Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola

(Apocalypse Now); 1979

SESIÓN MATINAL

Director: Francis Ford Coppola; Guión: John Milius y Francis Ford Coppola, basado en The Heart of Darkness, de Joseph Conrad; Intérpretes: Martin Sheen (Cap. Benjamin L. Willard), Robert Duvall (Tte. Col. Bill Kilgore), Frederic Forrest (Jay "Chef" Hicks), Marlon Brando (Coronel Walter E. Kurtz), Sam Bottoms (Lance B. Johnson), Dennis Hopper (Fotoperiodista); Dir de Fotografía: Vittorio Storaro; Música: Carmine Coppola, Francis Ford Coppola; Diseño de Producción: Dean Tavoularis.

Dentro del género bélico, la ruptura con los modelos establecidos la ejerció formalmente (y, desde este punto de vista, de forma magistral) esta película. Basada, a veces más y a veces menos, en El Corazón de las Tinieblas de Joseph Conrad, este filme deslumbró a los que no habían leído la novela conradiana, exasperó a los que esperaban una trasposición literal y desconcertó a los que entendemos que es posible captar su espíritu pero no es necesario (ni deseable) aferrarse al detalle.
Un rodaje complicado, un derroche de medios (que proporcionó la valiosa lección de que tener mucho dinero para rodar puede ser tan perjudicial como tener poco); un retraso en la producción tan descomunal que la película fue apodada como Apocalypse Later; y una en la que los excesos se notan en un desequilibrio temático y hasta formal.
Sin embargo, esta película sigue teniendo momentos tan brillantes (cada espectador tiene los suyos, que pueden o no coincidir con los de su vecino de butaca) como para justificar su visionado y su revisión.
La brillantez surge desde el inicio mismo, con Jim Morrison cantando The End sobre el fondo de un ataque de helicópteros sobre la jungla. Y sigue hacia arriba. El propio Coppola declara: "A medida que el viaje remontaba el río, la película fue menos trama para convertirse en una experiencia". Y es en este momento en el que la audiencia se divide en sus gustos (algo a lo que ayudan sobremanera los delirios mascullados de Brando/Kurtz): los que esperan más trama quedan defraudados y los que se dejan llevar creen haber llegado, al fin, a ese Corazón de las Tinieblas. Cosa que no es del todo cierta. En mi caso, mi posición es intermedia. Hay cosas interesantes en ese encuentro con Kurtz, pero el cambio de ritmo entre la primera y segunda parte es demasiado brusco, poco gradual. Y, además, el viaje no es precisamente hacia el horror, pero tampoco es un alejarse alegórico de él. En resumen, lo que transmite más Brando es ser un loco, pero no un iluminado. Haber llegado tal vez a su horror, pero no al horror absoluto. En ese aspecto, la película es un fracaso.
Pero esto no impide que, sin ser una obra maestra, sí sea una obra que marca al espectador.

Tráiler original:

btemplates

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sí diría que es una obra maestra, precisamente por todos los elementos megalómanos, la magnificecnia, lo exacerbado y barroco, si se quiere, de la idea y la propuesta. Esto se nota aún más en la versión "redux".

Coppola sí es muy irregular, con esta obra y "El padrino" alcanza su mejro trabajo, pero luego resulta flojo hasta lo indecible, como en "The rainmaker", por citar un caso.

En todo caso, como bien has señalado, una película que marca, y Brando, como siempre, a pesar de tener un papel breve, sobresale ocmo el mejor actor de todos los tiempos.

Saludos

Vivian dijo...

Esta vez discrepo contigo, parafraseando a Coppola, “Apocalipsis Now” no es una película sobre la guerra de Vietnam, es Vietnam, la guerra en el sentido más puro, desde la subjetividad de la locura que significa para aquellos que empuñan un fusil para matar o que los maten, alejado de exaltaciones y patriotismo barato, el impacto psicológico que la guerra tiene en las personas que en ella luchan, la locura que supone las situaciones límite a las que se enfrentan…

Para mí, si es una obra maestra del cine bélico, y del cine en general, que consigue transmitir la angustia y delirio que envuelve a los personajes en esas circunstancias extremas, y nos ha dejado a los cinéfilos escenas memorables, de esas que permanecen en la retina, como la de aquel olor a napal por las mañanas, o los helicópteros danzando en el aire al son de Wagner.

Un abrazo

Lluís Salvador dijo...

Hola, Asterión:
Disculpa el retraso en la respuesta. Una semana complicada, combinada con problemas de internet. Cosas del progreso.
Estoy de acuerdo contigo en los adjetivos: megalómano, etc.
Y me gusta más la versión redux porque explicita e incluso alarga ciertas cosas que merecen ser alargadas, pero sobre todo porque hace más suave esa transición entre las dos partes de la película.
Pero no creo que estemos en desacuerdo. Ya digo que a mí me gusta ese remonte del río, y que hay cosas MUY interesantes en ese monólogo brandiano (que no kurtziano, pero esa sería otra cuestión). En resumen, que no me parece mal. Lo que me parece mal es que parezca casi siempre que hay dos películas en las mejores de Coppola (En el Padrino, es la boda y el resto; en Apocalypse, es la inmersión en la locura y el viaje por el río) y que la transición entre ambas sea tan brusca (una transición que está mucho más lograda en El Padrino, de ahí que sea casi una obra maestra, mientras que Apocalypse se resienta, a mi juicio).
Lo que destaco, por ejemplo, es que ese encuentro con el Horror conradiano se produzca más en la primera parte, con el t.col. Kilgore, que no con Kurtz y sus nativos. Sigue mejor la obra conradiana, pero el espíritu se halla más en la primera que no en la segunda parte. Y que la potencia visual se reserve en esa primera parte y comparezca muy poco, o apenas nada, en la segunda. En ese aspecto, la considero una película desequilibrada. Que he visto ocho veces, y que volveré a ver con gusto. Pero una cosa no quita a la otra.
Y en cuanto a Brando, ahí sí que no nos pondremos de acuerdo.
Grandísimo actor como era, no está a la altura. Y (soy un poco provocador, ya lo sabes) está en esta película un poco mejor que como padre de Superman :)
Un saludo!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Vivian:
Disculpa el retraso en la respuesta. Han sido días c omplicados, y todavía arrastro un retraso bastante descomunal. Que, además, se trasluce en no haber podido dejarte comentarios en tu blog, que los tengo. Espero ponerme al día pronto.
Respecto a tu opinión (y te ruego leas también la respuesta que doy a Asterión), te diré que en efecto, Apocalypse es una película soberbia... en su primera parte. Toda o casi toda la obra de Conrad en la que se basa está ahí. Desde el proptotipo de oficial colonial que es Duvall, señor de señores y despótico sobre el terreno hasta la degradación de los hombres en la guerra, la anulación de sus personalidades, la conversión en otras "cosas" (que no personas, o apenas), la paranoia, la esquizofrenia y la neurosis, todo ello producto de la situación, que les es extraña. En este aspecto, es una película perfecta. Es cuando, como dice Coppola, se pasa del relato a la experiencia cuando patina. En primer lugar porque no estoy seguro de que sea así. El oficial interpretado por Duvall es grotesco, pero plausible (cosas peores he visto en la mili, al menos de boquilla), y por tanto lo que hace es más experiencia que la filosofación deshilachada y un poco incoherente que Coppola define como experiencia. Es más literaria, eso sí, pero yo, a las películas, no les pediría precisamente que fueran literarias, sino más bien cinematográficas.
Y en cuanto a las escenas, por descontado. ¿Te acuerdas de lo que le dijeron a Ford después de La Diligencia? ¿Que le había puesto un copyright al Monument Valley? Pues lo mismo ha pasado con Coppola. Ahora, cada vez que un director hace aparecer un helicóptero de combate en pantalla, se arrastra derrotado e impotente hacia la silla pensando... "y lo bien que caería Wagner.. y ya lo hizo FRancis, ¡Maldita sea!"
:)
Un abrazo.