L. A. Confidential, de James Ellroy

(L. A. Confidential)
Eds. B/El Periódico, col. Grandes Bestsellers
Barcelona, 1998 [1990]
Serie Cuarteto de Los Ángeles nº 3

La obra más famosa de James Ellroy, sin duda ayudada por una gran versión fílmica que conseguía condensar con coherencia uno de sus enrevesados argumentos;  es probable que Ellroy no haya escrito nada mejor, ni más equilibrado, ni más representativo de su estilo.
Formando parte de su tetralogía sobre Los Ángeles, es difícil (como de costumbre) hacer un resumen argumental de esta novela, y han renunciado a hacerlo un editor tras otro. Quede por tanto dicho someramente que es la histora de tres policías de Los Ángeles, Ed Exley, ambicioso y dispuesto a superar a todos los precedentes familiares de una saga de detectives de policía, pero que junto a un pragmatismo trepa que le lleva a "negociar" desparición de pruebas e idicios en algunos casos, también posee un ideal de "justicia absoluta" que le impulsa a redimirse de ser, en el fondo, un cobarde; Bud White, obsesionado con los maltratadores de mujeres, que vio morir a su madre a manos de su padre (un hecho que lo relaciona directamente con la experiencia vital del propio Ellroy) y que, brutal y corruptible como es, tiene un límite que no está dispuesto a cruzar; y Jack Vincennes, que cometió un gravísimo error hace un tiempo y vive obsesionado porque no se descubra, lo cual le lleva a ser títere del redactor de una revista sensacionalista, del fiscal del distrito, de las conveniencias de la industria del cine, que le proporcionan un plus de permanencia (y de impunidad) en el seno del departamento de policía.
Todos ellos girando alrededor de una matanza en el bar "Nite Owl", cuya investigación se cierra alrededor de tres delincuentes negros de poca monta que resultan muertos. Y sin embargo, cada uno de los tres policías tiene la sensación, por separado y por sus propios indicios, de que el caso se ha cerrado en falso.
Cuando, por un descubrimiento de White, revelado anónimamente a la prensa, el caso se reabra y amenace con estallarle en la cara a cada uno de ellos, los tres se unirán para descubrir una gigantesca conspiración de intereses y corrupción que alcanza a niveles políticos, industriales y policíacos.
El estilo de Ellroy es conocido: seco, duro, mordiente y directo, pero es el estilo que conviene y se ajusta a sus argumentos, y no cabe imaginarse otro. Sus conspiraciones son enrevesadas, pero si hablo de la mejor novela de Ellroy no es porque ésta sea plausible, sino porque es lógica, mientras que en sus últimas novelas de la serie "América" la conspiración aplasta todo lo demás con una sensación de irrealidad excesiva.
También porque en L. A. Confidential el mensaje pesimista de Ellroy (todo el mundo es corrupto o corruptible) viene matizado por el hecho de que, aunque incluso los representantes de la ley sean así, siempre hay la posibilidad de que tengan un ápice de dignidad que les lleve a la redención. Aunque les cueste la vida. Francamente, en sus últimas novelas es difícil creer que todo el mundo sea tan corrupto y que nadie ceda a sus remordimientos. Alguien dirá que el mundo es así. Yo responderé que no. Y que, si criticamos a los autores que componen mundos color de rosa en los que todos los personajes son buena gente, lo contrario también debe ser censurable. Entre el mundo en blanco y negro, totalmente blanco o totalmente negro, yo me quedo con el gris. Un gris sucio, muy sucio, de acuerdo; pero en un universo entrópico, me parece mucho más real. L. A. Confidential es este mundo gris virado al negro, y ese es un cuadro verista, inquietante y apasionante.

btemplates

2 comentarios:

Richard dijo...

¡Hola Lluís! Aunque leí muchos libros de Ellroy hace años, y desfruté de esta novela, su más famosa, y la película del mismo título, junto con Black Dahlia (en este caso, el libro pero no la cinta), estoy de acuerdo contigo en cuanto al juicio de la "irrealidad excesiva" de sus obras tardías. ¿Qué lástima, no? Ya tengo ganas de releer una Ellroy temprana, pues gracias por la reseña. ¡Saludos!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Richard:
Es como dices. Una lástima. Precisamente, hace un año, lo tuvimos por Barcelona, y ante la visita, me preparé leyendo su última novela (tal vez confiando en que me gustara más que la anterior). Y el caso es que no. Volvió a hacérseme irreal, monótona (ese machacar en que todos están en la conspiración y todo gira al rededor de eso) y repetitiva (me daba la impresión de estar leyendo la misma anterior novela). En fin, una lástima, como dices. Pero nos quedan las anteriores...
Un saludo!