B. por parte de los amigos del escritor, entre ellos el propio Keserű).
A partir de esta premisa de vértigo, el lector se ve inmerso en una narración en la que es difícil discernir si se está leyendo una novela que se refiere a una obra de teatro o si se asiste a una obra dramática que contiene una novela.
Sería ya notablemantener una narración sobre esta premisa, pero Kertész no se conforma con ello. En efecto, Keserű está convencido de que B. debe haber escrito una obra maestra, en consonancia y consecuencia a sus otros escritos, una obra que explique la circunstancia vital (y mortal) de B. y que sea resumen y cúspide del mundo visto a través de los ojos de B. partiendo de su experiencia de Auschwitz, una que conforma la sociedad. Y sin embargo, esta obra no aparece, no se encuentra entre los escritos de B. Keserű la buscará de forma incesante.
Sobre esta obra que puede o no existir (o que puede que el protagoniste obvie aunque la tenga delante), Kertész produce una novela profundamente simbólica (que no simbolista), que se refiere de continuo a sí misma, pero que reflexiona de forma despiadada sobre la liquidación, no ya de personas, sino de conceptos y de la memoria, de la historia incluso. Se refiere a unos mendigos, pero la siguiente frase puede ser aplicada a múltiples temas:
«En esos hombres la melancolía no tenía razón de ser, ya que no guardaban recuerdos ─los habían perdido o los habían liquidado; así pues, en realidad no tenían pasado─; era cierto que tampoco tenían futuro. Vivían en un estado de presente continuo, en el cual la pura existencia es inmediata y al mismo tiempo es la única realidad perceptible ─sea en las más variadas formas de preocupaciones, penurias, incluso la alegría momentánea de haberse salvado. Eran hombres sin historia».
Kertész compone una obra densa y reflexiva, que se refiere de continuo a un concepto que Jorge Semprún trazó con claridad, con toda la claridad que ese concepto puede tener: lo invivible que a su vez es indecible e inenarrable y que, por todo ello, se convierte en incomprensible, inaprehensible salvo para el propio protagonista.

Portada y sinopsis de la edición castellana

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4 comentarios:

RebecaTz dijo...

¡Hola, Lluís!
Leí esta novela hace unos años pero debo decir que recordaba poco y que tu estupenda reseña me la ha devuelto a la memoria.
Me encantaría continuar leyendo a este autor.
¡Saludos!

Mònica Pagès dijo...

Me l'apunto, Lluís!! Gràcies. Una abraçada.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Andrómeda:
En primer lugar, mis disculpas por el retraso en la publicación y contestación de los comentarios. Averías de internet han dejado casi una semana sin comunicación (y con una crisis nerviosa por si las entradas de la semana que viene podían o no hacerse visibles).
Es una novela magnífica (si es que es totalmente una novela, que habría mucho que discutir al respecto). Conocí al autor por "Sin Destino", y ya entonces un lector del blog me advirtió que era la más sencilla de su autor. Impresión que se ve certificada por esta Liquidación, que ciertamente no es fácil. Pero, complejo o no, a mí también me provoca el seguir leyéndolo, de modo que en ello estaremos en nada...
Un saludo!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Mònica:
Et reitero les meves disculpes pel retard en la resposta i publicació. Com que sé que t'interessa el tema, mira't aquest autor amb atenció: ell mateix va ser supervivent del camps de concentració, i encara que la seva novel·lística és de més abast que aquest tema, sí que relaciona la qüestió de l'Holocaust amb l'herència rebuda posteriorment a Europa. No és autor senzill, però la profunditat del seu pensament paga molt, però que molt la pena.
Una salutació molt cordial!