La Mort d'Amalia Sacerdote, de Andrea Camilleri
(La Rizzagliata)
RBA Libros/La Magrana, col. Les Ales Esteses
Barcelona, 2008 [2008]
La Muerte de Amalia Sacerdote es una de esas pequeñas joyas que Camilleri nos brinda de tanto en tanto y que, por su propia esencia local, trascienden el ámbito siciliano e italiano para abarcar un tema universal.
Se inicia con Michele Caruso, director de la RAI en Palermo, censurando la difusión de una noticia. La de que Manlio Caputo, sospechoso de la muerte de su novia, reciba un requerimiento judicial por este suceso. ¿Por qué? Bueno, la novia, Amalia Sacerdote, era la hija de un diputado regional. Y Manlio, qué casualidad, es hijo del líder del partido rival en Sicilia.
En realidad, la conducta de Michele no tiene demasiado que ver con el favoritismo político y sí mucho con el nadar y guardar la ropa y el verlas venir. Porque Michele (que estuvo y está casado con la hija de un senador ampliamente influyente en la política siciliana) sabe a la perfección que limitar la visión de los hechos a una pura dialéctica de posiciones partidistas es pecar de ingenuidad, en Sicilia y, si me apuran, en el resto del planeta. Dar un paso en falso puede representar el fin de su carrera. O algo más grave.
Y los acontecimientos no tardan en darle la razón. Empieza con, acto seguido, un cambio de abogados por ambas partes, Caputo y Sacerdote, que adquieren los servicios de, qué casualidad, destacados letrados... de los partidos rivales respectivos.
Se inicia así el juego de la componenda, en la que el proceso y el esclarecimiento del asesinato importan un bledo a ambas partes e incluso a la judicatura.
En el fondo, esta novela no es sino la ejemplificación de una antigua máxima formulada concisa y claramente por Lampedusa: "Hay que cambiarlo todo para que nada cambie". Este crimen no será sino la excusa para un reposicionamiento de todos los implicados... para que todo siga igual. Y aquellos que no se muevan en este corro, o que no entiendan que están en él, o que marchen a ritmo diferente, serán apartados, con más o menos brutalidad, arrollados, expulsados o, si son lo bastante prescindibles, muertos.
La ejecución literaria y argumental de Camilleri, marca de la casa que le ha convertido en un novelista respetado mundialmente, es impecable. Descorre velo tras velo, descubriendo las motivaciones y movimientos de cada cual, y siempre con una fina ironía, Camilleri nos lega al final un escenario que, pesimista como es, no deja de ser muy real.
7 comentarios:
¡Hola, bon dia, Lluís! Descubrí su blog por medio del "Quaderno Ribadabia" de Mariano y quería decirle que me gusta el espacio que tiene por acá. No he leído nada de Camilleri hasta ahora, pero todo el mundo parece decir lo mismo acerca de sus virtudes como novelista. Tendré que buscar algo del hombre dentro de poco. De todos modos, gracias por la reseña. Adéu.
Hola, Richard.
Ante todo, bienvenido y gracias por el comentario. Esta es tu casa, opina y comenta con total libertad, y si quieres sugerir o criticar algo, con la misma e incluso más libertad.
Camilleri es un autor que entronca con la gran tradición de narradores italianos, y sobre todo sicilianos, en particular con Leonardo Sciascia, con el que tiene fuertes similitudes, salvo en las ideas políticas (Sciascia era más un demócrata cristiano, mientras que Camilleri es alguien de izquierdas con un cierto toque libertario y casi diría que ácrata). En cualquier caso, y respecto a su literatura, que es lo que nos interesa, ambos poseen un agudo sentido de la expresión, que comporta claridad de la exposición pero profundidad en las ideas; un sanísimo sentido del humor, muy socarrón, muy siciliano; y unos temas que parecen locales, pero que en realidad pueden trasladarse a cualquier parte del mundo. Tanto cuando escribe policíacos como novelas históricas, al igual que sus novelas más "intimistas", Camilleri es interesante como mínimo, y a veces es sencillamente magistral.
De nada, a tu disposición. Por cierto, interesante blog el tuyo. Ahí te lo he enlazado, y ya lo puedes ver en la columna de la derecha.
I no diré adéu; senzillament, a reveure!
Un saludo!
Caramba Luis, por variar siempre me sorprendes con esa avalancha de reseñas!!! y claro, por momentos me pierdo, hay tantas cosas por ahí dignas de atención, que el volumen da vértigo.
Como siempre es un placer darse la vuelta por aquí, así me siento un poco... cómo decirlo... más al día.
Post Data: No sé, pero siento que tienes cierto gusto por la novela negra... me equivoco?
Hola, Germán:
Siempre son un placer tus visitas.
No te apures. No son textos de obligada lectura, los que comento. Sencillamente, aspiro a comentar lo que leo y vale la pena, y dejarlo allí como una referencia, no para el estudio ni para conformar un canon, sino para que si alguien no tiene conciencia de ellos, o se asusta frente a ellos, o no tiene opinión formada, así se anime. Pero, por descontado, no como obligación, que suele ser la asesina del placer.
Y, bueno, sí, me gusta el género policial. En realidad, me gusta más el macabro y el fantástico, pero procuro contenerme. Lo que sucede es que mientras la ciencia ficción ha muerto hoy en día, y en terror y fantasía voy publicando cosillas sobre clásicos, principalmente, en novela negra se están haciendo cosas muy interesantes, sobre todo en Europa. De modo que merecen cierta atención.
Hasta cuando quieras,
Un saludo!
Seguro que la ciencia ficción no es lo mío, aunque lo mejor que recuerdo haber leído es de H. G. Wells (creo que no estoy actualizada, upss). Hace poco leí La piel fría, de Sánchez Piñol (me encantó), aunque su secuela deja mucho que desear. He intentado leer otros pero siempre los dejo en el camino (el último fue uno de Arthur C. Clarke)
En la novela negra sí que me gustaría incursionar (he leído muy poco de este género); tengo algunos libros de Simenon y quiero leer también a Mankell y a Stieg Larsson.
Me apunto el de Camilleri, Lluís, que además estoy muy alejada de los escritores italianos.
¡Un saludo!
¡Hola, Lluís! Primero, muchas gracias por la bienvenida tan amable y lo del enlace (ahora tenemos enlaces mutuos). En segundo lugar, gracias por toda la información sobre Camilleri. Voy a leer algo de él después de mi próxima lectura italiana (una novela de Carlo Emilio Gadda). No descubrí Sciascia hasta enero de este año, pero la única novela de él que la leí me gustó tanto. Que tengas un buen fin de semana. Fins aviat!
Hola, Andrómeda:
No te preocupes, ja, ja, que algo de ciencia ficción más moderna seguro que trataré y te valdrá la pena, ya verás. Pero, oye, que Wells está muy bien, ¿eh?
Y La piel fría me gusta y no me gusta (y me gusta por los tonos lovecraftianos; y no me gusta por las incoherencias y por una cierta cobardía argumental). Pero espero mucho más de Sánchez Piñol, si es que puede superar el hecho de ser un antropólogo que escribe y se decide a ser un escritor que resulta que es antropólogo.
Mankell, por supuesto! Sí, sí, y sí.
Y en algo más clásico, Raymond Chandler y Ross MacDonald.
Y, como sé que te gustan los tonos negros y siniestros, apúntate John Connolly, que además lo combina con el terror de una manera escalofriante (y es literal).
Y Camilleri, por su humor y su mundo, es una delicia.
Un saludo!
Hola, Richard:
No hay de qué. Si no cuido a mis lectores, ¿a quién iba a cuidar?
Carlo Emilio Gadda! ¿Quell Merdé Urrible a Via Merulana?
Un escritor difícil, pero que vale la pena conocer, y con un resultado muy satisfactorio para el lector paciente.
Sciascia es enorme... Todo, novelas, los ensayos de La Corda Pazza, el ensayo/novela la Muerte del Inquisidor...
Tengo una deuda con él en este blog, que intentaré saldar poco a poco.
Fins aviat, i una salutació ben cordial!
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