Narración de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe
(The Narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket)
Alianza Ed., col. El Libro de Bolsillo
Madrid, 1971 [1838]
Prólogo, traducción y notas de Julio Cortázar
Cuando uno se enfrenta a un texto como este, que viene prologado por Julio Cortázar, el reseñador se encuentra en dificultades. Por lo menos, en dificultades para decir algo nuevo sin que sea una boutade pretendidamente original. Les recomiendo su lectura. En su acostumbrada y bendita concisión, Cortázar señala los puntos principales, clarifica los puntos oscuros y hace justicia a un texto de Poe que (como veremos en futuras entradas) es algo más que un texto cerrado:
«En cuanto a Poe, sólo sabemos que buscó escribir un relato de aventuras, que lo consiguió hasta cierto punto y que lo dejó inconcluso; el problema, quizá insoluble, está en explicarse si abandonó la tarea por fatiga o carencia momentánea de invención, o si la obra se lo impuso. Unqa lectura atenta tiende a apoyar esta segunda hipótesis. A partir de cierto momento (la llegada a Tsalal), Poe renuncia voluntaria e involuntariamente al terreno verista, de crónica de viajes, para entrar en terra incognita donde, por supuesto, se movía más libremente. Pero hay entonces como un vértigo en el libro, un avance enprofundidad que coincide simbólicamente con el avance hacia el polo. A las puertas de un gran misterio, Pym-Poe se ve precisado a callar. Y este silencio tiñe todo el libro con un horror sagrado, insinúa un sentido ambiguo en cada escena anterior, enriquece misteriosamente el relato y a la vez lo desnuda de su fácil truculencia para dejar entrever detrás de esas matanzas, ese canibalismo, esa exhibición de cadáveres descompuestos, un signo profundo del hombre en lucha consigo mismo o con el destino. Quizá por eso no hay férula estimativa capaz de quitarle el indefinible, sigiloso prestigio del que goza en el mundo entero.»
Poco más se puede añadir. O mejor dicho, se pueden analizar muchas cosas parciales: La coincidencia Pym-Poe, por ejemplo; la existencia de temas recurrentes en la ficción de Poe; las interrelaciones temáticas con otros relatos de su autor. Pero sería centrarse en facetas que distraen del conjunto.
El Arthur Gordon Pym, mordamos la bala y digamos la verdad, tiene fallos innumerables. Situaciones inverosímiles, personajes prescindibles, detalles superfluos, casualidades que rozan lo ridículo. Y sin embargo, la novela avanza, a pura fuerza narrativa. Truculenta a veces, poética y desesperada otras, feérica en ocasiones, finalmente redimida por este enigma, este misterio, que redefine todo lo leído con anterioridad y permanece en la mente del lector.
Puede que Arthur Gordon Pym no sea una gran novela en sus tres quintas partes. Pero es una novela pionera en el terreno de la aventura, en el de la fantasía, en el del terror, que consigue por mera sugerencia lo que no ha logrado con el verismo extremo. En eso reside su fuerza, en dejar en la mente del lector una historia que éste recompone a cada lectura, una visión que cambia con cada una de sus interpretaciones, todas posibles, todas plausibles, todas únicas.
Portada y sinopsis
12 comentarios:
Poe es uno de mis "héroes. Como cuentista por descontado, y tengo varios volúmenes de sus relatos, repetidos también y en distintas versiones. Tengo su poesía completa, y como poeta lo pongo en el sitial más alto.
Y aún así, tengo una deuda con esta novela. Quizá tu reseña, aunque me siga diciendo que es importante, pionera, me haga menos pesada la falta en que he incurrido.
Saludos.
Hola, Asterión:
¡Ay, Gustavo! ¡Qué semana te voy a dar con el Arthur Gordon Pym! No es mi costumbre, pero ¿quién lee los comentarios? Bueno, pues aquellos que los leen por lo menos tendrán un poco de mi programación: el miércoles, la continuación que Julio Verne hizo del Arthur Gordon Pym, La Esfinge de los Hielos; y el viernes, la que hizo Lovecraft, En las Montañas de la Locura.
Eso del sitial más alto como poeta me alegra, me estimula y, de paso, me incita a pedirte esas opiniones sobre la poética de Poe. Algo deberías hacer, eso seguro.
:)
Un saludo!
Jaja, me parece bien la continuidad temática. No sé si aquí mismo ya hice alguna mención de Lovecraft, que siempre me ha parecido un buen narrador, pero que se quedó a la sombra de Poe, con elementos muy evidentes dentro del género.
Nunca he desarrollado un estudio sobre Poe. Me gusta mucho. Su poesía me "llega". La hondura psicológica, el dramatismo, la ambientación. Considero "El cuervo" uno de los mejores poemas largos de siempre. En la versión bilingüe de Hiperión que tengo de sus poemas, el ritmo y la musicalidad están muy bien manejados en las traducciones. En fin, repito, un poeta que me gusta mucho, y del que usualmente solo se citan sus cuentos, no sus poemas. Incluso, en algunas antologías de cuentos, "El cuervo" aparece al final. Es como con Nietszche, citado como filósofo, pero yo lo prefiero como poeta.
Lluis, yo leo los comentarios...
;)
Yo siempre he leído a Poe traducido y creo que alguno de mis relatos favoritos, como El hundimiento de la Casa Usher, lo debería leer en original, a ver que sensaciones me da.
Sobre El Cuervo ya imagino que conoceis esta versión recitada por Vincent Price http://blocs.lescorts.cc/conte/2009/05/25/el-cuervo-edgar-allan-poe/
Yo ví la película hace años y al final del recitado el cuervo que ha entrado por la ventana se convierte en Peter Lorre... una maravilla!
Hola, Asterión:
Diferimos en cuanto a Lovecraft, pero es algo que te comentaré en su lugar in extenso.
Te agradezco, y no sabes cuánto, las opiniones sobre la poesía de Poe. Pero me refería a pedírtelas en tu blog. Compartimos edición, por cierto, de sus poemas, la de Hiperión. ¡Y ya tardas, en escribir ese artículo sobre la poética de Poe! :) El Cuervo, recitado, leído, transformado, de cualquier forma, es un poema de esos increíbles, un hallazgo genial. Y digo transformado porque se ha transformado (en música sobre todo, y en interpretaciones varias, desde las cómicas hasta las épicas), pero es curioso, pero existe un ritmo propio en esa poesía, que si se conserva, hace que sea la misma aunque se transmute en otra cosa. Será la música de las esferas, digo yo, que Poe pudo captar en algunos momentos.
Y esta frase puede parecer de broma, pero no lo es tanto. Ni incluso después de leer El Método de Composición de El Cuervo (que, por otra parte, parece ser que era una ficción escrita para epatar a los conferenciados, aunque siga teniendo toque de genio en ello), ni incluso después de ello, decía, uno se sustrae que ha leído uno de esos poemas que figuran sólo en los arquetipos platónicos.
Un saludo!
Hola, Magda:
Bienvenida al club. Creo que es un club muy escaso, el de lectores de comentarios.
En principio, habría que ver qué traducciones: la de Cortázar me convence (y enaltece la obra) en algunos cuentos. La de Anaya/Tus Libros (lamento no recordar el traductor, uno de los Bértolo, creo), en algunos casos me parece mejor que Costázar. Pero esa impresión sólo vale por algunas frases, que me parecen mejor resueltas. Si analizo el conjunto, me quedo con Cortázar.
Y, sí, deberías leerlo en original. Pero, antes de meterte en los cuentos, ¿por qué no hacer una prueba en original con su poesía? Se puede disfrutar inmensamente de ella con la lectura de su traducción imperfecta, para percibir los matices temáticos, y después con su recitado o su lectura en inglés, percibiendo el modelo rítmico, expresivo. Además, fíjate en lo que dice Asterión de El Cuervo, que figura en antologías como un cuento más. Sucede en muchos otros poemas de Poe (incidentalmente, siempre he considerado a Edgar Allan un extraño privilegiado de los dioses: la POEsía de POE, the POEtry of POE; no es fonéticamente igual, pero sí gráficamente, y tan deliciosamente premonitorio...)
Y respecto a Vincent Price, lo siento, pero tocas un tema muy personal. Serie B o no serie B, con malos papeles asignados o no, ¡que nadie me diga ni una sílaba en contra de Vincent Price (o de Basil Rathbone, ya que estamos puestos)! Esa voz, esa clase vocal... Michael Jackson pudo ser de todo y más lo que quiera la prensa, pero aunque sólo fuera porque en Thriller empleó la voz de Vincent Price, ese ya se convertía en un tema musical mayor (y sí, lo era además por otras cosas, pero Vincent estaba allí).
Un saludo!
Hasta ahora, en mi blog solamente le dediqué un "In memóriam" a Poe.
Como te decía, me gusta mucho, pero no me he sentado a estudiarlo.
Si me das tiempo (y si tardo muhco, recordámelo), enmendaré eso y haré una entrada sobre su poesía.
Saludos.
Hola, Asterión:
In memoriam que leí con gusto y agrado, compartiendo además ese espíritu de que los aniversarios es bueno celebrarlos cualquier fecha que no sea la del aniversario.
Y, sí, me interesa mucho leer tus opiniones y pensamientos sobre la poética de Poe. Tiempo te doy todo el que quiera, no faltaba más (¿y quién soy yo para determinar tu cédula de publicación?), pero sí que te recordaré ese artículo de tanto en tanto. Y ya lo espero, sin prisas, pero con anticipación.
Un saludo!
Básicamente, me parece que es una novela a la que le faltan cosas y le sobran otras tantas.
Aunque el espíritu aventurero, de curiosidad expedicionaria hacia los confines desconocidos de la tierra, se transmite perfectamente y eso es de alabar.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, qué deficil es añadir nada después del prólogo de Cortázar... tal como dice en su prólogo la novela tiene 2 partes muy diferenciadas (real y ficción), que casi parecen novelas distintas:
Por un lado las penurias increíbles que pasa el protagonista junto con Augustus y los piratas (que te mantiene pegado al libro sufriendo) y por otro la parte de la expedición en el barco que los rescata, (aunque vuelva a pasar de nuevo penalidades)
Entiendo que el momento exacto en que Poe deja de mostrar la historia como supuestamente real (o relitavamente posible) es a partir del descubrimiento de las islas que llama Bennett. Me gustaría saber si realmente se cansó del tono realista que tenía la novela y simplemente se dejó llevar por la imaginación a partir de aqui...
Como notas curiosas, veo las siguientes:
- Sinceramente no llego a comprender qué buscaba Poe con esas continuas interrupciones de la historia a lo National Geographic, describiendo la geografía, flora y fauna de las islas del polo sur (por no hablar de las lecciones de naútica)
- Se ve que Poe no imaginaba una tribu no civilizada que no fuese de color, cuando todos sabemos hoy día que si realmente existiera una tribu en esa zona del polo, creo que no sería de color desde luego. Cosas de la época supongo.
- Me sorprende la falta de sensibilidad que demuestra Pym ante la muerte de su gran amigo Augustus, del que habla amistosas maravillas al principio del libro y del que apenas describe su muerte y ni lo vuelve a nombrar a partir de la mitad del mismo. La falta de empatía ante las muertes que le rodean es cuando menos sorprendente. Eso si, cada vez que pasa una penalidad en sus propias carnes es la más horrible que puede sufrir una persona...
- Veo en algunos comentarios en webs de internet, que la gente entiende que Pym no sale vivo de la aventura, cuando claramente se puede leer al principio de la novela a Pym comentando la experiencia en tiempo pasado. A la mitad del libro hace otra referencia que hace entender que sobrevivió a la expedición (descubre algo más sobre las islas), e incluso al final del libro explica cómo guardó los bocetos del terreno de la isla.
- Tengo curiosidad por saber qué pasó finalmente con Tigre, puesto que hay un momento del libro en el que deja de nombrarse, ó al menos yo le perdí la pista :)
- Y ese final tan fantástico y difícil de continuar me resulta hasta doloroso! cómo puede dejarte con esa intriga!.. de la que incluso se regodea en las notas finales.
Saludos!
Hola, Kike:
Disculpa por el retraso en la respuesta.
Gran comentario el que me haces.
Ya habrás visto que defino la Narración... como una gran novela sólo en sus dos quintas partes.
Respecto a los auténticos sentimientos de Poe respecto a la escritura del Arthur Gordon Pym, no lo sabremos nunca. Sin embargo (y es mera especulación) puedo conjeturar que Poe, con todo y pasárselo bien en una novela puramente marina, debía sentirse incómodo psicológicamente en ella. De hecho, las intrusiones de los grotesco (ese encierro en la bodega, tan reminiscente de sus entierros prematuros) son constantes. Y sólo puedo suponer también que el hecho de la lejanía geográfica debió de provocarle un sentido de extrañamiento que sólo podía ser resuelto por lo numinoso. Un poco como el horror vacui que acomete a las genes frente a las estepas o los desiertos, y no digamos a los urbanitas. El simple hecho de representar un océano inmenso, sólo salpicado aquí y allá de islas mal exploradas, el progresivo acercamiento a las regiones polares... Todo contribuye.
Per sí he de reseñar una influencia segura: La Oda del Viejo Marinero, poema que DEBE ser leído, por su enorme influencia en la poesía, la narrativa en general y la ficción macabra posterior. Hay temas que resuenan en el Arthur Gordon Pym.
Esas interrupciones de las que hablas son cuestiones de la época. Hay que comprender que los modos narrativos cambian. Poe no pudo leer Moby Dick, puesto que se publicó doa años después de su muerte. Pero Melville emplea la misma técnica. Y de hecho, Fenimore Cooper, otro autor cuasi contemporáneo, también la empleaba. Otras épocas, otras costumbres. Leer a Hugo, por ejemplo, es enfrentarse a lois modos de escritura y publicación del folletín. La respuesta más probable es que lo hacía porque el público, si no lo demandaba, sí lo admitía.
La cuestión del color... Poe era virginiano, caballero del sur y muy, muy hombre de su época, es decir, esclavista y, como todos los de su género, muy proclive a caer en los estereotipos.
Y, en el resto, tanto valen tus opiniones como las mías, salvo en el caso de la supervivencia de Pym. Por descontado, tienes razón. Pym sobrevive, no faltaba más. Y esa supervivencia da más misterio al final de su historia... :)
Y respecto precisamente a ese final... Visto desde hoy, no sé si desearía que Poe lo hubiera completado. La sugerencia tiene mucho más poder que la descripción, y no es malo que un autor, por el motivo que sea, nos deje a nuestra imaginación la conclusión de una historia.
Gracias por este comentario, que es casi una reseña en sí, y un saludo muy cordial!
Hola Lluis, casi dos años después de tu último comentario, piensa que he dado con tu blog recientemente,´pretendo agradeceros a ti y a los demás las acertadas opiniones. Es cierto que Cortázar facilita mucho, pero las observaciones de Kike, Asterion, etc... son muy interesantes. Cuando leí el Gordon Pym, siempre tuve muy presente La oda del viejo marinero,de Coleridge. Es por eso que me imaginé a un Pym errabundo contando su historia... y haciendo de cada oyente un hombre aturdido, pero un poco más triste y más sabio.
Hola, pacman:
Las entradas no caducan nunca en este blog, de modo que siempre se puede comentar y discutir sobre ellas, hayan pasado dos días o dos años...
Eso que dices tiene mucho sentido, y es curiosa la hermandad narrativa Coleridge / Poe / Melville. En las tres obras, la Oda, el Gordon Pym y el Moby Dick, tenemos a unos supervivientes de unos hechos que les sobrepasan totalmente, gentes que se han enfrentado a lo tremendo, y que relatan su historia con una especie de humildad y de santo temor (un día de estos tengo que reseñar los estudios de Rudolf Otto sobre lo Santo y lo Numinoso). Es prácticamente una hermandad que es una herencia, pero es que la potencia de Coleridge no es desdeñable.
Un saludo cordial!
En esta obra, Poe se embarca —y aquí la expresión viene al pelo— en el género novelístico con éxito más que notable. El amor por el mar y la aventura son el hilo conductor de un relato crudo y asombroso que culmina con un enigmático final, quizá uno de los desenlaces más misteriosos de la historia de la literatura. El autor colma de detalles al lector sin que por ello la narración se haga pesada o tediosa, con acción sin pausa, y algunos intervalos de alivio cuando el protagonista consigue superar una adversidad. La obra, aunque parece inacabada, fue publicada en el año 1838. No existe información sobre cuál fue la intención del autor al concluirla de ese modo. En cualquier caso, una obra imprescindible y magnífica.
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