Las Historias Naturales, de Joan Perucho

(Les Històries Naturals)
Edhasa, col. Pocket
Barcelona, 1978 [1960]

Olvídense de vampiros que, más que morder, besan, cual es la última moda. Olvídense de Transilvania, las estepas del Este, las montañas balcánicas o incluso de los suburbios de Londres o Nueva Jersey. El vampiro autóctono es este país tiene un nombre, Onofre de Dip. Y un autor, Joan Perucho.
Perucho fue un buen poeta, un narrador más allá de la excelencia, un erudito como han existido pocos y un fabulador que siempre supo convertir la realidad en apasionante descubriendo sus entresijos y combinándola con una fantasía benéfica que elevaba la cotidianeidad al nivel de lo maravilloso. Admirador de Edgar Allan Poe y de sus sucesores, fue él quien trabó para siempre el mundo hispanico con el universo de los Mitos de Cthulhu de Lovecraft con un relato fundamental, Amb la Tècnica de Lovecraft, y lo hizo en una época en la que la narración fantástica española era un yermo y la ficción de la maravilla estaba mal vista y era cultivada sólo por él, Ana María Matute y unas cuantas obras de Torrente Ballester (a los gallegos, principalmente Álvaro Cunqueiro y Anxel Fole, hay que darles de comer aparte, entre otras cosas porque Galicia es en sí misma un argumento telúrico, en el que el volteo de una piedra descubre una conseja o un lobisome). Esta admiración por Lovecraft marcaría su técnica, en la que los libros de ficción se mezclarían con los reales (y muchos de los reales tendrían citas más fantásticas y numinosas que las inventadas); pero sobre todo marcaría la combinación del racionalismo con lo vaga o concretamente sobrenatural o fantástico, una mezcla sabiamente dosificada en la que lo maravilloso no sería una irrupción brusca sino una transición natural.
Con el trasfondo de las guerras carlistas en Cataluña como fondo, el científico y racionalista Antoni de Montpalau recibe una petición de ayuda para eliminar lo que parece ser un vampiro que ataca a los habitantes del pueblo de Pratdip. Escéptico en primera naturaleza, pero prestando atención a aquello de que hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que conoce su sabiduría, Montpalau, tras una serie de encuentros y medidas, logrará acorralar al vampiro Onofre de Dip, llamado como guerrillero carlista "El Mochuelo" (un guiño a la actividad bélica de Vlad Tepes, el Drácula histórico), un vampiro que sigue adelante por puro instinto de conservación, pero que en el fondo ansía hallar la paz, escapar de las privaciones que la inmortalidad de la no muerte conlleva.
No es una tontería de novela: en extremo canónica con el folclore vampírico, enclavada a la perfección en su contexto histórico, es sin embargo una novela pausada y alejada de los tremendismos y artificios, una marca de la ficción de Perucho que la hace doblemente atractiva, puesto que nos pone en el centro de un mundo que es o ha sido el nuestro, pero del que nos descubre cosas que no sospechábamos y que tal vez no sucedieron, pero que merecerían haber sucedido. Es en suma, la invención de un folclore inexistente pero tan atractivo que reclama la simpatía del lector.
En efecto, Las Historias Naturales es una novela maestra y precursora en su estilo. No sólo soy yo quien la aprecia así. Tuvo el rarísimo privilegio (dadas las dificultades de las traducciones en el mundo anglosajón) de optar al World Fantasy Award a la mejor novela. Si tenemos en cuenta que las candidaturas y los premios son otorgados por los profesionales de la ficción fantástica, tendrán una idea de la favorable impresión que causó en una gente acostumbrada a distinguir la excelencia en ese campo. De modo que las bondades de género están ahí. Pero tuvieron que ser apoyadas por una técnica y una escritura que pocos autores han conseguido con tanta convicción y maestría.

Portada i sinopsi de l'edició catalana
Portada de la edición castellana

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6 comentarios:

Daniel Gonzalez dijo...

Mola molt aquest escrit, que veig polit amb un bon coneixement tan de narrativa fantàstica com de Perucho i les seves influències. Jo vaig llegir aquest títol recentment, però despistat d’alguna manera per la història del vampir, que no em cridava gaire l’atenció, no vaig gaudir prou de la novel•la en el moment de la seva lectura.

Salutacions!
:-)

Dani

Maxymo Gonzalez dijo...

Interensate post, veo un destacado desvío a lo fantástico.
Me gusta tu espacio, te espero en el mío, donde la fantasía, el terror y otras cositas abundan. Te sigo
www.maxymohistorias.blogspot.com

Lluís Salvador dijo...

Hola, Dani:
És una ficció a recuperar, la de Perucho. El problema amb ell (si és un problema) és que no li agraden les estridències. La seva narrativa és pausada, lúdica en l'erudició i els aconteixements, lleugerament humorística en moltes ocasions; però irreductible en la qüestió de l'intrusió del fantàstica en la realitat. Perquè, segons ell (i Cunqueiro amb ell), el fantàstica no té perquè ser real per a formar part de la vida: el folclor ja ho és, i la fantasia forma part del folclor. I és molt notable que Perucho hagi creat del no res el seu propi folclor: perquè de tradició vampírica, a Catalunya, no n'hi ha hagut mai... fins que Perucho la va fer realitat :)
Una salutació cordial!

Lluís Salvador dijo...

Hola, Maxymo:
En primer lugar, bienvenido al blog. Joan Perucho, en el 99% de su obra, tiene esa intrusión de lo fantástico en lo real, que los franceses han definifo como fantastique en el sentido de que no es la fantasía sobrenatural que tiene sus propias reglas de existencia, sino una que coexiste con las normas de existencia del mundo racional. Difícil de explicar, ya sé, y la cuestión de las definiciones y los límites siempre ha sido una peliaguda en cualquier foro o convención, pero no hay otra manera.
En cualquier caso, reposadas y suaves, levemente humorísticas en ocasiones, las historias de Joan Perucho son una experiencia que no puedo dejar de recomendar.
Un saludo!

Anónimo dijo...

Con retraso pero apovechando la ocasión decir que este libro me encantó. La mezcla de realidad y ficción está muy lograda y sobretodo la descripción de plantas y animales imposibles me ha recordado´la película (para mi tambin mítica) "Life aquatic"

Lluís Salvador dijo...

Hola, Anónimo:
Lo de las plantas y animales fantásticos es marca de Perucho, autor de Petita Gàbia per a Animals Feliços y de Botánica Oculta, o el Falso Paracelso. Es uno de sus recursos favoritos, y así enlaca con la cultura del siglo XVIII, tan aficionada a los bestiarios imposibles.
Un saludo!