La Voz a Ti Debida, de Pedro Salinas
En La Voz a Ti Debida. Razón de Amor. Largo Lamento.
Eds. Cátedra, col. Letras Hispánicas
Madrid, 1997 [1933]
Ed. de Montserrat Escartín
La Voz a Ti Debida, título que evoca un tema de la Égloga III de Garcilaso, es en realidad un largo poema de amor compuesto de setenta poemas. Título que rinde homenaje a la voz que el pensamiento, la presencia y la ausencia de la amada provoca en el poeta.
[4]
[...]
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
─¡si me llamaras, sí, si me llamaras!─
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca
desde la voz que dice: "No te vayas."
Componen, es su conjunto y por separado unos poemas de amor hermosísimos, de los mejores de la lengua castellana, que conforman una visión de la persona amada total, desde lo abstracto a lo concreto.
[14]
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres,
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quñitate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
[...]
Dámaso Alonso, que fue gran amigo de Salinas (y él mismo gran poeta), describió esta Voz como una especie de escala mística, en la que se asciende desde la potencialidad del amor hasta la "gloria de la unión" y cae después a la desolación del desencuentro.
[28]
No. Los días, el tiempo,
no te serán contados
nunca en esfera blanca,
tres, cuatro, cinco, seis.
Tus perezas, tus prontos,
tu gran ardor sin cálculo,
no se pueden cifrar.
Siéntelos tú, desnuda
de reló, en la muñeca:
latido contra número.
¿Amor? ¿Vivir? Atiende
al tic tac diminuto
que hace ya veinte años
sonó por vez primera
en una carne virgen
del tacto de la luz,
para llevar al mundo
una cuenta distinta,
única, nueva: tú.
El Amor, en Salinas, o más bien la persona amada, tiene en el poeta un efecto de fijación de la propia persona. El mundo pierde su sentido, se difumina, y sólo adquiere relevancia la amada y el efecto que ésta provoca en el poeta, animándole a ser, a convertirse en persona relevante, transformada en trascendente, mientras que antes no era más que un ser anónimo.
De ahí el título, La Voz a Ti Debida, una voz que viene, no del poeta, sino del amor. Poemas de múltiples facetas, que se detienen en los detalles mientras se incluyen en la inmensidad, en un universo centrado y compuesto en la amada.
[34]
Y cuando deseas algo,
no pienso en lo que tú quieres, ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.
En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.
[62]
Cuando tú me elegiste
─el amor eligió─
salí del gran anónimo
de todos, de la nada.
Hasta entonces
nunca era yo más alto
que las sierras del mundo.
Ninca bajé más hondo
de las profundidades
máximas señaladas
en las cartas marinas.
Y mi alegría estaba
triste, como lo están
esos relojes chicos
sin brazo en que ceñirse
y sin cuerda, parados.
Pero al decirme: "tú"
─a mí, sí, a mí, entre todos─,
más alto ya que estrellas
o corales estuve.
Y ni gozo
se echó a rodar, prendido
a tu ser, en tu pulso.
Posesión tú me dabas,
de mí, al dárteme tú.
Viví, vivo. ¿Hasta cuándo?
Sé que te volverás
atrás. Cuando te vayas
retornaré a ese sordo
mundo, sin diferencias,
del gramo, de la gota
en el agua, en el peso.
Uno más seré yo
al tenerte de menos.
Y perderé mi nombre,
mi edad, mis señas, todo
perdido en mí, de mí.
Vuelto al osario inmenso
de los que no se han muerto
y ya no tienen nada
que morirse en la vida.
2 comentarios:
Como siempre, un gusto que te metás en poesía. Gracias por esta selección de poemas de Salinas.
Saludos.
Hola, Asterión:
Cómo no, Gustavo. Persistiré, persistiré y persistiré en ella.
Y en cuanto a Salinas, lo reconozco, es un tema personal. Quien ha estado enamorado y ha recorrido esos poemas entonces no puede por menos de haberse emocionado con muchos de ellos. Y ahí estamos, cayendo de nuevo en ellos y agradeciendo que nos conmuevan.
Un saludo!
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