Jazz Porque Sí: Miles Davis en Monterey

Por lo general, suelo dejar cierta distancia temporal entre la emisión de los programas del Cifu y su aparición aquí (por muchos motivos. Entre otros, porque para hacer esta entrada se escucha el programa un mínimo de tres veces. Y en algunas ocasiones siete u ocho, pero eso es vicio personal mío). Pero esta semana, en concreto el 28 de septiembre, hizo 20 años que Miles Davis se nos fue, como dicen, a tocar en la big band de arriba. Y probablemente a montar otra revolución de las suyas. De manera que quiero sumarme al homenaje que el Cifu le ha dedicado.
Sería un esnob si, gustándome el jazz, no me gustara Miles Davis. Pero además, considero que Davis fue el más importante ideólogo del jazz que ha existido después de Louis Armstrong. Sí, ideólogo. Por supuesto, ese sonido a la trompeta es característico e inimitable, por supuesto que su técnica le permitió tocar lo que quería tocar (y hacerlo impresionantemente bien). Pero Miles creó dos movimientos en el jazz, dotó de elementos a otro y sistematizó otro más. Como esto es una opinión personal, no pienso decir qué movimientos fueron. Analice y escuche cada uno la discografía de Miles y compárela con la historia del jazz y saque sus conclusiones.
De modo que a Miles vale la pena escucharlo siempre, y muy atentamente.
Y además, lo que el Cifu nos propone es un concierto verdaderamente excepcional. Les juro que no hay que escucharlo más de una vez para ponerle este adjetivo (pero merece la pena escucharlo muchas otras veces). Miles está en una forma inmensa, y realiza unos solos que son de lo mejor que le he escuchado en su carrera, dejando aparte que su estilo de música pervade todo el concierto y lo convierte en personal suyo. Pero, además, los que le acompañan hacen también cosas increíbles. Y no son unos cualesquiera: Herbie Hancock al piano, Ron Carter al contrabajo, Tony Williams a la batería y George Coleman al saxo tenor.
Atentos a los comentarios del Cifu, como siempre, y que disfruten de estas piezas: Autumn Leaves (es decir, Les Feuilles Mortes, y suena, claro, pero de una forma reminiscente; Miles y sus muchachos se dedican a transformarla de manera deliciosa), un So What a ritmo rápido increíble; la balada Stella by Starlight tocada con un sentimiento extremo; y el inicio de Walkin'.



Nota para la audición: Si el reproductor de RNE fallara, cosa que sucede con demasiada frecuencia, y no se mostrara bien en su pantalla, debajo de la caja del reproductor hay una serie de enlaces. Clicando sobre el último de ellos aparecerá la pantalla de los podcasts de Jazz Porque Sí, con un reproductor que, esta vez sí, reproducirá a la perfección el programa.

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