Rock Springs, de Richard Ford

(Rock Springs)
Ed. Anagrama, col. Panorama de Narrativas
Barcelona, 1990 [1987]

No había leído nada de Richard Ford. Se trata de un narrador que se ha consolidado como uno de los más aclamados del panorama actual norteamericano, ha recibido elogios (de gente tan considerable como Raymond Carver, nada menos) y que, por el puro conocimiento de su obra, tenía planes de leer tarde o temprano. De modo que, atendiendo una oportuna petición de una lectora [¿Cómo realizar una petición? Fácil. A la derecha de sus pantallas, pinchen sobre "ver todo mi perfil". En esa pantalla encontrarán una dirección de e-mail en la que realizar sus peticiones, entre otras cosas], y bajo la premisa de que un buen narrador de cuentos tiene medio camino recorrido para convertirse en buen novelista, me he adentrado en las historias de Rock Springs.
El resultado ha sido desigual. Empecemos por decir que Ford me ha interesado lo bastante (por motivos que explicaré) como para concederle el beneficio de la duda y ver qué es capaz de hacer en su trilogía de Frank Bascombe. Espero que en ella sea capaz de desarrollar una, muchas historias.
Que Raymond Carver apadrine a Richard Ford no es ocioso. Ese autor de historias mínimas y minimalistas, compuestas de pequeños detalles, halla en los relatos de Rock Springs un digno sucesor. Ford nos presenta situaciones aparentemente triviales, que desembocan en hechos a veces dramáticos, a veces anodinos, muchas veces circunstanciales. Pueden o no haber transformado a sus protagonistas, haber cambiado sus vidas. Nos atraen por su extrañeza, pero no hallamos en ellas solución de continuidad. Es como ver una o varias fotografías. Tenemos la información de esa instantánea, incluso conocemos a los protagonistas, pero no podemos ir más allá, salvo en nuestra imaginación.
Es un género que, lo reconozco, me frustra. Tiene sus ventajas, sus aplicaciones, su utilidad y su lugar en la literatura. Pero el mero hecho de su fórmula lo hace repetitivo. Y me plantearía fuertes dudas sobre las capacidades de su autor si no fuera porque Ford tiene maneras de narrador y, entre ellas, una rara virtud: en casi todas las historias que, insisto, parecen anodinas, se construye una tensión emocional y dramática casi insoportable, una sensación insuperable de que algo va a suceder, algo va a estallar. No es corriente hacer esto bien, y Richard Ford construye esa atmósfera de manera progresiva y casi imperceptible hasta transmitir la tensión al lector. Sólo por eso merece una segunda oportunidad.
¿Los argumentos? Son todo historias de perdedores. En la América interior y profunda las gentes se mueven entre la amoralidad, el adulterio, el homicidio, las vidas rotas y remendadas una y otra vez. Richard Ford parece ser fiel seguidor de una máxima que yo comparto: "Como la sociedad, así el individuo". En este aspecto, las vidas de sus personajes son como la sociedad en la que viven: misérrimas, sucias y sórdidas. Esas son las fotografías del álbum que es Rock Springs.

btemplates

4 comentarios:

Carmen dijo...

Me gusta mucho Raymon Carver, es de mis cuentistas norteamericanos favoritos, después de Hemingway y Poe. Pero...definitivamente no me gustan sus seguidores de estilo. Aquí en México se dan muchos escritores con ese método sintético,desesperanzador y de final abierto, pero ninguno se le aproxima en lo más mínimo. Y me pasa como dices tú, que algo me falta de la historia.
Habrá que ver si este se salva con esas virtudes que tu le viste.

Magda RB dijo...

Hola Lluis,

Por alusiones: muchas gracias por el comentario, me interesaba mucho tu opinión y por eso te lo agradezco.

Me interesó la trilogía y me sigue interesando ahora gracias a la reseña, cuando acabe los tres libros comentaré algo más ;)

Muchas gracias y un saludo.

Patricia dijo...

A mi también me gusta Raymond Carver. Leyéndole, he sentido algún escalofrío. Sobretodo al reencontrarme con esos momentos de soledad de los que en la vida real sistemáticamente huyo. A Richard Ford me lo apunto.

Por cierto, una recomendación teatral: cualquier obra que dirija Carol López. Tuve el placer de estar presente en la representación de “No pido nada excepto tiempo soleado” (Por gentileza de “Assaigs oberts” del Teatre Lliure). Magnífica adaptación del texto de Carver.

Otra obra de Carol López, V.O.S me pareció hipnótica, moderna y genial. Creo que ya se está trabajando en su adaptación al cine.

Salu2

Lluís Salvador dijo...

Hola, Carmen:
Espero que Richard Ford cumpla tanto mis expectativas como las tuyas. Sí que, como ya he destacado, parece tener un don para crear situaciones de tensión...
Y respecto a los seguidores, ya sabes, bienaventurados mis imitadores, porque de ellos serán mis defectos...
No hay cosa peor que ponerse a escribir un cuento "a la manera de". Suele salir un pastiche insoportable.
Un saludo!

Hola, Magda:
No hay de qué. Para eso estamos. No dejes de opinar sobre la trilogía de Ford. A mí también me interesa seguirle la pista...
Un saludo!

Hola, Olivia:
Gracias por las recomendaciones. Espero que algunos de mis lectores las avalen con su presencia y sus opiniones (aquí, por ehjemplo).
Un saludo!

Hola, Txemita:
Gracias por el comentario, y bienvenido.