El Cinquè en Joc, de Robertson Davies

(Fifth Business)
Libros del Asteroide
Barcelona, 2007 [1970]
Trilogía de Deptford nº 1

Hay que aclarar que El Quinto en Discordia no es parte de una trilogía que requiera ser leída completa para tener un desenlace. Es una novela por sí misma, aunque hay que precisar que cada uno de los volúmenes que componen la trilogía van dedicados a cada uno de los personajes centrales, con lo que tenemos un relato total poliédrico, pero legible por separado y no imprescindible (aunque deseable) en su totalidad.
La historia se inicia con una anécdota casi trivial pero que alargará sus consecuencias para los implicados hasta abarcar toda su vida: en una disputa infantil, Dunstan Ramsay esquiva la bola de nieve que Boy Staunton le lanza, y ésta impacta en la señora Dempster, provocándole un parto prematuro del que nacerá Paul Dempster, un niño débil que sobrevivirá por milagro, y un parto que trastornará mentalmente a la señora Dempster.
En este relato biográfico que escribe Dunstan Ramsay nos encontramos con su vida, pero también con las peripecias de los otros dos protagonistas, el rico Staunton y el huido Dempster, hasta la definitiva reunión de los tres, con trágico resultado. Y con una peculiaridad: Dunstan es "el quinto en juego", el "quinto en discordia", el personaje que, sin ser protagonista, sin ser ni el malvado o el confidente, es necesario para desencadenar acontecimientos, una especie de catalizador muchas veces involuntario.
Sin embargo, el lector puede preguntarse qué es lo que distingue a esta novela de otras muy similares, en la que la historia gira en torno a unos personajes y sus peripecias, a veces extraordinarias, pero en la mayoría de ocasiones anodinas, algo ya visto en literatura en muchísimas novelas. La respuesta es el estilo de Davies, elegante y preciso. Un estilo muy clásico, pero asumido y expresado con una naturalidad infrecuente, con un lenguaje cuidado (pero no artificioso) que busca (y encuentra) la palabra justa, sintético de expresión pero en absoluto esquemático, antes bien, pleno y amigable.
Es sólo destacar una ventaja el hecho de que la "misteriosa muerte del magnate canadiense Boy Staunton" que la contraportada tan inoportuna e incompetente nos señala (y que tiene lugar y sólo se anuncia en las últimas páginas de la novela) queda totalmente olvidada en la mente del lector, arrastrada por la historia de los protagonistas y por cómo está contada.
Con gran interés, con estilo, enormemente bien escrita, la ficción de Robertson Davies es uno de esos descubrimientos tardíos de un autor al que es necesario reivindicar como el gran narrador que demuestra ser.

Portada y sinopsis de la edición castellana
Portada i sinopsi de l'edició catalana

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2 comentarios:

RebecaTz dijo...

Hola, Lluís, este es uno de esos autores que tengo que leer en breve; hace poco vi la trilogía pero no la compré ante la duda de si valdría la pena hacer el gasto o si sería mejor comprar el libro que reseñas por separado...
Dicho sea de paso, esta editorial debería mostrar más consideración hacia los lectores y bajar los precios. :D
¡Saludos!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Andrómeda:
Pues yo de ti no me olvidaría de esta El Quinto en Discordia pero esperaría un poco. Me llegan opiniones de gente a la que les ha gustado y en cambio la segunda no para recuperar la tercera con placer. Todavía no he pasado por el resto de la trilogía, pero lo haré, de modo que seguiré informando...
Pero esta El Quinto en Discordia es sorprendente y apasionante, muy bien escrita en el sentido clásico del término: palabras bien escogidas, frases bien contruidas, prosa elegante, argumento impecable e interesante.
Veremos qué pasa con las otras dos.
Un saludo!
(Ah, los precios no son tan caros: la trilogía está a 34.95 unos 11 euros por novela, que no es mucho; y El Quinto a 18.95, que en los estándares actuales ya es por debajo de la media de lo que cuestan los libros (al fin y al cabo, tiene 360 páginas). De todas maneras, ya hace tiempo que los libros están por encima de la economía real; y en México, con las cuestiones de importación y otras excesas, ni me quiero imaginar...)
Saludos!