Pequeña Fiesta, de Li Bo
(Yuè Xià Dú Zhuó/月下獨酌)
Li Po, o Li Bo, o Li Bai, o Li Tai-pe (701-762), que de todas estas maneras se ha escrito su nombre, fue un poeta legendario en vida, legendario en su muerte y legendario después de ella.
Vital, juerguista y borrachín, fue inmensamente popular en su tiempo (hecho al que contribuyó la invención de la imprenta en China. ¿La imprenta? Sí, señoras y señores, Gutenberg inventó la imprenta de tipos móviles), y lo ha seguido siendo desde ese lejano siglo VIII.
Sus temas eran, cómo no, la vida, el amor y el vino, y sus poemas eran tan buenos, tan avanzados y tan vitales y alegres que era considerado por sus contemporáneos como alguien tocado por los dioses. Tal vez fuera así. Uno se imagina al Augusto Personaje de Jade, allá en su palacio celestial, suspendiendo con un gesto una audiencia para inclinarse a escuchar, interesado, el nuevo poema que Li Po tuviera a bien componer.
Si su vida fue enorme, no menos lo fue su muerte. Dicen que en una excursión en barco, ebrio y emocionado, se lanzó al agua para abrazar el reflejo de la luna. Y se ahogó. Cierto o no, era muy capaz de hacerlo, y eso es prueba de lo emocional y auténtica que podía ser su poesía.
Uno desea que ese fuera su final. Que el Augusto Personaje de Jade, harto de esperarle, lo tentara con esa Luna tan buena amiga y lo alojara, ya definitivamente inmortal, en una constelación. Sin duda su poesía ya era divina.
De entre su producción, el más inmortal de sus poemas es esta Pequeña Fiesta, que reproduzco aquí (a menos que Wikipedia me haya tomado el pelo, porque ustedes entenderán que yo, de chino, no tengo ni idea):
花間一壺酒
獨酌無相親
舉杯邀明月
對影成三人
月既不解飲
影徒隨我身
暫伴月將影
行樂須及春
我歌月徘徊
我舞影零亂
醒時同交歡
醉後各分散
永結無情遊
相期邈雲漢
La, dicen, más fiel traducción al inglés es esta, de Arthur Waley:
A cup of wine, under the flowering trees;
I drink alone, for no friend is near.
Raising my cup I beckon the bright moon,
For her, with my shadow, will make three people.
The moon, alas, is no drinker of wine;
Listless, my shadow creeps about at my side.
Yet with the moon as friend and the shadow as slave
I must make merry before the Spring is spent.
To the songs I sing the moon flickers her beams;
In the dance I weave my shadow tangles and breaks.
While we were sober, three shared the fun;
Now we are drunk, each goes their way.
May we long share our eternal friendship,
And meet at last on the Cloudy River of the sky.
Que les traduzco, para darles cuenta de la letra del poema:
Alzando mi copa con un gesto invito a la brillante luna,
Pues con ella, y mi sombra seremos tres.
La luna, cielos, no es bebedora;
Silenciosa, mi sombra gatea a mi lado.
Pero con la luna como amiga y la sombra como mi esclava
Debo hacer fiesta antes de que pase la Primavera.
A las canciones que canto la luna ondula sus rayos;
En la danza que trenzo mi sombra se enreda y se parte.
Mientras estuvimos sobrios, tres compartieron la diversión;
Ahora estamos ebrios, y cada uno va por su lado.
Que podamos largo tiempo compartir nuestra eterna amistad,
Y encontrarnos al fin en el Brumoso Río del cielo.
Pero es el espíritu de este poema el que ha inspirado centenares de versiones, hasta el punto de que pocos poetas no han sido tentados por él.
Una de las mejores, a mi juicio, es la catalana, debida a Marià Manent:
Prenc un flascó de vi
i entre les flors bevia.
Som tres: la lluna, jo
i l’ombra que em seguia.
No sap beure, per sort,
la lluna, bona amiga,
i la meva ombra mai
la set no l’angunia.
Quan canto, vet ací
la lluna que s’ho mira;
quan em poso a dansar,
l’ombra em fa companyia.
Quan s’acaba el festí,
els convidats no em fugen:
vet ací una tristor
que mai no l’he tinguda.
Si me’n torno al casal
em segueix l’ombra muda,
i una mica més lluny
m’acompanya la lluna.
[Tomo un frasco de vino
y entre las flores bebía.
Somos tres: la luna, yo
y la sombra que me seguía.
Por suerte, no sabe beber
la luna, buena amiga,
y a mi sombra la sed
jamás la mortifica.
Cuando canto, he aquí,
la luna se lo mira;
cuando me pongo a bailar,
a mí se añade la sombra.
Cuando se acaba el festín,
los invitados no me rehúyen:
he aquí una tristeza
que me es desconocida.
Si vuelvo a casa,
me sigue la sombra muda,
y un poco más lejos
me acompaña la luna. ]
Los poemas están para ser oídos. E incluso cantados. Muchos han cantado esta versión, con música de Toti Soler, y de entre ellos, Joan Manuel Serrat:
¿Quién no puede emocionarse ante la belleza? Yo, cuando levanto mi copa en soledad, no puedo menos que sentirme acompañado por mi sombra y por Li Po. Y sí, a veces también por la Luna.
Feliz Año Nuevo.
3 comentarios:
Excelente introducción a Li Bo y al Año Nuevo.
¡Feliz Año, Lluis!
Me gustó, y mucho el poema. Especialmente esta entrada y la luna, pues el 31 de diciembre terminó con una luna llena fantástica.
Recibe un caluroso abrazo y mis parabienes por este año que comienza. Salud y que tus esfuerzos se vean correspondidos.
Hola, Víctor:
Aunque no lo parezcan muchas veces, las entradas suelen tener un pequeñito componente de adecuación a las fechas... a veces. Que Li Bo te acompañe con esa alegría suya, pero no en soledad sino con los tuyos.
A ellos y a ti, un gran 2010 y un afectuoso saludo!
Hola, Carmen:
¿Y qué te puedo decir? Pensad que siempre estáis en mis pensamientos (y tú, Carmen, con el derroche alimenticio de estas fechas, más que nunca).
Mucha, mucha suerte para el año que empieza. Y que tus sueños se hagan realidad.
Un abrazo!
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